Lorca papel a papel

El manuscrito original de 'La casa de Bernarda Alba', las partituras de sus suites, cartas de Dalí a Federico y hasta una receta firmada por Marañón forman parte del legado, que según la Fundación llegará en "cuestión de horas"

Representantes de las instituciones del Consorcio Lorca.
Representantes de las instituciones del Consorcio Lorca.
I. Vargas · B. Rico

27 de junio 2018 - 02:33

Granada/El traslado a Granada de los fondos del poeta -que la Fundación Lorca conserva desde 1986 en su sede de la Residencia de Estudiantes de Madrid- "es cuestión de horas", afirmó ayer el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, durante un simposio sobre el archivo lorquiano que se celebró en el Centro de la Romanilla. Aunque "por razones de seguridad", la presidenta de la Fundación, Laura García-Lorca, no quiso precisar ni "la hora ni el día", en declaraciones a los periodistas sí detalló que se va a cumplir el "compromiso" contraído el pasado mes de diciembre para que "todo el archivo histórico" esté en el Centro Lorca antes del 30 de junio. La sobrina del escritor también precisó que el traslado, tal y como se había estado barajado, se producirá definitivamente en dos fases: en una primera llegarán los manuscritos y dibujos lorquianos y en una segunda, a partir del sábado, la "biblioteca moderna", es decir toda la bibliografía y artículos sobre el poeta.

Así, a lo largo de esta semana llegará lo que se considera la 'joya' del archivo que se conservará en la cámara acorazada del centro y que se compone, entre otros por 46 dibujos originales del poeta y 2.343 cuartillas manuscritas con prosa, teatro y poesía. También la correspondencia del autor, con un total de 176 cartas dirigidas a su familia y amigos y más de 2.000 páginas de misivas a él dirigidas. Más su biblioteca personal, un importante archivo fotográfico con más de 900 fotografías ya catalogadas, así como el material musical, que incluye partituras autógrafas de García Lorca y otras más de 300 coleccionadas por él. Parte de este material, como las cartas de Dalí al granadino y los curiosos bocetos de los figurines para El maleficio de la mariposa, se exhiben ya en el Centro desde marzo gracias a la muestra Una habitación propia.

La Fundación posee gran parte de la obra dramática del autor en manuscritos originales

Laura García-Lorca reconoció, emocionada, su "satisfacción" por este traslado, tras unos años que calificó como "duros". La heredera realizó estas declaraciones ayer en el propio Centro Lorca con motivo de la inauguración del simposio El archivo lorquiano en su nueva etapa: reflexiones, retos y nuevos horizontes, a cuya apertura también asistieron Enrique Andrés, jefe del servicio de Acción Cultural del Ministerio de Cultura; el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez; el presidente de la Diputación, José Entrena; y el alcalde de Granada, Francisco Cuenca.

Hace 25 años se iniciaba un proyecto "ambicioso, quizá demasiado": la catalogación de todos los documentos referentes a la vida y obra del poeta propiedad de la Fundación que lleva su nombre. Iniciada por Carmen Linares Ros, la tarea se desempeñó entre 1992 y 2008 con la ayuda inestimable de su editor, el hispanista belga Christian de Paepe, la de la propia Fundación, la del Ministerio de Cultura, la de la Dirección de Archivos Estatales y la de muchísimos colaboradores. "Fue una suerte que De Paepe trabajará en ello. El legado está perfectamente descrito en cada uno de los volúmenes -ocho en total-. Hay otros archivos que no tienen una catalogación tan perfecta", reconoció ayer Andrés Soria Olmedo, comisario de la muestra que hay ahora en el Centro de la Romanilla. El catedrático de Literatura de la UGR definió el legado como "un cofre del cual se pueden extraer historias muy interesantes y distintas". A partir de otoño, adelantó, se inaugurarán "nuevas exposiciones", ya que es una de las "posibilidades" del archivo, además de servir como acicate para investigadores que quieran publicar nuevas ediciones o revisiones críticas de la obra lorquiana.

El profesor de la Universidad de Lovaina, Christian De Paepe, catalogó el legado en ocho volúmenes: el primero y el segundo con la obra poética de madurez y de juventud; el tercero con la prosa; el cuarto con los documentos y los manuscritos relacionados con las obras teatrales; el quinto con la correspondencia emitida por Lorca; el sexto con las misivas recibidas por el poeta; el séptimo con documentos varios, entre los que se encuentra trajes, objetos, decorados y dibujos; y el octavo con el listado de los 445 libros de la biblioteca personal del poeta.

El legado posee una basta extensión de poemas del granadino, entre ellos 160 pertenecientes a su época juvenil (1917-1919) donde ya apuntaba maneras. "El visitante observará la pobreza de los materiales y cómo en un papelillo se le ocurrió ese poema. Hay tachaduras que sí se ven, con lo cual uno sólo mirando eso pude asomarse al pequeño proceso de la fabricación de un poema", explicaba Soria Olmedo a hace unos meses en referencia a estos manuscritos. Un elogio a las cigüeñas blancas, una mención a Shakespeare, el motivo del agua y las referencias folclóricas aparecen en los versos de este volumen, donde Lorca dice que dejaría "toda mi alma" en "un libro de versos".

En el anterior ejemplar, el primer volumen, reúne la obra poética de madurez, desde el inicial Libro de poemas (1921), hasta el final Diván del Tamarit (1936), pasando por todos los ciclos poéticos, tanto los editados en vida -Canciones, Romancero Gitano, Poema del Cante Jondo, Primeras canciones- o póstumamente -Poeta en Nueva York-, como los proyectados -Suites, Odas, Sonetos-, incluyendo, además, un grupo diverso de Poemas sueltos, escritos en los años 20 y 30. "Como se pude deducir de la lista citada de libros, no hay ningún manuscrito en la Fundación de algunos productos poéticos mayores, como por ejemplo Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, advierte De Paepe en la introducción.

Cabe destacar de esta parte del legado, señala el experto lorquiano Víctor Fernández, las galeradas o pruebas de la fallida primera edición de Diván del Tamarit, que debía haber visto la luz en 1936, y los poemas sueltos fundamentales en la obra del escritor como Oda a Salvador Dalí, que se puede ver expuesta en la muestra Una habitación propia, y la Oda al Santísimo Sacramento del Altar. Además del original de Poeta en Nueva York, la última adquisición de la Fundación que compró en una subasta de la casa Christie's por 166.000 euros en 2003.

De la obra en prosa, la Fundación posee 137 títulos, cuya dos terceras partes se escribieron en la época de juventud del poeta, en especial en el año 1917. Entre ellos, se encuentra varios discursos reveladores como el titulado Arquitectura del arte jondo donde el granadino afirma que "no hay duda de que la guitarra haya dado forma a muchas de las canciones"; otro sobre Granada, "paraíso cerrado" que "ama lo diminuto, y en general toda Andalucía"; y un apócrifo sobre el Romancero Gitano; o la presentación del auto sacramental La vida es sueño de Calderón de la Barca.

Otra de las patas elementales de la obra lorquiana, quizá la que más se conoce y se estudia en los institutos, es el teatro. La Fundación atesora auténticos tesoros como el original de La casa de Bernarda Alba, además de los manuscritos autógrafos de El maleficio de la mariposa, Lola la comedianta, Mariana Pineda, La Zapatera prodigiosa, Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín, Teatro inconcluso, Títeres de Cachiporra y la Tragicomedia de Don Cristóbal y doña Rosita. De algunas obras mayores como Bodas de sangre, Yerma o Así que pasen cinco años, la Fundación no dispone de los manuscritos y apenas si conserva algunos escritos a máquina. Sin olvidar el autógrafo del diálogo surrealista El paseo de Buster Keaton y el drama La piedra oscura.

La correspondencia que Federico envía y recibe es, sin duda, una de las partes más valiosas del archivo porque de ella se desprenden todos los Lorcas posibles: el hijo preocupado por la opinión que tienen sus padres de su carrera; el creador inconformista; el amigo de Melchor Fernández Almagro y de la brillante generación a la que perteneció -hay de Cernuda, de Aleixandre, de Guillén y de Bunuel-; el amante -se cruzó cartas con Dalí, Emilio Aladrén y Rafael Rodríguez Rapún-. Valorada en más de cuatro millones de euros por la famosa casa de subastas Christie's, en ella se concentra 176 cartas dirigidas a su familia y amigos y más de 2.000 páginas de misivas a él dirigidas. Algunas de ellas se pueden ver expuestas desde marzo en el Centro Lorca, como una carta trascendental fechada en enero de 1927 y que es de alguna manera el acto fundacional de la Generación del 27 y una carta con hermosos dibujos de Benjamín Palencia. Otras, como las tres misivas de Miguel Hernández que no fueron contestadas - "aun estoy esperando respuesta", le escribe el 1 de febrero de 1935 al poeta-, llegarán esta semana al Centro Lorca.

Según indica De Paepe en la introducción del volumen de la biblioteca del autor, muchos de los libros del catálogo fueron regalos, prácticamente un tercio del total. Son 135 con dedicatoria y otros muchos que supuestamente también fueron regalos, como por Los toros en la poesía castellana, Poemas arábigo-andaluces y varios tomos sobre poesía argentina.

"Que de Eça de Queiroz haya dos títulos poco corrientes, uno de ellos editado en 1919, puede ser indicación de que novelas más populares como El crimen del padre Amaro existieron también. Extraña también que exista en la colección una obra tan poco conocida como Herodes y Mariene de Friedrich Hebbel cuando no hay ninguna obra de teatro de Schiller. Entre los títulos shakespearianos no están ni El rey Lear ni, extrañamente, Romeo y Julieta, obra que sirve, como se sabe, para la trama de El público", señala el editor.

Por otra parte, es llamativa la presencia de numerosas obras de la literatura universal: Dante y Machiavelli, Goethe y Kant, Aristóteles, Platón y Descartes, Sófocles y Eurípides, Cicerón, Stendhal, Balzac y Proust, Shakespeare, Tagore y Omar Kayyam.

Tampoco hay que olvidar la curiosa colección de 46 dibujos originales del poeta; un importante archivo fotográfico con más de 900 fotografías ya catalogadas; material musical, que incluye partituras autógrafas de García Lorca -sus suites- y otras más de 300 coleccionadas por él; decorados y dibujos elaborados por amigos suyos como Manuel Ángeles Ortiz, Dalí, Norah Borges, José Caballero y Ramón Gaya; una colección de trajes y objetos, donde está el mono de la Barraca y un traje de marinero de Federico. Incluso hay una receta autógrafa firmada por el doctor Gregorio Marañón. Lorca, papel a papel, línea a línea, cuyo legado estará en pocos días en la que debió ser siempre su casa.

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