Guía para sobrevivir a la Selectividad

Las pruebas de acceso a la universidad prácticamente repiten el modelo anterior tras un proceso meteórico de cambios y sobresaltos

Se realizan del 12 al 14 de junio

Estudiantes durante las pruebas de Selectividad el pasado curso en la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada. / Álex Cámara
E. Maldonado · A. Asensio

29 de mayo 2017 - 01:36

Una ley, un real decreto, una orden y una instrucción después la Selectividad sigue siendo la Selectividad. La minoría parlamentaria del Gobierno del Partido Popular sumada a la presión social contraria a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) han conseguido que el sistema de acceso a la universidad que ideó la Ley de Educación se agüe tanto que es necesario concentrarse a conciencia para advertir los cambios. El proceso, sin embargo, ha mantenido a alumnos, profesores y padres con el alma en vilo hasta el último segundo. Solo hay que tener en cuenta que la última instrucción que la regula se publicó el pasado 28 de abril.

Las pruebas comienzan en tres semanas. El próximo 12 de junio se realizarán los exámenes de Historia de España, Lengua Castellana y Literatura y Lengua extranjera. Todos los alumnos, al margen del Bachillerato que hayan cursado, deben afrontar estas tres pruebas. Serán unos 5.000 en el caso de Granada, repartidos en las sedes dispuestas por la Universidad tanto en la capital como el la provincia. Se da la circunstancia de que la UGR también se ocupa de las sedes del territorio MEC, Ceuta, Melilla e institutos españoles en Marruecos.

Los últimos cambios abren la horquilla de materias optativas y la elección de idioma

El 13 de junio se realizarán dos tipos de exámenes. En primer lugar se desarrollarán las pruebas troncales de modalidad: Matemáticas, Latín, Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales y Fundamentos del Arte. Pueden elegir cualquiera, aunque no la hayan cursado.

Los cuatro exámenes que hagan los días 12 y 13 componen lo que se denomina fase de acceso y la media que consigan determina el 40% del expediente. El 60% restante corresponde a las calificación obtenida en primero y segundo de Bachillerato.

Es decir, cuando un estudiante tenga que acreditar su expediente académico, por ejemplo para pedir una beca, ésa será la nota que tenga que hacer constar. El techo está en el 10.

Una de las novedades que introduce la Selectividad de este año es que el cuarto examen de la fase de acceso cuenta doble. Sirve para hacer la media del expediente pero también se tiene en cuenta para subir nota. Es decir, si el alumno borda el examen de Matemáticas, Latín, Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales o Fundamentos del Arte, además de los tres comunes, puede conseguir un 14, sin necesidad de presentarse a más materias.

A partir de aquí, los alumnos pueden realizar hasta cuatro exámenes más, aunque solo se tendrán en cuenta los dos en los que consigan mejores resultados, para subir sus calificaciones, pero solo con vistas a mejorar sus posibilidades para conseguir plaza en carreras muy demandadas, como Medicina, que tienen la nota de corte más alta. De esta forma pueden conseguir hasta cuatro puntos adicionales. O sea, podrán lograr como máximo un 14.

El día 13 están programadas también parte de esas pruebas, denominadas de fase específica, que sirven exclusivamente para subir la nota con la que mejorar las posibilidades acceder a los grados más competitivos. Para esa jornada se han fijado los exámenes de Historia de la Música y la Danza, Técnicas de Expresión Gráfico-Plástica, Química, Dibujo Artístico, Cultura Audiovisual, Geología y Griego.

El día 14 se realizarán el resto de los exámenes voluntarios para elevar la nota de admisión a la universidad, además de las incompatibilidades, que se harán en horario de tarde.

El proceso contiene pocos cambios respecto al pasado, pero el camino hasta llegar aquí ha estado plagado de sobresaltos. El responsable de la coordinación de la prueba en la Universidad de Granada, Ceferino Ruiz, califica los últimos meses como "muy ajetreados". La Lomce preveía que las pruebas de acceso a la universidad, entonces llamadas reválidas, las realizaría Educación. No fue hasta el 9 de diciembre cuando un real decreto ley apuntó en dirección a las universidades, intención que se confirmó en una orden de 22 de diciembre, que las obligó a ponerse a preparar a marchas forzadas la Selectividad, ahora llamada Prueba de Evaluación de Acceso a la Universidad (Pevau).

Después han venido más cambios. Por ejemplo, se ha ampliado el número de materias de las que se pueden examinar los alumnos para subir nota y se da vía libre a que puedan examinarse en la fase de acceso de una asignatura optativa que no hayan cursado en el Bachillerato, modificación que se introdujo en Andalucía a través de una instrucción publicada en el Boletín Oficial el pasado 28 de abril, fecha en la que también se dio luz verde a que los estudiantes elijan el idioma extranjero del que se examinan, de modo que no sea necesariamente inglés.

Solo se podrá pedir la revisión de examen con riesgo de bajar nota

Este año desaparece el proceso de reclamación que podían instar los estudiantes cuando sin peligro de empeorar el resultado cuando no estaban conformes con las notas. La otra vía de reclamación que existía era la doble corrección, que implicaba el riesgo de ver mermada la nota final. A partir de ahora solo es posible una vía de reclamación, que se denomina revisión del examen, y puede conllevar efectivamente la bajada de la nota. Si el docente que revisa el examen lo califica con una diferencia arriba o abajo no superior a dos puntos se hace la media. Si la discrepancia es mayor, la prueba será evaluada por un tercer docente y se pondrá finalmente la media que arrojen las tres calificaciones. En cualquier caso ahora el alumno asume el riesgo de que su nota baje.

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