Lorca y sus compañeros de infortunio fueron exhumados al mismo tiempo
El equipo de investigadores que buscó durante más de un mes en Alfacar los restos de Federico García Lorca junto a los de otros fusilados en la Guerra Civil presenta en Madrid el informe de su intervención.
granada/Los trabajos arqueológicos de campo han permitido delimitar la cabecera del campo de instrucción y localizar la zona de vaguada, referencias espaciales señaladas por las fuentes para ubicar el pozo que sirvió como lugar de enterramiento de los cuerpos de los fusilados entre los días 17 y 18 de agosto de 1936.
En el transcurso de las excavaciones se detectó en el sustrato natural de arcillas rojas una zona removida y antropizada (Unidad estratigráfica 3) que corresponde con toda probabilidad a la zona donde estaba situado el pozo/fosa común. La falta de un límite claro que señale el perímetro del pozo, así como la evidencia de que el terreno ha sido removido de forma manual, unido a la ausencia de restos humanos, concuerda con la posibilidad de una exhumación posterior. Esta exhumación tendría que haberse realizado en un periodo de tiempo anterior a que los cuerpos llegaran a un estado de esqueletización, ya que en ese caso contrario se hubieran encontrado elementos fácilmente detectables en situaciones similares: botones, hebillas, etc.
Este resultado: inesperado, porque todas las referencias que iban apareciendo nos indicaban que estábamos en el lugar adecuado; y sobre todo frustrante, porque nos ha privado del objetivo principal que era la recuperación de los restos de Dióscoro Galindo y sus compañeros, nos ha llevado a revisar las diversas fuentes de los distintos autores que han investigado sobre la muerte de Federico García Lorca. Marta Osorio en su obra “olvido y fantasía. Crónica de la investigación de Agustín Penón sobre Federico García Lorca (1955-1956)” señala:
“…Emilia, tras conversación con Antonio Gallego Burín quien fuera miembro de la tertulia “El Rinconcillo”, ofreció a Agustín Penón la versión de que el cadáver de Federico fue trasladado desde su enterramiento primero hasta una de las fosas grandes, para evitar que nadie pudiera encontrarlo, dado el impacto que había ocasionado su asesinato.”
Antonio Gallego Burín fue alcalde de Granada entre 1938 y 1940, El 20 de octubre de 1940 es nombrado gobernador civil de la provincia de Granada hasta el 18 de octubre de 1941, y de nuevo alcalde desde 1941 hasta 1951. Por lo tanto es una fuente de gran fiabilidad. Además, los resultados de los trabajos arqueológicos avalan esa posibilidad y por lo tanto, cabe deducir, que todos los restos que estaban en la fosa habrían sido exhumados al mismo tiempo y, tal vez, tuvieron el mismo destino.
Los estudios de cartuchería y balística de efecto realizados sobre los restos de munición encontrados: Un fragmento del blindaje del proyectil Máuser y un casquillo Mosin-Nagant, nos indican que ambos pueden ser coetáneos. El Máuser era el armamento reglamentario de los Guardias de Asalto, al inicio de la Guerra Civil; mientras que el armamento Mosin-Nagánt pudo haber llegado a la Península procedente del norte de África como material requisado a los rifeños, después del desembarco de Alhucemas. La bala encontrada fue elaborada con anterioridad al año 1920.
El proyectil Máuser presenta una deformación propia de una bala que ha perdido su fuerza cinética al atravesar un cuerpo humano y que ha impactado posteriormente en un suelo arcilloso (El núcleo de plomo desprendido de su blindaje o “camisa metálica” tuvo mayor penetración en el suelo y no ha sido localizado).
Si se tiene en cuenta la probable relación de ambos fragmentos de munición encontrados: el espacio existente entre el punto donde se localizó la vaina (lugar desde donde se efectuaron los disparos) y donde se recogió el fragmento del proyectil (¿tiro de gracia?), nos estaría delimitando el escenario de la ejecución.
Conclusiones
Después de tres meses de trabajos de laboratorio, estudio de los materiales localizados y las estratigrafías documentadas, revisión de fuentes y de la metodología seguida, nuestra percepción de los resultados es otra que la del 20 de octubre. Estamos convencidos que la tercera campaña de excavaciones en Alfacar supone un avance muy importante en el establecimiento de los hechos ocurridos en los Llanos de Corbera durante la Guerra Civil; y que a las cuatro circunstancias para no encontrar una fosa común, señaladas arriba, hay que añadirle otra circunstancia excepcional que está ligada a un nombre, también excepcional: Federico García Lorca, y al deseo de borrar las huellas de su asesinato.
Ahora se abren otros caminos para continuar la investigación, algunos de ellos ya los hemos iniciado. Aparecen nombres inéditos para indagar, se señalan otros lugares…pero eso ya es otro capítulo.
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