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El Ateneo de Granada, con el respaldo de la Sección de Emergencia Climática, ha presentado una serie de alegaciones contra el expediente de incoacción del BIC del Valle del Darro, que actualmente se encuentra en periodo de información pública. Jesús Ambel, presidente de este organismo, explica a este periódico que esta actuación surge ante la falta de "aspectos fundamentales" que deja el texto planteado por Cultura, asegurando al mismo tiempo que "la Junta no puede andar sola" y que necesita tener en cuenta la opinión ciudadana.
El Ateneo, apoyándose en técnicos especializados, ha recopilado una serie de "fallos y descuidos" que presenta el texto, asegurando que incluso el redactado en 2017, que fue anulado por defectos en la tramitación, era más completo. Ambel, pese a todo, se muestra contento con el trabajo hecho, asegurando que han llegado "a tiempo" y que ahora toca esperar al siguiente paso, la tramitación parlamentaria del Decreto, que se hará en Sevilla el próximo año.
La protección del Valle del Darro es una larga reivindicación ciudadana que ha contado con su propia plataforma, cuya convocatoria el presidente no descarta como próximo paso, y también ha sido canalizada a través de las solicitudes de varias instituciones consultivas en materia de patrimonio histórico, como la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la propia Universidad de Granada, instituciones que muestran, para Ambel, que el Ateneo no se encuentra solo en su lucha.
La Zona Patrimonial del Valle del Darro es básicamente un ámbito geográfico claramente definido en la cartografía que acompaña a la resolución en el que se localizan un gran número de elementos fruto de la sucesiva ocupación histórica del territorio que se articulan a partir del eje vertebrador que constituye el propio río Darro y el aprovechamiento de sus aguas. El resultado, según recoge el texto, es un "un paisaje cultural de sobresalientes valores que justifican su declaración como Bien de Interés Cultural". "Desde época romana hasta nuestros días, diferentes civilizaciones se asientan en el valle, desde las cabeceras del río en Huétor Santillán hasta su discurrir por el casco urbano de Granada, dejando a su paso las huellas de su existencia", de forma que constituye "un territorio en el que conviven armónicamente los bienes que integran el patrimonio cultural, en un ambiente natural y paisajístico diverso en cada tramo del rio".
"En las cabeceras predominan los elementos del patrimonio ambiental, la rotunda presencia de la geología y la vegetación con impresionantes formaciones rocosas y ejemplos de la vegetación clímax, que aún pervive en la zona, a la vez que la antropización del territorio se plasma en las zonas agrícolas", tierras hoy en barbecho pero donde aún se conservan las parcelas según detalla el documento, que señala "los cultivos aterrazados, más abundantes en su tramo medio, caracterizado por las ricas terrazas fluviales del Cortijo de Cortes, de Buenavista, Jesús del Valle o Valparaíso".
También alcanzan la protección los terrenos que irriga el Darro de "la Colina Roja, formada por los rojizos conglomerados que originaron su nombre, la ciudad palatina de la Alhambra y los barrios del Albaicín, de la Antequeruela y el Realejo".
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