Los psicólogos desaconsejan 'Joker' por ser una una exaltación de la violencia gratuita
Estudio sobre la película
Jorge Jiménez, profesor de Psicología de la UGR y vocal del COPAO, desaconseja ver la película y asegura que "es una conducta mal justificada por un trauma infantil"
Joker, dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquin Phoenix, se ha convertido en la película de moda. Más de mil millones de dólares hacen que sea el film clasificado exclusivamente para mayores con más recaudación de la historia. Es precisamente esta circunstancia la que hace que el doctor en Psicología y profesor del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada, Jorge Jiménez Rodríguez, desaconseje ver la película. “Recomiendo que no vayan a verla porque es la exaltación de la violencia gratuita de un sujeto adulto que asesina a personas de su entorno próximo y lejano. Conducta mal justificada por un presunto maltrato y un trauma infantil”, afirma el profesor Jiménez Rodríguez.
El profesor añade que "desde el punto de vista psicológico tampoco la recomiendo porque el modelo no es el adecuado. Además, puede influir de forma negativa en la gente, sobre todo, en menores. Es cierto que la gente joven ya está acostumbrada a la violencia en el cine, y en Joker hay exceso de violencia gratuita y extrema. Y no solo por eso, sino que el intento de justificar esa violencia por el trauma infantil que tiene esa persona es mucho más peligroso”.
Según explica el psicólogo granadino, que también es vocal de psicología educativa del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental, es cierto que “una experiencia traumática puede ocurrir en la infancia y afectar a la formación de la personalidad y forma de comportarse de un menor, y puede tener secuelas a lo largo de toda su vida. Las situaciones que pueden dar lugar a traumas pueden ser variadas, además de que en la situación traumática lo importante es cómo el menor afronta dicha situación”.
Sin embargo, Jiménez Rodríguez aclara que “es muy infrecuente que pueda darse el caso de que un maltrato o un trauma infantil pueda convertir a una persona en asesina. Conocemos adultos que debido a un trauma infantil tienen comportamientos violentos contra ellos mismos y contra los demás, como el caso de Joker. Eso no justifica sus conductas de ninguna manera, pero la sociedad sí debe dar oportunidades de recuperarse, atender sus demandas, aportar recursos que restablezcan sus traumas, reelaboren sus duelos de forma constructiva para ellos y los que les rodean”.
Lo que sí confirma el psicólogo es que “este tipo de experiencias traumáticas crean un estrés elevado e inseguridades, falta de preparación para su afrontamiento, verse incapaz de solucionar el problema, sentirse culpable, desprotegido e inseguro pueden ser las causantes de un trauma infantil que se arrastrará para toda la vida”.
Cómo afrontar el trauma
El profesor Jiménez Rodríguez considera que los profesionales de la Psicología abordan el problema del trauma infanto-juvenil “desde varios puntos de vista. Desde la psicología clínica, existen diversas herramientas de evaluación y tratamiento psicológico".
También los profesionales que nos dedicamos a la psicología educativa aportamos recursos y recomendaciones para la detección, la categorización y, en su caso, el abordaje educativo en el ámbito escolar de los traumas de la infancia y la adolescencia. Es en el ámbito familiar y en la escuela donde esos menores deben conocer las estrategias para solucionar sus problemas emocionales, darles seguridad, herramientas de afrontamiento, dotarles de un contexto equilibrado y una red de apoyo de iguales y mayores a los que acudir y sentirse querido, arropado, seguro, con oportunidades para crecer emocionalmente”.
De ahí la importancia de la lucha desde el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental para que “haya psicólogos educativos en cada centro, y parece que se va consiguiendo y con la ratio cada vez más pequeña. Es importante la prevención y ser capaces de ir de la mano con la familia para elaborar los duelos o los traumas. No solo está el trauma o la situación que se ha vivido de pequeño, sino cómo se interpreta, elabora y se reconstruye o construye esa situación para que no llegue a ser un trauma enquistado y crónico y de adulto se arrastre ya con eso. Los psicológos no estamos para patologizar la sociedad sino precisamente para lo contrario, para que la gente sea capaz de construir y para la prevención. Y una forma de prevención es evitar estas películas tan violentas para que no se imiten conductas o por justificar ciertas situaciones de adultos con un trauma infantil”.
Para concluir," puede resultar preocupante que el mundo del cine se frivolice con los problemas de trastornos mentales. “El cine siempre ha utilizado estos problemas porque son muy llamativos como, por ejemplo, el autismo, del que se coge el síntoma de que, a veces, tienen capacidades muy altas de memoria, y lo exageran como si fuera el único síntoma del autismo, cuando en realidad son otros muchos. En Joker pasa igual, se exagera la violencia y no siempre los traumas infantiles van a degenerar en violencia, como es lógico, pero parece que es lo más llamativo”, afirma el profesor.
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