El emocionante Himno de la Alegría de Miguel Ríos en la Plaza de Toros de Granada antes de las Elecciones Europeas
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La canción sirvió para despedir el concierto coral por el 80 cumpleaños del cantante granadino, que aprovechó la jornada de reflexión para lanzar un alegato contra los extremismos que se extienden por el viejo continente
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Granada/El cantante granadino Miguel Ríos ha sido uno de los principales protagonistas de este fin de semana electoral y a la vez lleno de cultura en Granada. El rockero incombustible celebró este sábado su 80 cumpleaños en la Plaza de Toros de la capital junto a las principales espadas locales de este género.
Aprovechando la jornada de reflexión antes de los comicios europeos que se celebran este 9 de junio, el cantante despidió su concierto lanzando un alegato contra los extremismos que se extienden por el viejo continente y animando a "los padres del rock an roll" a acudir a las urnas.
Lo hizo sirviéndose de su famoso Himno de la Alegría, uno de sus grandes éxitos que lo han acompañado durante su carrera. Esta canción de Ríos pone letra a la Oda a la Alegría de la Novena Sinfonía de Beethoven, el himno oficial de la Unión Europea y de toda Europa en un sentido más amplio.
El público asistente al coso granadino no dudó en corear una letra con más de 50 años de vida a la vez que agitaba sus móviles con las linternas encendidas.
En 1972, el Consejo de Europa convirtió el tema de la Oda a la Alegría de Beethoven en su himno, y en 1985 fue adoptado por los dirigentes de la UE como himno oficial de la Unión Europea. El himno en sí no tiene letra, solo música, pero según destaca la propia Unión Europea en su página web, en el lenguaje universal de la música, "esta oda es la expresión de los ideales europeos de libertad, paz y solidaridad".
Sin embargo, antes incluso de que Europa la acogiera como su himno oficial, Ríos ya la había hecho suya. Fue en el año 1970 cuando el granadino le dió voz al cuarto movimiento de la Novena Sinfonía, y la incluyó en su segundo LP, Despierta.
La canción se convirtió en un éxito comercial tanto a nivel nacional como a nivel internacional, y llegó a alcanzar el número uno en las listas musicales de Australia, Canadá, Alemania, Suiza y de la lista Easy Listening de los Estados Unidos.
Así fue el concierto dedicado a "los padres" del rock and roll
Poco después de las 21:30 horas, y tras unos minutos de cortesía para presentar mediante una pieza del NO-DO al rockeroNO-DO, comenzaron a sonar los primeros acordes de Bienvenidos (nunca un setlist fue tan predecible), al que siguió, también de forma lógica, Vuelvo a Granada.
"Esta noche vamos a contar la historia de la música hecha en Granada, una historia de nombres de bandas fundamentalísimas", dijo Miguel Ríos poco antes de ceder el micro a sus amigos, de los que él mismo fue "telonero" según sus últimas palabras antes de retirarse del escenario para dar paso a Los Ángeles, a los que les costó arrancar ante las lágrimas de Agustín. Recompuestas las fuerzas, fue el turno de rememorar algunas de las canciones más icónicas del grupo, como Momentos o Cada día.
El concierto de ayer estaba pensado para contar la historia de la música granadina, de ahí que junto a las canciones se proyectaran piezas de un documental sobre Miguel Ríos, que era el que llevaba el gorrito de cumpleañero, pero también sobre sus compañeros de profesión –dentro del que se recordó, de hecho, a un Ríos que rozaba ya los 60 que publicó Rock en el ruedo, un disco resaca tras Rock and Ríos, donde se paseaba por las plazas de toros del país. Nada es nuevo y todo está inventado–.
Para los que están, pero también para los que no. Emotivo fue, de hecho, la proyección del video de La murga de los currelantes, de Carlos Cano, coreado por el respetable, que volvería a hacerlo cuando Lagartija Nick trajo de vuelta, si es que alguna vez se fue, a Enrique Morente y su Omega.Omega
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