Granada cuadruplica el nuevo umbral de calidad del aire de la OMS y de la Unión Europea

Granada/La calidad del aire, un problema que parece crónico en Granada, vuelve a la palestra después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya fijado un nuevo umbral de calidad del aire aún más exigente, lo que supone todo un reto para la provincia, que se encuentra a la cabeza de las ciudades españolas con mayor polución en el aire.

El límite de seguridad respecto a la exposición anual de dióxido de nitrógeno (NO2) establecido por la OMS hasta ahora era de 40 microgramos por metro cúbico, pero tras 15 años sin modificar el límite, la OMS decidió esta semana rebajar ese nivel de seguridad hasta una cuarta parte, es decir, hasta los 10 microgramos. El dato es demoledor: Granada registró 43 microgramos por NO2 por metro cúbico durante el 2019 según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). Durante este periodo, tan sólo siete ciudades españolas estarían dentro de los márgenes recomendados: Badajoz, Benidorm, Cáceres, Elda, Palencia, Telde y Zamora.

La mayoría de las 80 grandes ciudades españolas se movían en una horquilla de entre 10 y 30 microgramos por metro cúbico en 2019. Granada y sus 43 microgramos encabezan la lista de las diez grandes urbes españolas con peores indicadores, seguida de Coslada (39), Mollet del Vallès (39), Murcia (38) y Terrassa (37). Le siguen Leganés (36), Madrid (35), Granollers (35), Getafe (33) y Barcelona (32).

Hasta ahora no es posible conocer el cómputo anual de 2021 y el 2020 no es un buen año de referencia puesto que el estado de alarma, el confinamiento domiciliario y la paralización de gran cantidad de actividad diaria de la población condicionaron claramente los indicadores de polución, aún así, los datos del pasado curso auguran un futuro difícil para que Granada pueda alcanzar los estándares de la OMS.

Según el Informe de Evaluación de la Calidad del Aire en España de 2020 del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ninguna zona del país superó el valor límite horario (VLH) de NO2 de protección de la salud humana, lo que constituyó una mejora respecto a los cinco años precedentes. Granada y el Área Metropolitana de la provincia superaban el límite en 2019, junto a Madrid y Barcelona.

Tras el fin del primer estado de alarma, en los meses de verano, se aprecia una ligera subida de los valores medios semanales en la mayoría de los municipios pero sin superar los 40 microgramos por metro cúbico, mientras que en los meses posteriores al verano, comienza a apreciarse un cambio de color en la debido al incremento cada vez mayor de las concentraciones de NO2.

Sin embargo, aunque la reducción de la contaminación en el aire fue de al menos el 70 por ciento, los datos más cercanos a este año en el que las restricciones han ido eliminándose poco a poco conforme a la mejora de la situación epidemiológica, los registros son poco alentadores para la provincia. Y es que en el último trimestre del año, Granada (junto a Barcelona, Madrid, Málaga y Pamplona) superó el valor de 40 microgramos de dióxido de carbono por metro cúbico, por lo que se espera que en 2021 el indicador sea superado con creces, existiendo la posibilidad de superar los valores previos a la pandemia.

Granada y el Área Metropolitana de la provincia superaron todos los años, desde el 2010, el valor límite anual de NO2 hasta 2020. En los años 2012, 2013 y 2014, dicha zona disponía de una prórroga de 3 años del plazo fijado para cumplimiento de este valor límite concedida en 2012 por la Comisión Europea, de modo que durante ese periodo se le permitía exceder el objetivo establecido hasta el valor límite incrementado por el margen de tolerancia.

Granada no sólo tiene serios problemas con los umbrales establecidos con la OMS. La Agencia Europea del Medio Ambiente establece varios estadios para calificar la calidad del aire. Coincidiendo con la OMS, todo indicador por debajo de 10 microgramos de dióxido de carbono apunta a un aire de buena calidad, mientras que los niveles situados entre 10 y 15 son considerados de calidad moderada. Entre 15 y 25 encontramos un aire considerado pobre y todo indicador superior a 25 microgramos es considerado de calidad muy pobre. Por tanto, Granada está cerca de doblar el límite establecido por la Unión Europea incluso en los datos registrados durante el último trimestre de 2020.

En 2019 y 2020, las tres ciudades de Europa con menor contaminación atmosférica fueron Umeå (Suecia), Tampere (Finlandia) y Funchal (Portugal), y las tres más contaminadas, Nowy Sacz (Polonia), Cremona (Italia) y Slavonski Brod (Croacia).

De las 323 ciudades del registro, en 127 la calidad del aire se considera como buena, esto es, por debajo del valor guía de protección de la salud para exposición a largo plazo de partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5), que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece en 10 microgramos por metro cúbico de aire.

El peligro de continuar superando estos umbrales supone que el aire de la provincia supera el número de partículas finas que son el contaminante atmosférico que más perjudica la salud por lo que a muertes prematuras y enfermedades se refiere. El visualizador proporciona información sobre la calidad del aire a largo plazo de cada ciudad. La exposición a largo plazo a las PM2,5 provoca enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Respecto a la disminución de la función pulmonar, se han realizado estudios en buena parte del territorio español y que la han logrado relacionar con la exposición a altos niveles de NO2. Se estima que el riesgo de sufrir una función pulmonar deficiente aumenta entre un 7,4 por ciento y un 23 por ciento por un incremento en la concentración de NO2 de 10 microgramos por metro cúbico. Por último, un relevante estudio de cohortes realizado en Granada encontró correlación entre el desarrollo cognitivo y la exposición a aire contaminado por NO2.

Si bien en la última década la calidad del aire en Europa ha mejorado notablemente, según la última evaluación anual de la calidad del aire de la AEMA, en 2018 la exposición a partículas finas ocasionó unas 417.000 muertes prematuras en 41 países europeos.