Granada desafía la tendencia nacional y seguirá ganando habitantes hasta 2021

La inmigración explica en buena medida que la provincia resista la caída generalizada de población que en diez años afectará al conjunto de España, que perderá más de medio millón de habitantes

Durante los próximos diez años la población irá envejeciendo, pero los nacimientos seguirán siendo más numerosos que las defunciones.
Durante los próximos diez años la población irá envejeciendo, pero los nacimientos seguirán siendo más numerosos que las defunciones.
Guadalupe S. Maldonado / Granada

09 de octubre 2011 - 01:00

En la próxima década España perderá más de medio millón de habitantes. El envejecimiento de la población, el descenso de la natalidad y la emigración de españoles en busca de mejores oportunidades jugarán un papel fundamental en el primer tropiezo de las proyecciones de población, que en las últimas décadas, al amparo del crecimiento económico, no han hecho más que pintar un horizonte optimista. Sin embargo, la debacle poblacional no es tan generalizada como en principio podría suponerse. Algunas provincias, pocas, van a contracorriente. Y Granada es una de ellas.

Según la proyección demográfica publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en los próximos diez años Granada ganará 14.252 habitantes. La provincia pasará de contar con 911.668 ciudadanos en 2011 a 925.919 en 2021. En una década en la que el territorio nacional perderá en conjunto un 1,23% de la población, Granada crecerá alrededor de un 1,6%.

Se trata, eso sí, de un aumento poblacional muy reducido en comparación con el que la provincia ha registrado en la última década. Entre 2001 y 2011, Granada ha sumado 93.968 nuevos habitantes. Es decir, que en los últimos diez años la población ha crecido un 11,5%, haciendo parecer ridículo el incremento demográfico que, según las proyecciones, se espera para el próximo decenio. La diferencia es contundente: entre 2011 y 2021 la provincia sumará 79.716 habitantes menos que en la última década.

En cualquier caso y al contrario de lo que ocurre en la mayoría de las provincias españolas, la despoblación no afectará a Granada en los próximos diez años. Y la diferencia viene marcada, sobre todo, por la inmigración. Pese a que hasta 2021 más de 36.508 residentes de la provincia se marcharán al extranjero en busca de nuevas oportunidades, Granada seguirá atrayendo a un mayor número de inmigrantes, que compensará la emigración. Los cálculos del INE estiman que en diez años llegarán a la provincia 53.414 extranjeros para quedarse en Granada, lo que significa que el saldo migratorio será positivo, es decir, que el número de inmigrantes supera al de emigrantes. La movilidad de los ciudadanos, por tanto, hará crecer la población granadina en 16.906 habitantes.

Además, también marca la diferencia el crecimiento vegetativo, la variación poblacional derivada de los nacimientos y las defunciones. Al contrario que en la mayoría de las provincias españolas, durante los próximos diez años Granada ganará población gracias al crecimiento natural de la población. La provincia no es ajena a la tendencia demográfica generalizada, que señala que en los próximos años aumentarán las defunciones como consecuencia del envejecimiento poblacional y se reducirán los nacimientos por las escasas posibilidades de las nuevas generaciones en edad fértil de mantener la tasa de natalidad. Sin embargo, hasta 2021 los alumbramientos superarán a las defunciones, incrementando el número de habitantes de la provincia en 13.419 personas.

Un vistazo a las tablas estadísticas permite también augurar que las próximas proyecciones de población serán algo diferentes. El crecimiento vegetativo positivo que en la próxima década experimentará la provincia no podrá sostenerse en el tiempo, a no ser que cambie radicalmente la tendencia demográfica. A medida que transcurra la década, la diferencia entre los nacimientos y las defunciones se hará cada vez más pequeña. En 2010, por ejemplo, la población granadina creció de forma natural (sin contar con las migraciones) en 1.827 personas. Año tras año esa cifra se irá reduciendo, hasta quedarse en 164 en el año 2020.

La razón es que los alumbramientos seguirán cayendo en picado (entre 2010 y 2020 lo harán un 13%, pasando de 9.445 nacimientos a 8.236) y las defunciones no dejarán de aumentar (dentro de una década serán 8.162, frente a las 7.618 del año pasado).

En estas condiciones, resultará difícil mantener el nivel poblacional. Aunque todo depende del comportamiento de la inmigración. Hasta el momento, contrariamente también a lo que ocurre en el conjunto del territorio nacional, la inmigración granadina supera a la emigración. Pero que esto continúe así estará muy relacionado con la situación económica de la provincia y de su entorno.

La situación de Granada es similar a la de otras 17 provincias españolas, que en esta proyección demográfica del Instituto Nacional de Estadística se han librado de los pesimistas augurios que sí afectan al conjunto nacional. Además de Granada, Badajoz, las Islas Baleares, Cádiz, Cantabria, Guadalajara, Huelva, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Toledo, Zaragoza, Ceuta y Melilla no llegarán al año 2021 perdiendo población.

En este ranking, evidentemente, hay diferencias. Ceuta y Guadalajara serán las zonas en las que más se dispare la población en los próximos diez años , registrando un incremento del 10,9% y del 7%, respectivamente. En el extremo opuesto se encuentran Cantabria, con su incremento demográfico del 0,22% y Madrid, con un 0,4%.

Además, en este listado hay cinco provincias andaluzas, lo que significa que en la comunidad autónoma sólo tres provincias (Almería, Córdoba y Jaén) cerrarán la próxima década con un crecimiento negativo de la población. Así que Andalucía no tendrá que lamentar la despoblación al menos hasta 2021: en conjunto, la región andaluza ganará un 2,7% de habitantes.

Claro que esta no es la situación habitual, puesto que son muchas más las provincias que cerrarán la década 2011-2021 en negativo. Barcelona y Zamora serán las que más población pierdan en diez años, acusando un descenso demográfico del 8,6%.

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