Granada se queda sin bus turístico
El Ayuntamiento renuncia al contrato de gestión "por razones de interés público" Alegan que los recorridos presentados por las empresas entran en colisión con la LAC

Granada no volverá a ver más el mítico autobús rojo descapotable franqueando las calles más céntricas de la ciudad mientras los turistas asoman sus cámaras de última generación desde lo más alto del vehículo para llevarse un cachito de los encantos de la capital. El Ayuntamiento ha renunciado al contrato cuando ya se habían abierto los tres sobres del concurso público que puso en marcha a finales de 2014. Lo ha hecho alegando razones "de interés público". Según reza el informe de la mesa de contratación, sería necesario acometer una revisión del pliego de prescripciones técnicas y administrativas para introducir un cambio: que fuera la propia Concejalía de Movilidad quien fijara el circuito turístico que hace el autobús.
El problema, según fuentes municipales es el siguiente: los itinerarios propuestos por las empresas que concurrían al concurso público (la UTE formada por City Sightseeing, Rober, autobuses turísticos Alhambra y Abades; la UTE formada por Automóviles Luarca y Julià Travel; y finalmente Autocares Vista Alegre) no se ajustaban a lo estipulado en el pliego de prescripciones técnicas respecto a los itinerarios, esto es, colisionaban con el recorrido de la LAC. Esto obligaría al Ayuntamiento a cambiar forzosamente los itinerarios a las empresas y éstas, en su derecho, podrían pedir una modificación sustancial del contrato. Es decir que en vez de pagar un canon, por ejemplo, de 180.000 euros al año a la ciudad podrían reclamar una rebaja a 100.000 por estar obligadas a pasar en vez de por Gran Vía, por Camino de Ronda en aras a no interrumpir el discurrir diario de la LAC.
"Se considera que existen razones de interés público más que acreditadas para que, conforme a lo dispuesto en el artículo 155 de la ley de contratos del sector público, pueda renunciarse a la celebración del contrato promoviendo, si así se estima oportuno, una nueva licitación que tenga en cuenta las objeciones aquí planteadas y que garantice la máxima seguridad jurídica posible en el devenir de la concesión", relata el informe emitido por la mesa de contratación.
La renuncia a un concurso público en un proceso burocrático tan avanzado es una posibilidad legal que tienen los ayuntamientos, siempre y cuando no se haya producido la adjudicación del concurso, si bien es cierto que es una práctica muy poco frecuente.
La desaparición del bus turístico de las calles de Granada supone que el transporte de visitantes en la ciudad queda exclusivamente en manos de Julià (como se ha citado anteriormente, una de las empresas que también concurrían al concurso) y que es quien explota el trenecito turístico que baja de la Alhambra.
Desde que el pasado mes de octubre de 2014 dejara de operar en la ciudad el servicio que ofrecía City Sightseeing, la capital se ha quedado sin esta opción que fue considerada por el propio Ayuntamiento como "servicio público". El recorrido del bus turístico, que se adjudicó por diez años a City Sightseeing, debería haber cesado el 29 de enero de 2013, después de que se cumpliera la concesión, pero no lo hizo. El Ayuntamiento fue dando a la empresa varias prórrogas hasta que emitió un últimatum el 18 de septiembre de 2014. Su incumplimiento hizo que la ciudad le reclame a la empresa 173.000 euros por haber estado operando sin concesión. La empresa alega que pocos días antes de que caducara el contrato en 2013 el Ayuntamiento sacó otro concurso público por diez meses teniendo en cuenta que iba a entrar la LAC y no tenían muy claro cómo integrar ambos transportes. El plazo para presentar las ofertas terminó el día 7 de febrero de 2013 y un día después, el 8, el Ayuntamiento anunció que pondría en marcha un tren turístico que conectaría la Alhambra con la ciudad.
Justo después de que la empresa cesara su actividad, el Ayuntamiento cambió en la Granada Card el servicio que prestaba City Sightseeing por el tren turístico. De esta forma previo pago de 37,50 euros el viajero tiene la oportunidad de visitar la Alhambra, la catedral, la Capilla Real... montarse 9 veces en los autobuses de Rober y darse un paseo en el trenecito que, anualmente, paga al Ayuntamiento un canon de 300.000 euros.
Desde la empresa City Sightseeing siempre mantuvieron que, abiertos los tres sobres del concurso ellos debían ser los ganadores pero el Ayuntamiento nunca hizo pública su decisión hasta que decidió suspender el concurso público.
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