Instrucciones para un examen: "Has podido con dos meses de encierro y has adquirido nuevas capacidades no contempladas en ninguna guía docente"
Estudiar en la UGR
El profesor de la Universidad de Granada Javier Díaz Castro adapta sus recomendaciones para afrontar el tramo final del curso a la situación generada por el Covid
El profesor de la Universidad de Granada (UGR) Javier Díaz Castro se convirtió en un fenómeno viral (y vital) cuando trascendieron, allá en 2018 y a través de las redes sociales, las orientaciones que facilitaba a sus alumnos para afrontar los exámenes. Inquieto por naturaleza, ha querido adaptar esas recomendaciones pre coronavirus al nuevo escenario de evaluación virtual que acaba de comenzar. Como no puede ser de otro modo, Díaz Castro pide tranquilidad, evitar el estrés y asumir que después de semanas de encierro de aquí hay que sacar algo de provecho.
"En el encierro di unas instrucciones para el confinamiento y ellos respondieron bastante bien", recuerda Díaz Castro sobre cómo adaptó su metodología a las primeras semanas de estado de alarma, entre marzo y abril, cuando toda la docencia se trasladó desde el aula a los domicilios de estudiantes y profesores. La medida, que pareció en un primer momento temporal, se ha extendido a todo el curso. Queda por ver cómo se retomarán las clases en el próximo año académico, para el que se prevén tres escenarios, presencial, mixto o totalmente virtual.
A sus estudiantes les recomendó cuidar la dieta, hacer deporte y tener el cuenta que, a pesar del confinamiento, existían recursos para contactar y buscar ayuda. "Mis horarios de tutoría se flexibilizan", destacó en sus instrucciones el docente, que imparte clase en la Facultad de Farmacia.
Díaz Castro reconoce sobre la docencia virtual que las soluciones aplicadas en estos meses han salvado los muebles, "pero el grado de desmotivación es tremendo". "Ha sido duro, duro, duro", admite sobre estas semanas, en las que "la sensación es la de estar todo el día trabajando" y en un sistema de docencia no presencial en el que "no tienes feed back". "Esta manera de dar clase es digna, pero no me gusta", asume sobre cómo ha sido impartir docencia en el confinamiento. Además, implica "mucho esfuerzo" para un resultado que no se acerca a lo que se consigue en el aula. Tal es el abismo que encuentra entre la docencia presencial y no presencial que, de cara al curso que viene, Díaz Castro prefiere duplicar las horas de clase en la Facultada (y con eso bajar la ratio de alumnos por clase, actualmente unos 65) que recurrir a las pantallas.
La situación le llevó a promover talleres en los que se abordaron cuestiones como cómo mejorar el sueño (uno de los problemas que ha supuesto la ansiedad), hacer ejercicio en casa, cómo mejorar el estado de ánimo y mitos de la pandemia. De los 65 matriculados en su asignatura han asistido entre 40 y 50, pese a que estos seminarios se han organizado en fin de semana. "Ha sido enriquecedor", sentencia.
¿Y qué es lo que les dice este profesor a sus alumnos de cara a los exámenes que ya han empezado en la Universidad de Granada? Aquí un extracto de sus recomendaciones:
- Has podido con dos meses de encierro y has adquirido nuevas capacidades no contempladas en ninguna guía docente como la resiliencia y superación.
- Confiad en los conocimientos que habéis recibido y en vuestro trabajo.
- Esto es un examen, simplemente vas a escribir sobre lo que sabes de lo que has elegido estudiar. Puedes hacerlo y lo vas a hacer bien.
- Por favor, evitad en la medida de lo posible la descarga simpática y el estrés.
- Si el resultado no es el esperado por ti, podrás mejorar en sucesivas convocatorias y te servirá para saber que conocimientos debes reforzar más.
Además de estos consejos, también ofrece pautas para después del confinamiento. En la misma línea que sus peticiones para los exámenes, aconseja "seguid riendo, nunca os subestiméis, tened un autodiálogo positivo. Cree en ti. Tus potenciales son muchos. Úsalos en tu beneficio y en el de los demás. Los talentos son mejores cuando se comparten".
¿Es sólo un mensaje positivo? Díaz Castro lo fundamenta con ciencia: Con la risa "quince músculos faciales se contraen y el músculo cigomático mayor se estimula constantemente. El sistema respiratorio también recibe aferencias y su funcionamiento cambia porque la epiglotis cierra la faringe en ciertas proporciones, produciendo irregularidades en la entrada del aire. En la risa está involucrado el sistema límbico, que como sabéis es esa parte del cerebro esencial en muchos de comportamientos básicos que preservan la vida. La risa está relacionada con la motivación y la mejora del comportamiento emocional. La risa refuerza circuitos neuronales positivos". Ahí es nada.
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