Juzgados tres universitarios por lanzar 18 huevos contra un colegio mayor

El fallo será notificado esta semana a los acusados, para quienes provisionalmente la Fiscalía había pedido cárcel por un delito contra el patrimonio al ser histórico el edificio que dañaron con sus proyectiles

Fachada del Colegio Mayor de San Bartolomé, donde se aprecia uno de los impactos junto al balcón.
Y. Huertas - A. Beauchy / Granada

10 de octubre 2011 - 01:00

¿Gamberrada o delito? Cada inicio de curso, como manda la tradición universitaria, los estudiantes veteranos gastan bromas a los novatos. Algunas son hasta ingeniosas, pero otras pueden ser dañinas y llevar a sus autores a los juzgados. En estos días, en La Caleta, coincidiendo con la época de las novatadas por excelencia, se ha celebrado un juicio a tres universitarios a quienes, presuntamente, no se les ocurrió otra cosa mejor que lanzar huevos contra el Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago de la capital, que es un edificio histórico del siglo XVI.

La vista oral contra los tres chavales acusados, E.N., D.G. y M.H., todos ellos de 20 años, tuvo lugar el pasado 27 de septiembre en el juzgado de lo Penal número 2 de Granada y ya se ha dictado la sentencia, aunque el fallo se desconoce todavía. Según fuentes judiciales, la resolución se encuentra pendiente de ser notificada a las partes, por lo que se hará pública en los próximos días.

Este diario, no obstante, ha tenido acceso al escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal, que inicialmente solicitaba que los tres chicos fueran condenados a un año de prisión y a una multa de 2.880 euros por un posible delito contra el patrimonio histórico.

No obstante, la Fiscalía planteaba otros dos castigos alternativos. Proponía que, en caso de que no se apreciase el delito contra el patrimonio histórico, los hechos fueran considerados un delito de daños, por el que solicitaba 2.520 euros, o una falta de deslucimiento de la fachada, por la que pedía que cada uno de los estudiantes fuera condenado a seis días de localización permanente.

Los hechos ocurrieron el 17 de diciembre de 2009. Según el relato que consta en la calificación fiscal, los tres acusados, presuntamente, se dirigieron al número 31 de la calle San Jerónimo de la capital, donde, acompañados por otros individuos no identificados, "comenzaron a lanzar huevos contra la fachada del edificio, sede del Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago".

Este inmueble, como resalta la Fiscalía es un "edificio histórico integrante del Patrimonio Histórico de la ciudad de Granada", y resultó dañado con los proyectiles.

De hecho, -como precisa el escrito- los desperfectos fueron tasados por una perito especialista en bienes inmuebles en 1.200 euros, ya que incluyó, además de la limpieza del edificio, "la pintura de la fachada para reponerlo a su estado anterior".

Ninguno de los jóvenes acusados tenía antecedentes penales cuando ocurrieron los hechos y, seguramente, no sabían que el inmueble tenía tal valor histórico para esta ciudad.

No es de extrañar que el Ministerio Público, al calificar los hechos, considerase que merecían un reproche penal. Cabe recordar en este punto la especial preocupación que tiene la Fiscalía Superior de Andalucía por las acciones que atentan contra los monumentos. De hecho, el Grupo de Policía Nacional adscrita a la Fiscalía, especialista en delitos contra el patrimonio, entre otras materias, confirmó a Granada Hoy que estuvo indagando en su día sobre lo ocurrido, emitiendo un informe al respecto.

En cuanto a la posible indemnización que tendrían que abonar al Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago los jóvenes en caso de que fueran condenados, la Fiscalía reclamaba el dinero que costó limpiar las paredes de yemas, claras y cáscaras, así como luego pintarlas.

La fiscal que calificó los hechos interesaba en su escrito que la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía informase sobre la catalogación del edificio del colegio afectado (Palacio de los Beneroso). Fuentes del colegio mayor consultadas por este diario han confirmado que se trata de un inmueble del siglo XVI, aunque no es un Bien de Interés Cultural (BIC).

Según fuentes de la Universidad de Granada y del centro afectado, los estudiantes juzgados pertenecían al Colegio Mayor Cardenal Cisneros, con el que ha tratado de ponerse en contacto sin éxito este diario.

Por su parte, la dirección del Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago explicó que la fachada sufrió 18 impactos de huevos y confirmó que, además de limpiar la pared, habrá que pintarla, ya que aún no se han arreglado los desperfectos. El coste de la reparación, según cálculos del centro, ascendería a 7.000 euros. La dirección aseguró que la Fiscalía "mantuvo los cargos en el juicio", si bien habrá que esperar a conocer la decisión del juzgado. De acuerdo con su versión, el grupo de alumnos, entre los que había algunos disfrazados de personajes navideños, venían de la Facultad de Relaciones Laborales y la Policía iba tras ellos.

Las fuentes de la UGR consultadas por este diario catalogaron este episodio como "una novatada", aunque para el centro más que una novatada fue una gamberrada, por las fechas en las que ocurrieron los hechos.

Gamberrada o novatada y a pocos días de que se celebre en la ciudad el tradicional San Lucas, día en el que los estudiantes experimentados de Medicina realizan sus novatadas contra los principiantes, toca reflexionar sobre cómo puede pararse este fenómeno en el ámbito universitario.

El Gobierno francés lanzó el pasado curso su enésimo plan contra estas bromas pesadas y está preparando un proyecto de ley que contempla, entre otros aspectos, "convertir en penalmente responsables a los establecimientos universitarios y a las asociaciones estudiantiles sobre lo que pueda ocurrir durante las inocentadas". En la Universidad de Granada llevan años luchando contra este ritual sin éxito alguno.

En cuanto a los estudiantes juzgados, tras comprobar el alcance de la acción que se les imputa, que por lo pronto les ha llevado a cambiar durante una mañana el pupitre por el banquillo, probablemente no volverán a tener una ocurrencia semejante en sus vidas.

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