A Granada vino... y triunfó
Éxito. La primera edición del Salón 'A Granada Vino' ha dado cita en nuestra capital a bodegas de más de treinta denominaciones de origen y zonas vitivinícolas españolas
EL mundo contemporáneo va adquiriendo una percepción diferente de los gustos, con una inclinación muy peculiar hacia lo exquisito. Este refinamiento ya no solo se refiere a la buena comida y al buen vino, sino que se ha dirigido con sutileza hacia otras esferas que forman parte del modo de vida casi cotidiano de las personas. La moda, el arte, la música, los viajes, las aficiones y hasta la tecnología están entre las muchas preferencias que se incorporan al estilo gourmet a que aspiran muchas personas. La exquisitez en la mesa va pareja a la cultura y la erudición.
Granada es la provincia de Andalucía en la que más vino tinto se consume. Hay otras provincias productoras, como Cádiz o Córdoba que, con sus vinos generosos de Jerez y Montilla-Moriles, respectivamente, nos sacan ventaja a los granadinos en cuanto al consumo per cápita de vinos se refiere. Pero en tintos, no nos gana nadie en tierras andaluzas. Seguramente influye el clima que, como ahora en invierno, invita a beber vinos que nos den sensación de calidez y que no se beban fríos. Pero también creo, desde mi punto de vista, que se trata de que los granadinos vamos teniendo un poquito de cultura de vino y sabemos apreciar y disfrutar de buenas referencias. Y es que el vino es una de las expresiones más sinceras y nobles del buen gusto. El vino ha evolucionado como parte de la vida, la cultura y la alimentación desde tiempos inmemoriales. Como un símbolo cultural de un estilo de vida, el papel del vino ha evolucionado con el tiempo, dejando de ser una importante fuente de nutrientes para convertirse en un acompañamiento cultural de la comida y en sinónimo de distensión, compatible con un estilo de vida saludable. 'Gourmet' es una palabra de origen francés que en la antigüedad personificaba al "valet encargado de los vinos". En la actualidad, en esa misma lengua, su significado es una alteración influenciada por la palabra gourmand, que es también una persona con un gusto peculiar por la comida y el vino, pero igualmente puede hacer referencia al calificativo de 'glotón'.
El arte de la viticultura y la vinificación también han cambiado. No obstante, en esta larga ruta por la historia, una cosa se mantiene y nunca se ha descuidado: la asociación del vino con gastronomía, historia, tradición, origen, productos locales de calidad y entornos sociales dignificados. La valoración cultural del vino refleja la diversidad de las regiones vitícolas y los hábitos culinarios. Los productos de calidad indican unas pautas de consumo moderadas, ya que sólo si el vino se degusta de forma moderada y lenta se pueden apreciar y disfrutar plenamente su carácter y sus sabores únicos y complejos.
Granada es una plaza 'golosa' para las bodegas de fuera de nuestra provincia que buscan hacerse un huequecito en los establecimientos de hostelería granadinos en particular y andaluces en general. Con esta idea ha nacido el Salón 'A Granada Vino', que ha tenido lugar los días 19 y 20 de enero en un marco incomparable: el Carmen de Isabela (Carretera de la Sierra, 13), el nuevo proyecto de Juan Andrés Morillas del Restaurante El Claustro (Hotel Santa Paula). Un Salón organizado por Cátalo en Casa y Qué bien Vino", solo para profesionales del vino (distribuidores, restauradores, sumilleres…) que durante dos tardes pudieron degustar elaboraciones de más de treinta bodegas de toda nuestra geografía, presentadas por los propios bodegueros y enólogos con los que los asistentes tuvimos ocasión (yo también, por supuesto no podía faltar a una cita así) de departir y cambiar impresiones. La mejor manera de conocer un vino: probarlo con su 'padre', con su creador; conocer la historia que hay detrás de aquella botella. Y una ocasión inigualable para los distribuidores andaluces que, en dos tardes de trabajo, se pudieron acercar a tantas referencias para seleccionar aquellas que puedan completar su portfolio.
Vinos de Alicante, Bierzo, Bullas, Campo de Borja, Txacolí de Getaria, Castellón, Málaga, Méntrida, Navarra, Penedès, Rías Baixas, Ribera del Duero, Ribera del Guadiana, Rioja, Rueda, Somontano, Tierra de León, Toro, Castilla La Mancha, Castilla León y Zamora… Que espero encontremos muy pronto en nuestros bares de vinos favoritos. Porque aunque en Granada se elaboran vinos extraordinarios de los que podemos sentirnos muy orgullosos de pedir y recomendar, hemos también de ser curiosos y probar cosas nuevas y diferentes. Porque el vino es un festival para los sentidos. Porque lo gourmet se describe como un mundo de sensaciones y delicadezas, donde es fundamental que prevalezca el gusto, el refinamiento y la exquisitez. Más que en los sabores, lo gourmet se ha convertido en la actualidad en un modo o estilo de vida. Y del mismo modo en que modifican los estilos de vida de las personas, se hacen crecientes sus expectativas y pretensiones; y para cubrirlas, los bodegueros añaden valores a sus vinos, con ofertas exclusivas, diseños atrevidos, divertidos o con mucha historia detrás -a veces secular-, peculiares y distintivos en el envasado y etiquetado que los hacen más apetitosos a la vista y al paladar. Vinos para clientes cada vez más exigentes.
Y si aún no está convencido de que el vino es un estilo de vida, les recomiendo el libro de Enrique López (quien ha estado involucrado en la organización de A Granada Vino) ¿Te cuento un vino?. Relatos cortos con curiosidades e historias de bodegas, bodegueros y familias dedicadas a una misma pasión: llenar nuestras copas de felicidad. Por ahora, solo está en venta en el portal www.libros.com, y en febrero en librerías.
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