Lluvia engelante y cencellada: Los dos fenómenos que han dejado a Sierra Nevada como un escenario de ciencia ficción

La estación de esquí de Sierra Nevada amaneció tras el paso de las borrasca Gerard y Fien como un escenario de película de ciencia ficción. Sobre cables, telesillas, remontes una capa de hielo, de formas caprichosas, obligaba por un lado a un intenso y durísimo trabajo de mantenimiento para poder abrir la estación y, por otro, dejaba estampas hermosísimas.

Detrás de estas fenomenales instantáneas, tan fugaces como las borrascas, están el frío, el agua y el viento. La receta es sencilla y los resultados, espectaculares.

El pasado martes la Sierra recibió un episodio de lluvia engelante, un fenómeno que no es del todo extraño en estas latitudes pero que llama la atención. Así lo define la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet): "Precipitacion con gotas a temperatura por debajo de 0 °C que se congelan al impactar con el suelo o con cualquier objeto a una temperatura de 0 °C o inferior, pudiendo acumularse hasta varios centímetros de hielo claro".

La definición completa apunta que los copos que se forman en la nube, en altura, se derriten al atravesar una capa de aire cálido (con que esté por encima de cero grados es suficiente) y luego pasan por otra capa más próxima a la superficie terrestre y fría. "En esta segunda capa, las gotas no tienen tiempo de volverse a congelar, llegando a la superficie subenfriadas. También se denomina lluvia o llovizna helada", explica la Aemet en su meteoglosario.

"Raro es el año en el que no cae", explica Pablo Ruiz de Almirón, con décadas de experiencia en la Sierra y director técnico de Mamut Sierra Nevada. Ruiz de Almirón añade que, a la lluvia fría del martes se sumó otro fenómeno, la cencellada, que ha sido clave para contribuir a que la estación luciera una imagen atípica. Si de nuevo se recurre al meteoglosario de la Aemet se puede leer esta definición: Se trata de "un depósito de hielo formado por la congelación de gotitas de niebla" que quedan prendidas "sobre objetos duros, cuya superficie está a una temperatura inferior o ligeramente superior a 0" grados. Estos objetos pueden ser rocas, cables, sillas, tejados o cualquier elemento. "Con viento flojo o en calma, se suele formar cencellada blanca, formada por plumas y agujas de hielo de color blanco que confieren un aspecto similar al de una nevada", añade el diccionario de la Agencia.

La cosa es estéticamente inapelable, pero poco práctica para la estación de esquí. Los operarios viven jornadas duras, de trabajo de "héroes", destaca Ruiz de Almirón, para que las instalaciones pudieran reabrirse con normalidad. En la mañana del viernes, de hecho, la apertura de la estación se anunció como "progresiva", precisamente en función de las condiciones meteorológicas y de los trabajos de "reacondicionamiento" tanto de pistas como de remontes.

Máxima precaución

A pesar de lo atractivo que resulta la nieve y la perspectiva de la proximidad del fin de semana no está de más recordar que es necesario extremar la precaución en la montaña. En este sentido, Ruiz de Almirón apunta a que el peligro es "extremo por hielo". "La cencellada ha tapado el hielo azul", donde los crampones no se clavan. "Te puedes confiar" y eso es un peligro. El pasado sábado, una persona, perdió la vida tras sufrir una caída junto al pico del Veleta en Sierra Nevada. El Teléfono 112 recibió una llamada de auxilio que alertaba de que su compañero estaba inconsciente tras resbalar y caer unos 200 metros hacia abajo junto al pico del Veleta.

Ese mismo día, el sábado, otra persona fue rescatada y evacuada en helicóptero al hospital tras caer por una loma en Dílar. El 112 recibió una llamada de socorro que alertaba de que su compañero se había golpeado con unas piedras tras caer por una loma, en la zona de la estación de esquí Las Lagunas. Según indicaron los alertantes, bajaban entre la Carihuela y Elorrieta cuando su compañero se cayó y se golpeó con varias piedras.

Nueva zona esquiable en Sierra Nevada

La estación de esquí de Sierra Nevada incorporará desde este fin de semana al parte de nieve la zona de Loma de Dílar y varias pistas rojas en el área de Cauchiles, con lo que la longitud esquiable superará los 47 kilómetros de pistas con nieve de calidad polvo y un desnivel esquiable de 1.100 metros, todo ello tras el paso del temporal que ha dejado nuevas nevadas.

Con la incorporación de nuevas pistas, ya están abiertas las zonas de Borreguiles, Veleta, Loma Dílar, Cauchiles-Parador y Río. También está preparada la pista Trucha (parcial) en el área de la Laguna, con acceso desde el telesquí Zayas y salida por el collado de la Laguna.

Junto a la nevada del miércoles, la producción de nieve y el trabajo de las máquinas pisapistas ha permitido que la estación ponga en servicio pistas rojas en Cauchiles-Parador (Morillas, Granados, Solynieve y Rivera, entre otras). La Loma de Dílar, con la apertura de la pista del mismo nombre, se estrena también esta temporada, y con ella los telesillas Jara y Monachil, inéditos hasta la fecha.

La estación, que ha recibido esta semana la nevada más importante en lo que va de invierno, ha aumentado sus espesores hasta los 60 centímetros y ha mejorado la calidad de esta; nieve polvo en todas las zonas. Por otro lado, la estación reanuda el calendario oficial de competiciones con los trofeos White Camps de Esquí Alpino y FADI de Slopestyle.