Un Haití granadino, 200 años antes
Motril recuerda el 13 de enero de 1804, cuando un terremoto de 6,7 asoló la ciudad · En los últimos mil años, de los 26 terremotos más terribles de España, 7 sacudieron Granada
En los últimos mil años, de los 26 terremotos más terribles de la historia de España, 7 han acontecido en Granada. En concreto, en 1431, 1531, 1804, 1806, 1884, 1954 y 1956, según el Ministerio de Fomento. El motivo lo explica Antonio Miguel Posadas Chinchilla, catedrático de Física de la Universidad de Almería y uno de los más experimentados investigadores de los movimientos sísmicos: "Los terremotos tienen unas áreas de ocurrencia muy localizadas en todo el mundo y es en ellas donde tiene lugar el 90% de la relajación sísmica detectada por todos los observatorios. Estas zonas son los denominados bordes de placa y toda la costa andaluza en general, y Motril en particular, se encuentran enclavados en una de estas áreas: lo colisión entre la placa africana y la euroasiática".
Los motrileños recordaron justo ayer los angustiosos momentos vividos el 13 de enero de 1804, cuando un terremoto con una escala de 6,7, con epicentro en el Mar de Alborán, asoló la ciudad. Su intensidad no es la única coincidencia con el seísmo tristemente ocurrido hace ahora un año en Haití, que tuvo una magnitud de 7,0 grados y se generó a una profundiad de 10 kilómetros. El temblor de tierra del Caribe tuvo lugar el 12 de enero, mientras que el de Motril fue al día siguiente, eso sí, con 206 años de diferencia. Los dos ocurrieron sobre las cinco de la tarde. En ambos casos hubo varias réplicas. En concreto, en Haití las más fuertes de 5,9, 5,5 y 5,1 grados. En el litoral granadino se sabe que hubo 12 temblores en 3 días, buena parte de ellos cada 3 horas. En la isla caribeña este terremoto ha sido el más fuerte desde el acontecido en 1770, mientras que en la Costa de Granada el último data de 1884. Muchos creen que no ha vuelto a producirse ningún movimiento sísmico desde entonces porque la ciudad hizo un voto por el que su patrón, Nuestro Padre Jesús Nazareno, sale en procesión, cada 13 de enero, en recuerdo del primer gran terremoto que ocurrió hace más de dos siglos.
Aquel día, a las 5:30 de la tarde, una fuerte sacudida despertó a la población. Como consecuencia del fuerte terremoto, el ayuntamiento, la alhóndiga, numerosas casas particulares y la iglesia Mayor fueron vapuleados como si fueran de papel. Según relata Chinchilla, Motril parecía una ciudad muerta, con sus casas abandonadas y sus gentes refugiadas en el campo. El panorama era desolador. Las réplicas no cesaron, las cuales mantuvieron en vilo a la población. Los motrileños piden amparo a sus patrones, el Nazareno y la Virgen de la Cabeza, que salen en procesión. Los temblores cesan. Según el historiador Domingo López, "en torno a esta fecha no existen muchos datos concretos, pues los libros de actas capitulares del ayuntamiento faltan, aunque sí existe más documentación del siguiente acontecido en 1884, que se reflejó en la prensa de la época.
De nuevo, sobre las mismas fechas, esta vez el 25 de diciembre de 1884, tuvo lugar otro terremoto, con epicentro en Arenas del Rey y escala de 6,5. Produjo la devastación total de varias localidades de la provincia y arrojó un dramático saldo de 839 muertos, 13.000 dañados y 4.400 edificios destruidos.
El día de Navidad, como preludio, un ruido sordo anunciaba que algo extraño iba a acontecer. Según las crónicas de la época, tras el seísmo, una nube de polvo volcánico se cierne sobre la ciudad. El terremoto se prolonga 15 segundos interminables. El pueblo es un puro clamor. Gritos ensordecedores y llantos de niños y mujeres se escuchan por doquier. Pasados estos minutos de horror las familias abandonan sus moradas y se acomodan en plazas y calles. Al momento la tierra vuelve a estremecerse. Siete oscilaciones sísmicas se repiten durante la noche. Parece el fin del mundo. Todos vuelven de nuevo sus miradas hacia su patrón, Nuestro Padre Jesús Nazareno, a quien suplican que interceda para que termine esa noche de horror. A la caída de la tarde se sienten nuevas oscilaciones. Todo se queda en calma, hasta que el 30 de diciembre, a las 18:45, una nueva sacudida siembra el terror en la ciudad. A lo largo de la noche varias replicas se hacen sentir.
El día 31 el balance es desolador: 15 terremotos, 4 muertos, más de 70 edificios destruidos, 30 casas apuntaladas y la torre de la iglesia cuarteada. A nivel provincial, hubo 695 muertos y 1.480 heridos. Alhama de Granada se llevó la peor parte, con 317 muertos y 502 heridos, así como Albuñuelas con 102 fallecidos y 500 lesionados.
Los motrileños entendieron que se había producido un milagro, ya que tras el terremoto de 1804 de escala 6,7, el día se saldó con 2 muertos. Meses después, el 25 de agosto, en Las Dalias (Almería) a unos cien kilómetros se produjo otro terremoto de escla 6,4 que arrojó el saldo de 407 muertos. En 1884, el balance en Motril fue de 4 fallecidos. En el número de víctimas también reside la principal diferencia con Haití. En la isla se estima que hubo unas 200.000 víctimas mortales.
Por salir tan bien librados, en Motril cada año salen en procesión el Nazareno, como hizo ayer. Unas doscientas personas participaron en la procesión. Y es que dicen que se acuerda uno de Santa Bárbara cuando truena.
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