Itinerario histórico 'lanteirano'

22 de octubre 2016 - 01:00

Este sendero recorre, a través de los dos ríos del pueblo, una buena parte de los antiguos molinos harineros de Lanteira. La mayoría está en ruinas, algunos están reformados y dedicados a uso particular o a turismo rural pero siempre manteniendo la estética y la esencia de los antiguos molinos.

Descripción del recorrido. Se inicia el sendero en la misma localidad de Lanteira de la que se sale por la calle del Altozano, en la parte alta del pueblo. Un cartel informativo nos muestra un mapa y características del sendero a la misma salida hacia la Sierra. Al principio caminaremos por una senda paralela al río, conocida como Camino de la Cañada. Al llegar al Barranco del Pueblo, a la izquierda hay un camino que nos lleva hacia el molino de Don Fernando y más arriba hasta las ruinas del molino del Tío Chispas; conviene desviarse unos metros hacia el camino de la derecha que nos lleva al molino, conocido como de la Teresica'o de Magüe. Fue restaurado para uso residencial particular pero aún conserva partes importantes de su estructura básica como los dos cárcavos (bóveda) con sus rodeznos (noria horizontal), fabricados con piedra caliza. Quedan también restos del saetillo, (pieza que conduce el agua a presión hacia el rodezno para generar movimiento giratorio). En este mismo barranco un poco más arriba está el molino, habilitado como posada, denominado Piedra de la Herradura por estar situado bajo una enorme roca con esta forma.

A partir de aquí, abandonamos el carril y continuamos por una senda que de nuevo discurre paralela al río y que transcurre entre un bonito bosquete de álamos. Dejamos el río para hacer una pequeña subida hasta el Barranco de Tierras Coloradas y poder disfrutar de unas maravillosas vistas. Volvemos sobre nuestros pasos de nuevo hasta el cruce del río para continuar por la pista que nos conduce bordeando Cerro Redondo hacia el otro río, el del Barrio, en cuyo camino nos encontraremos con hermosos ejemplares de castaños centenarios.

En dirección a una coqueta área recreativa, hallaremos el molino más grande que había en Lanteira, el del Tío Víctor, aunque en estado de ruina. Siguiendo esta ruta frente al Cerro de las Minas podemos descubrir los restos de otros molinos a ambos lados del río del Barrio (Tío Pepe, Toñillo, del Chato…) lo que nos da una idea de la importancia que tuvieron en otros tiempos.

De vuelta en el pueblo podemos completar nuestro paseo por la historia de los molinos harineros visitando uno en funcionamiento, el del Tío Enrique, o los restos de otro molino que pasó después a central eléctrica, El Matacán.

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