Granada no es un cenicero, una iniciativa para concienciar de la importancia de no tirar colillas al suelo
Medio Ambiente
Se trata de una iniciativa promovida por la asociación Colina con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de cuidad el medio ambiente
Así ha sido la jornada de concienciación y limpieza 'Granada no es un cenicero'
Granada/El centro de Granada se ha convertido en el protagonista de una campaña medioambiental de concienciación con el objetivo de evitar que las colillas de tabaco acaben en el suelo, y por consiguiente en el mar. Una acción promovida por la asociación Colina, Conservación y Limpieza de la Naturaleza con la que se han recogido más de 5.000 colillas, evitando de esta forma que acaben contaminando los cauces de los ríos o el mar.
'Granada no es un cenicero' es sólo una de las actividades que la asociación ecologista lleva a cabo cada dos semanas en distintos enclaves naturales para "liberar" de basura la naturaleza, y que en esta ocasión ha contado con el apoyo de Quique Bolsitas, Árboles Contra el Cambio Climático (ACCC Granada) y Batallón Basurista, que ha aportado 80 colilleros que se han repartido durante la mañana.
Ataviados con guantes, pinzas extensibles para recoger basura y grandes botellas, los voluntarios de la asociación se han congregado en las inmediaciones de la fuente de Plaza Nueva, para llevar a cabo una limpieza y evitar que los desechos acaben en el mar. El objetivo principal era recolectar el mayor número de colillas posibles, aunque durante la jornada de limpieza ha sido inevitable recoger también más de una cajetilla de tabaco, envoltorios o botellas de plástico.
"Ha sido un buen día de concienciación a la ciudadanía, hemos recogido 5.580 colillas desde Plaza Nueva hasta la Fuente de las Batallas. Lo importante es que no hemos pasado desapercibidos, durante el recorrido multitud de personas se han acercado para preguntarnos que hacíamos y hemos transmitido la importancia de cuidar nuestro alrededor, las pequeñas acciones, como el simple hecho de no tirar una colilla al suelo puede tener un gran impacto positivo", explica David Jesús Peláez, presidente de la asociación Colina, Conservación y Limpieza de la Naturaleza.
Al hilo, incide en la necesidad de concienciar a la ciudadanía de que son actores responsables de que estos residuos no acaben en el lugar equivocado y afecten de forma directa a multitud de especies. "Las colillas son uno de los desechos más contaminantes que hay en la naturaleza, ahora mismo estamos concienciados de que el agua es un recurso que escasea, una colilla puede llegar a contaminar entre 10 litros de agua salada y 50, en el caso del agua dulce, con lo cual no podemos permitir que un bien tan escaso y necesario para la supervivencia del ser vivo, se contamine".
Peláez lamenta que aún hay mucho desconocimiento. "Una persona que va andando por Granada y se fuma un cigarro puede pensar que no pasa nada si lo tira al suelo, el mar está lejos, y ya lo recogerá alguien. Muchas de las alcantarillas que nos hemos encontrado por el pequeño trayecto que hemos hecho, están llenas de colillas, muchas de ellas acaban en el mar". En este sentido, asegura que han intentado abrir algunos de estos alcorques para retirar todas las posibles.
Las colillas de los cigarros son el residuo individual más numeroso en los fondos marinos de las playas, son acetato de celulosa que tarda más de 50 años en degradarse, cada una de esas colillas que llegan al mar contaminan entre 10 y 50 litros de agua, y los metales pesados que llevan, como el plomo, mercurio o el arsénico acaban en el estómago de los peces. El impacto que tiene sobre el medio ambiente es muy negativo, contiene sustancias tóxicas que pueden terminar con los ecosistemas terrestres y marinos. Además, suponen un gran impacto en la salud de sus consumidores, se calcula que el número de personas que mueren al año por enfermedades relacionadas con el tabaquismo –cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares, ictus- son unas 60.000 al año.
Motivo por el que numerosas asociaciones ecologistas, e incluso algunas administraciones, realizan de forma periódica jornadas de concienciación y limpieza en distintos puntos de la naturaleza. La propia asociación Colina realiza de forma periódica jornadas voluntarias para eliminar residuos de los medios naturales. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana retiraron más de 3.000 colillas y algunos plásticos de la playa de Fuentepiedra, en Almuñécar, además de participar en una limpieza de la desembocadura del Río Guadalfeo en Salobreña, junto a otras asociaciones ecologistas.
El presidente de la asociación explica que Colina nace "por la cantidad de residuos que hay en los espacios naturales, un grupo de amigos nos juntamos y empezamos a quedar para recoger basura, al final surgió la asociación, intentamos participar en todas las actividades de concienciación y limpieza que podemos y nos permite nuestro tiempo, además cada dos semanas organizados alguna jornada nosotros mismos, trabajamos en defensa del medio ambiente".
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