Granada tiene 53.000 niños en el umbral de la pobreza
El grupo municipal Podemos-IU presentará en el Pleno una moción para crear un Plan Local que baje la tasa de exclusión en población infantil del 26% al 17%
La pobreza se hereda, lanza redes pegajosas de las que es complicado desprenderse a lo largo de la vida. Comienza en la infancia y Granada cuenta, según los datos de la ERPE utilizada por la Unión Europea, 53.000 menores se encuentran en el umbral de la pobreza. Es decir, cuatro de cada diez niños granadinos están en ese bucle de riesgo de exclusión que abarca una vida entera: desde la alimentación y el vestido hasta la educación y el desarrollo social.
La tasa de pobreza infantil, según la Estrategia 2020 de la UE, debería estar por debajo del 17%. En Andalucía, en 2018, el 26,7% de los menores de 18 años se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, o sea, 428.525. En Granada, 16 de cada 100 familias tienen hijos menores y 15 de cada 1.000 tienen menos ingresos de 8.000 euros. Sin embargo la asistencia que da el Ayuntamiento en 0,5%, a medio niños por cada 100 de los todos los que se necesitan, denuncian desde el grupo municipal Podemos-IU.
Granada, en todos los casos, supera tanto la media andaluza como la española. Estos datos serán presentados en el Pleno del próximo viernes por el grupo municipal Podemos-IU a colación de una moción con la que pretenden que se fije un compromiso con la reducción de la pobreza infantil.
Para ello, se presentará para su aprobación una propuesta de acuerdos que contemplan en primer lugar la creación de un Consejo Municipal frente a la Pobreza Infantil con participación de los servicios sociales comunitarios, centros de salud, Universidad de Granada y entidades especializadas en la lucha contra la exclusión social con especial arraigo en los barrios más empobrecidos de la ciudad, que establezca marcos de colaboración, coordinación y trabajo en red de las organizaciones sociales y Ayuntamiento.
También se instará a que se elabore un Plan Local Frente a la Pobreza Infantil que se marque como objetivo reducir la tasa de exclusión en la ciudad de Granada hasta el 17% en la población infantil. También plantea la moción la puesta en marcha de aulas de refuerzo escolar en todos los colegios públicos de la ciudad así como potenciar de escuelas de habilidades para padres y madres. Por otro lado el grupo municipal contemplan la creación de cursos de español para extranjeros para facilitar la integración y abrir comedores o escuelas de veranos donde se garantice la alimentación a niños en situación de pobreza infantil durante las vacaciones escolares.
Elisa Cabrerizo, concejal de Podemos-IU ha puesto de manifiesto hoy en una visita al Centro socio cultural Zaidín -el barrio de Granada que más familias tiene con menores a su cargo- que atajar la pobreza infantil es una "cuestión clave en todas las políticas internacionales y locales" ya que todas las "organizaciones internacionales dicen que la población española más pobre es la de los menores". Veinte de cada cien niños en el país son pobres severos, "no se habían dado tales cifras desde las encuestas de condiciones de vida de 2004. España es el cuarto país más rico de Europa en cambio tenemos unos niveles de pobreza infantil similares a los de Rumanía", ha sentenciado.
Por eso, insistía en la cronificación de la pobreza. El niño que es pobre, lo es en su adolescencia, en su juventud y cuando es adulto y Granada es la segunda ciudad según IRPF en Andalucía en cambio tiene 4 de cada 10 niños pobres y un 13% de pobreza severa infantil. “Son niveles que nuestro propio Ayuntamiento ya iba recogiendo y está claro que los recursos que estamos utilizando no sirven”. En este punto, Cabrerizo señala que el centro cultural "es una referencia para los servicios sociales del Ayuntamiento porque no da este servicio”. Sobre las políticas municipales en este campo, la edil asegura que los recursos no han servido, hay que reordenarlos y "el objetivo debería ser bajar la tasa del umbral de la pobreza por debajo del 17%, que ya es muy alto, pero Granada está en una tasa del 23-26%”.
Medio centenar de niños atendidos por 'gente del barrio'
Hasta donde no llegan las ayudas públicas, sí lo hace la ciudadanía. Es el ejemplo del Centro socio cultural Zaidín (no es público pero sí se usa como recurso de los Servicios Sociales) que desde la Transición ha dedicado sus esfuerzos a atender todo tipo de emergencia social. Comenzaron combatiendo "el analfabetismo de la gente mayor, el segundo fue sacar a las mujeres de estar encerradas" y el tercero, el actual, "es el fracaso escolar y la demanda de saber español por parte de las familias venidas de otros países”, explica Pilar Romero, una de las trabajadoras del centro.
Ahora su máxima es atender a los menores en riesgo de exclusión del barrio. Tienen capacidad para atender a 56 niños desde los 7 hasta los 14 años y tienen una lista de espera de 20 jóvenes. Además de este servicio, también ofrecen cursos pedagógicos para padres, clases de español para las familias de migrantes y escuela de verano con comedor. El edificio, con unos 40 años de antigüedad, pertenece al arzobispado y el centro recibe del Ayuntamiento, explica Romero, unos 3.000 euros mensuales.
Pilar Romero guarda en la memoria cientos de casos de emergencia social. "Cuando cierra el Dani o el Día, hay familias que van a coger los yogures o alimentos que tiran, también había niños que rebuscaban en las papeleras del recreo buscando restos de bocadillos, esto nos hizo pensar que había que hacer algo", señala Romero que recuerda que a partir de ahí el presidente de la asociación de vecinos convocó a las fuerzas vivas del barrio y pusieron en marcha el centro de distribución de alimentos, con un convenio con el banco de alimentos donde acuden 400 familias cada 15 días.
Las clases para los niños se imparten de lunes a viernes desde las 16:30 a las 18 horas y dice Pilar Romero que cuando se van a casa es con los deberes hechos. "El apoyo escolar porque es lo que más necesitan porque los padres no saben o no pueden ayudarles porque están trabajando o porque la casa no reúne las condiciones ya que o está la tele puesta, o es pequeña o hay ruido... Aquí se les trata con todo el cariño con valores de solidaridad. Los viernes hemos querido que sean culturales para que crezcan con valores de inclusión porque hay en torno a un 50% de niños de otros países".
Tener hijos, un factor de riesgo de pobreza
Un hogar granadino en riesgo de pobreza o exclusión social, según los datos aportados por la Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social, es un hogar monomarental o con padre muy ausente, con niveles bajos de formación, con progenitores en situación de desempleo o con empleos precarios que no permiten sustentar las necesidades básicas de vivienda, alimentación, aseo. Según los datos del año pasado, tener hijos e hijas es un factor de riesgo de pobreza: ya que el 16.9% de hogares compuestos por adultos y sin menores, están en riesgo de pobreza, mientras que los hogares con menores presentan una tasa del 23.2%. Es decir, más de seis puntos porcentuales de diferencia entre hogares sin y con hijos. Esta tasa es más severa en las familias monoparentales o monomarentales, en este caso la tasa sube al 42,9%, o sea, el doble de la media de todos los hogares.
Granada forma parte de una comunidad autónoma cuyos índices de pobreza severa han pasado de 400.000 personas en 2007 a 650.000 en 2018 y esa proporción también es local. La diferencia entre 2017 y 2018 es de 75.000 personas en riesgo de pobreza y exclusión social a costa del empeoramiento de la situación de las mujeres. La tasa de pobreza en Andalucía en los últimos dos años se ha incrementado en un 32%, pero si tomamos la población que vive en privación material severa, el aumento es del 54% y la población que presenta dificultades para llegar a fin de mes es del 68.2%. El 56% de la población tiene ingresos inferiores a 1.000€ al mes.
La pobreza infantil, un perfil delimitado
El perfil que detalla Pilar está muy delimitado y es transversal porque quien es pobre, lo es de alimentación, de vestido, de educación y también acusa pobreza energética. Los padres de estos niños es gente con trabajo precario o sin trabajo y que no pueden ayudar a sus hijos, "esto también les crea tensión y malestar". Por otro lado, la educación es un factor de vital importancia para el centro ya que siendo la base de todo un futuro, la pobreza acaba por obligar a los niños a abandonar pronto la educación para buscar trabajo con el que llevar recursos económicos a casa o porque la situación de incertidumbre directamente les impide concentrarse en el estudio.
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