"En Granada hemos tenido políticos con muy poca capacidad de liderazgo"
Ricardo Flores | Secretario general de CCOO
El secretario general de CCOO Granada, Ricardo Flores, asegura que Granada tiene que apostar por el Corredor Mediterráneo como gran reto de futuro para la provincia
Granada/Frustrado por no haber llegado a acuerdos con los empresarios granadinos en doce años, el secretario general de CCOO Granada, Ricardo Flores, aborda la situación de la provincia, los retos de futuro entre los que enmarca la necesidad de contar con el Corredor Mediterráneo y cómo ha sido su trato con los diferentes agentes del diálogo social. En su despedida como responsable de Comisiones Obreras en Granada se va con esa espinita de no haber encontrado interlocutor válido en el bloque empresarial.
"La mayoría de la población vive en dos grandes núcleos, el Área Metropolitana con más de 500.000 habitantes y que por lo tanto es una gran urbe, y después el área de la Costa, pero no solamente eso. Tenemos que integrar con las nuevas tecnologías que hay todos los territorios. Un tío puede trabajar en un parque natural como la Alpujarra y estar conectado con el mundo. No hace falta tener que la fibra óptica pase por Granada capital, que pasa y por eso se instalan y tiene una rapidez tremenda. Pero hoy la gente puede trabajar en un entorno rural, natural y de medio ambiente y que va a fijar a la gente en el entorno porque si no se degrada", apunta sobre la necesidad de hacer un tránsito real hacia la España vaciada.
Pero sí, un proyecto que hay que planificarlo adecuadamente con "medidas urbanísticas, de incentivación de entornos naturales, que se le dé atractivo a los jóvenes el vivir en un entorno saludable y eso no les condicione en el aislamiento social".
–Son muchos años hablando de que España en general y, sobre todo, Granada en particular necesitan un cambio del modelo productivo, ¿cómo se hace eso?
–La gente habla del modelo productivo, me refiero a los empresarios y a alguna organización, como si fuera que tú le das a un botón y sale “modelo productivo nuevo y modelo productivo viejo”, pero el cambio de modelo productivo tiene que venir aparejado de muchas cosas. Fundamentalmente, de un cambio de mentalidad y la mentalidad empieza en la formación de los trabajadores y de las personas. Ese cambio de modelo productivo tiene que ver con los valores que somos capaces de implementar en la sociedad y con el futuro de la sociedad, que son los jóvenes. O vamos cambiando esa percepción de las cosas y vamos exigiéndole a nuestros gobernantes ese cambio de modelo productivo, de hijos a padres y de padres a hijos, o no lo vamos a conseguir.
–En todos estos años se ha perdido poder financiero, hemos estados aislados por tren, se han caído proyectos importantes... ¿Tiene solución Granada?
–La verdad es que hemos tenido desgraciadamente unos políticos con poca capacidad de liderazgo, por no decir muy poca. Hemos tenido muy malas experiencias, la mayoría de los políticos con cierto peso en sus pactos cuando no nos han cambiado por Sevilla lo han hecho por Madrid o por dos churros y dos cafés con leche o una Diputación en Málaga. Tenemos metidos en política a una partida de impresentables tremenda y estoy hablando en general, de aquellos que tienen unas ambiciones personales desmedidas. Igual que tenemos también magníficos políticos, algunos de ellos en activo y que están haciendo un buen trabajo. Pero hay un déficit que los partidos políticos son incapaces de identificar: el arribismo, el oportunismo y la mediocridad de determinados políticos. Los partidos como partidos no excluyen a aquellas personas que van por otros intereses que no son los de los ámbitos de los ciudadanos, esas personas que no nos sirven a los ciudadanos. La mayoría son partidos muy inmovilistas que aunque tengan identificado al bicho no ponen vacuna.
–¿Por qué proyecto de futuro tendrían que apostar decididamente las instituciones locales?
–Hay uno determinante para Granada que es el ferrocarril del Mediterráneo tanto en viajeros como en mercancías. Nos va a salvar de vivir totalmente aislados y significaría un rayo de esperanza en comunicación y desarrollo. Va a ser la noche y el día si lo conseguimos, el no aislarnos de nuevo. El gran reto que tienen los granadinos es que se haga la conexión y después hay cosas muy importantes como es la conexión por tren con nuestro Puerto que es el único que no tiene, pero es más secundario con permiso de los motrileños.
–Su sindicato ha rechazado el proyecto de Granada para ser Capital Cultural Europea 2031. ¿Qué es lo que piensan que no encajan de dicha candidatura?
–Cuando un territorio tiene que reivindicar una Capitalidad Cultural tiene que llevar aparejado no solamente que tenga monumentos o un entorno natural envidiable. Creo que los territorios tienen que aportar más cosas para que haya una Capitalidad Cultural, el valor añadido que da la cultura que se hace en ese espacio, que haya expresiones culturales como el teatro, la música, la pintura o el respeto al medio ambiente. Granada tiene unas condiciones tan inmejorables que podríamos crear ese espacio de transformación de un entorno sostenible que no está deteriorado por un sector industrial, y lo que es una debilidad convertirla en una oportunidad y además contamos con una Universidad con un potencial tremendo de conocimiento que nos puede ayudar en ese tránsito a un mundo más sostenible.
–¿Cuál ha sido su trato con los políticos locales en este tiempo?
–Yo con los políticos no he tenido un mal trato en general. Soy una persona educada y respetuosa y he intervenido en algunos congresos del PSOE o del PP. Para mí el político granadino en activo con más predicamento, coherencia es Pepe Entrena, que además es muy normal y muy llano. Es el mejor presidente de la Diputación que yo he conocido y no me duele decirlo. Respecto a los alcaldes de la capital con José Torres Hurtado no tuve mala relación, fue fluida y de respeto mutuo porque además el PP en Granada siempre nos ha reconocido el sitio y la representación, algo que no puedo decir lo mismo con Ciudadanos que no sabe quién es quién en esta sociedad ni le interesa y así le va. Con Paco Cuenca somos amigos cercanos y tengo una muy buena relación con él. He conocido a alcaldes de toda la provincia un signo y de otro buena gente y que estaban intentando hacerlo lo mejor posible por su municipio, pero por mencionar a alguien destacaría a la alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, porque es una mujer que cuando ha tenido un problema ha intentado buscar una solución. La delegada del Gobierno, Sandra García, fue una persona muy conciliadora como delegada de la Junta de Andalucía en Granada y después tengo buena relación con la diputada como Elvira Ramón que es muy cercana.
–¿Y con sus coetáneos de UGT con los que ha compartido el liderazgo sindical?
–El trato con mis compañeros de UGT ha sido magnífico, de respeto mutuo y cada uno con su impronta propia. Yo he conocido a tres secretarios generales como Mariano Campos que no tiene nada que ver con Manuela Martínez ni con Juan Francisco Martín, cada uno de los tres son diferentes. Con Mariano Campos aprendí muchísimo, fue quien me enseñó y quien me orientó como yo intenté orientar luego a sus sucesores. Manuela Martínez tiene una capacidad de liderazgo social muy importante. Con Juan Francisco Martín me llevo estupendamente, he compartido muchas horas con él, hemos compartido aficiones y hemos terminado siendo muy amigos, es magnífico como persona y como sindicalista.
–El granadino Gerardo Cuerva está al frente de una de las principales patronales del país, Cepyme. ¿Cómo se lleva con él?
–Gerardo Cuerva cuando me ve siempre dice "cómo están mis compañeros y amigos de los sindicatos". Es una persona muy afable pero no pasa de ahí. Eso no se traduce después en capacidad de llegar a acuerdos, establecer prioridades para la provincia y realizar trabajos conjuntos.
–Intuyo por sus palabras que no tiene mucho aprecio por la clase empresarial granadina. ¿Ve cierto el tópico lorquiano que de todas las burguesías, la peor es la de Granada?
–Creo que sí, personalmente. Eso existe de verdad, yo no lo creía y durante 12 años he estado empeñado en no creerlo y hacer la unidad de acción pero me voy con la espina de que en 12 años no he podido cambiar al empresariado granadino en ningún posicionamiento como tampoco he logrado que otros organizaciones sindicales se sumen a un Primero de Mayo unitario. Hay de todo, algunos son magníficos, pero hablo de la generalidad y deja mucho que desear porque van a su beneficio. En la mentalidad de los empresarios granadinos no existe algo que está en la mentalidad de los sindicalistas que es mejorar la vida de la gente. Sólo piensan e su estatus y sus empresas a nivel personal, lo demás le da igual. En su imaginario y sus valores no ven más allá. Cómo vas a trabajar con alguien que no está, es imposible.
–¿Cómo le gustaría que le recordara la sociedad granadina?
–Espero que me recuerden como una buena persona, honesta, que intentó defender los derechos de los trabajadores de la mejor forma posible. No sé si hemos conseguido muchas metas o no, pero nuestra organización está hoy en mejores condiciones que hace 12 años. Y si hay algo de lo que estoy especialmente orgulloso es de que los jóvenes mejor formados que hay en nuestra organización son los que van a tirar adelante en estos próximo cuatro años, muy formados y comprometidos a nivel cultural e ideológico. Es de lo que me voy más contento, he conseguido disminuir la edad media de la Ejecutiva Provincial del sindicato.
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