El Guerra lleva a juicio por presuntas coacciones a un ex trabajador
Los propietarios del restaurante califican de "gravísimo" el daño causado por Daniel Toledano a la empresa durante la huelga de hambre que protagonizó en octubre

La huelga de hambre que Daniel Toledano llevó a cabo durante los primeros días de octubre frente al El Guerra, en Huétor Vega, así como las declaraciones que durante la misma vertió a este periódico, en las que pedía que los dueños le reconocieran el trabajo que había desarrollado en el restaurante, le han valido una denuncia y la obligatoria asistencia a un "juicio de faltas seguido por coacciones" que tendrá lugar el próximo 2 de diciembre.
"He trabajado como camarero, albañil, cocinero y pintor durante tres años, desde el 21 de abril de 2005 hasta el 21 junio de este año. Me fui porque me explotaban y me trataban mal. Sólo quiero que se sepa", afirmaba Toledano hace apenas un mes. El argentino había acudido en julio a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, donde denunció haber prestado servicio en la empresa sin haber sido dado de alta y cobrando "240 euros por 60 horas de trabajo semanales". Una reclamación que no fructificócuando, en su informe, la Inspección concluyó que "no había prestado servicio en la empresa".
Pero ahora, cuatro meses después, la ampliación solicitada por Toledano en la Inspección ha tenido éxito. No en vano, el informe reconoce que "una vez mostradas las fotografías" y tras ser requerida nuevamente la empresa, queda acreditado que "sí prestó servicios".
Como consecuencia, el inspector Juan Lozano Palmos solicita que se practique la correspondiente "acta de infracción en materia de extranjeros al haber dado ocupación a un trabajador extranjero sin estar en posesión de la perceptiva autorización administrativa para prestar servicios por cuenta ajena". Con esta nueva conclusión, Toledano acudirá al juicio con "algo más de ánimo".
En la denuncia, presentada por uno de los propietarios del local, Mario del Paso Castro, el restaurante considera que Toledano ha puesto en duda "la honestidad y veracidad de las actuaciones" de su empresa al iniciar una huelga de hambre en su negocio el 3 de octubre y colocar una pancarta.
Dos días después, según consta en el escrito de denuncia, Toledano "hizo unas declaraciones totalmente falsas en un periódico de gran tirada de la provincia en las que expone haber trabajado en el restaurante durante tres años, hecho que es falso".
Castro indica que, aprovechando que estaba haciendo la huelga de hambre, el ex empleado "se ha encargado personalmente de hablar con trabajadores de allí, así como con clientes de este negocio, contando hechos totalmente falsos, acusándonos de ladrones, explotadores, que le hemos robado a él y a más gente, e intentando disuadir a la clientela con el único fin de causar un grave y directo perjuicio al negocio". Así, el propietario valora que el perjuicio causado es "incalculable.
Por otra parte, asegura que la empresa ha tenido que soportar "chantajes" por parte de Toledano, quien pidió "20.000 euros" a cambio de denunciar su situación. Ante esta acusación, el argentino explica que sólo le dijo a los propietarios que "se estaban ahorrando conmigo todo ese dinero al no darme de alta en la Seguridad Social", lo que la empresa, según reconoce el propio Toledano, quiso hacer.
En este sentido, el abogado de El Guerra, Fernando Conde, afirma que la empresa ha intentado regularizar su situación en España y que, tras dos solicitudes ha sido denegado su permiso de trabajo, por lo que la empresa no ha podido contratarlo.
Este es el motivo, según indica Conde, que ha llevado a reaccionar así al ex trabajador que, según precisa, "sólo ha sido requerido en diversas ocasiones como profesional de mantenimiento, prestando sus servicios siempre de manera mercantil y nunca laboral".
Por su parte, Toledano niega este argumento y, mientras llega el día del juicio, remite escritos al delegado de la Junta en Granada, Jesús Huertas, o al defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo para que se tenga en cuenta su "desamparo". "En cuanto termine todo este asunto", quiere volverse a Argentina, donde asegura que está su mujer y cuatro hijos, ya que "desde que todo esto comenzó" le ha sido imposible encontrar otro trabajo sin tener papeles.
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