Made in Granada: Los maestros de la costura van a FP
Educación Granada
El IES Luis Bueno Crespo de Armilla es el único instituto de Andalucía en el que se puede cursar el ciclo en Vestuario a Medida y de Espectáculos, unos estudios en auge y con demanda que se han estrenado este curso
Cuatro menos cinco de la tarde y un grupo de una quincena de alumnas espera en el pasillo. Llevan carpetas XXL, reglas, bolsos –también de tamaño importante–, neceseres. Una vez que Ricardo Hita abre la puerta de la clase de mochilas y bolsillos salen agujas, carretes de hilo, cintas métricas, lápices de sastre, tijeras y papel. Los 17 estudiantes –llegan a la en punto dos alumnos más– hasta ahora matriculados conforman la primera promoción de un ciclo formativo recién nacido que, en Andalucía, únicamente se oferta en el IES Luis Bueno Crespo de Armilla: Técnico Superior en Vestuario a Medida y de Espectáculo. Hay lista de espera y las tres plazas que quedan vacantes se cubrirán en días.
El centro, explica Hita, cuenta con el grado medio de Confección y Moda y el superior de Patronaje y Moda, que también se puede cursar en Lepe (Huelva) y Sevilla. Hace dos años se comenzó a trabajar en implantar el nuevo título de la familia de Textil, Confección y Piel, dedicado a formar sastres y modistas, específicamente enfocados a la confección a medida. “En el grado superior de Patronaje aprendemos a ‘meter’ una prenda en producción. Aquí, la producimos a medida”, resume Hita, que recalca que en el currículo se hace hincapié en la parte “artística” del trabajo.
Para avanzar en la formación de estas sastras y modistos, se trabaja en un proyecto, que reproducirá –a escala menor– el trabajo que los titulados en el ciclo posiblemente se encuentren en la calle. Con la novela de Boris Izaguirre Villa Diamante bajo el brazo, investigarán cómo era la moda en la Venezuela de los 50, el contexto, crearán patrones para varios de los personajes de la obra. “Simularemos una producción cinematográfica”, adelanta el docente, ingeniero industrial en la especialidad de Textil y que también ha tenido su propio taller. “Se hará todo el proceso” que es habitual en una sastrería a medida, reseña Hita, que destaca que el sector “está en auge” y apunta a una realidad: “La producción a medida siempre va a existir”.
Sus alumnos podrán dedicarse a producciones teatrales, recreaciones históricas, a la sastrería tradicional, o a cometidos más creativos. Juanjo Puerta, uno de los alumnos, llegó al ciclo tras cursar Patronaje. Compatibiliza el trabajo como patronista en un taller de Granada con los estudios. Eligió Vestuario a medida por vocación. “Tenía pensado ir a Canarias”, afirma. Su objetivo era formarse específicamente para diseños de vestuario de drag queens, que es “lo que me llama la atención”. “Es un arte”, destaca, al tiempo que apunta al auge de este sector, que hace tiempo ganó visibilidad.
Magdalena Corpas, lápiz en mano, realizó el grado medio de Confección. Lo de coser le viene de lejos. Su madre es modista y “desde chica” se recuerda con la aguja en la mano. Con sus hijos “ya criados” apostó por estudiar y conseguir el título. En un futuro prevé prepararse las oposiciones o montar una academia para enseñar. “Mi madre hacía cursos de diseño y confección y yo me lo pasaba muy bien”, recuerda. Con su hermana cosía ropita para las muñecas y ahora, esa vocación y conocimientos –cosió el vestido de comunión de su hija–, los quiere enfocar a su futuro profesional.
Elena Valero estudió Diseño de Moda en la Escuela de Artes y Oficios. Realiza sus prácticas con Pilar Dalbat y tiene claro que este mundillo es lo suyo. Ir a Madrid para formarse “no era una opción” y cuando “sacaron este grado se abrió el abanico de posibilidades”. Sobre el entorno laboral, Elena apunta a que “la marca Granada” se ha revalorizado, y cada vez más el público entiende que “hay que pagar un poco más” y “valorar la calidad”.
Mónica Carmona, por su parte, aspira a estar encima y detrás de los escenarios . “Siempre me ha interesado la moda”, confiesa la también actriz amateur. Patricia Fernández, otra de las alumnas, cuenta que “llevo tiempo haciendo ropa de recreación histórica por mi cuenta” y ahora tiene la opción de recibir formación reglada en confección a medida.
Su futuro se teje en estas aulas del IES Luis Bueno Crespo, que cuenta con instalaciones para cuatro grupos de esta familia profesional, dos por la mañana y otros dos por la tarde. Hita reconoce que con más espacio se podría atender la demanda que tienen estos ciclos. Más espacio y recursos. “Nos falta un laboratorio textil”, apunta. “Tenemos máquinas muy viejas. El ciclo es nuevo y no tenemos maquinaria nueva. Tienen más de 60 años... nos gastamos más dinero en mantenimiento que lo que supondría comprar máquinas nuevas”.
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