Granada reactiva las excavaciones en la villa romana del Zaidín

Municipal

La segunda fase servirá para delimitar la extensión de los restos y poder compaginar su conservación con la urbanización de la Plaza Rafael Guillén para los vecinos

Se construirá un edificio para musealizar las partes más importantes de la villa

Granada reactiva las excavaciones en la villa romana del Zaidín / Álex Cámara

Granada/Granada saca a la luz sus antepasados romanos. Lo está haciendo en el Complejo Los Mondragones y con la Villa romana del Zaidín, que ahora reactiva los trabajos para conocer más sobre este espacio aparecido en la calle Primavera y sobre el que se han hecho varias intervenciones desde los años 80.

El Ayuntamiento de Granada ha dado comienzo a la segunda fase de acondicionamiento y preparación arqueológica de estos restos, situados en la recién denominada plaza Rafael Guillén. El objetivo: "ver lo que hay". El presupuesto será de 70.000 euros y la intervención durará unos dos meses.

"Esta fase está coordinada por un amplio equipo para saber el alcance real del yacimiento, algo que es vital para urbanizar la plaza, que es una reivindicación de los vecinos que vamos a acometer este año una vez que finalicen los estudios y nos digan el alcance y hasta que límites podemos llegar", ha explicado sobre el terreno el concejal de Urbanismo, Luis González.

La intención expresada por el concejal es poder compaginar la conservación de los restos más importantes que se descubran en la villa con la creación de un espacio público y parque para los vecinos con "mobilario, árboles y zona para los vecinos independientemente del tratamiento que se vaya dando de forma paulatina a los yacimientos arqueológicos que supongan una aportación a la historiografía de la ciudad".

"Se hará un nexo perfecto entre parque moderno y revitalización de los restos del pasado, entre la Granada del pasado y la del futuro en una coexistencia importante", ha asegurado el concejal.

Así, ahora se han licitado las obras de la segunda fase de intervención arqueológica y después se licitará la plaza poeta Rafael Guillén.

El arqueólogo municipal Manuel López ha explicado que el objetivo de esta fase es la intervención para evaluar el potencial villa. Ya se conoce que fue una gran villa que tuvo su extensión a partir Siglo I, igual que los Mondragones, y lo más destacable es el programa iconográfico de los mosaicos, que aunque son tardíos suponen un amplio elenco en cuanto a variedad tipológica y de ejecución. "El interés es evaluar el potencial y preparar lo que va a ser el proyecto definitivo de conjunción entre un edificio que albergue y muestre los restos y otro espacio que contendrá la plaza pública que es una reclamación histórica de los vecinos".

La intervención está cofinanciada con Fondos Feder. Una vez concluyan los dos meses de actuación, "nos sentaremos con Cultura para consensuar el modelo de plaza y de edificio que contenga los restos".

Esta es la segunda fase de una intervención que hace más de un año ya actuó pero que se quedó "corta presupuestariamente porque pensábamos que tenía menos extensión". "Ahora la segunda fase es más ambiciosa con deseo expreso de evaluar el potencial y su extensión". Respecto a la plaza posterior y los restos no significa que no existan otros restos cercanos sino de consensuar un proyecto con Cultura preservando el pasado y con ambición de futuro. Y es que no todos los restos son musealizables, por lo que se datarían y se taparían.

Los restos condicionarán también esa plaza ya que tanto el arbolado como el mobiliario se tendrán que adaptar para que no se dañe lo que quede debajo. "No es posible poner todo en valor, tendríamos que tener un gran presupuesto y no daríamos pie a la demanda vecinal", destaca el arqueólogo.

Una villa de un latifundista rico

Lo que se conoce de los restos romanos en el Zaidín, en la zona de Vergeles, junto al a calle Primavera, es que había un gran edificio con gran peristilo que se descubrió en los años 90. Antes, en el 89, se hizo una intervención bajo los edificios de viviendas cercanos y se puso al descubierto un balneario propio, lo que daba señal de la presencia de una gran villa romana para la ciudad. La tipología sería la típica de patio central con dependencias. "La última intervención descubrió espacio grande central que nos deja con la miel en los labios porque hay restos de mayor trascendencia", asegura el arqueólogo Manuel López. Así, dentro del conocimiento de la ciudad romana destacan tanto el complejo de Mondragones como esta gran villa, que ocupa un espacio de 1.200 metros cuadrados y que sería de un latifundista rico.

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