Luces de Navidad, baile y sonrisas: taxis de Granada pasean a los mayores por la ciudad
Solidaridad
"Es una idea increíble, estamos muy agradecidas de que nos paseen un rato porque estamos más aburridas que un pavo en Navidad", cuenta Carmen Campos, una señora de 84 años
"El año que viene nos podrían preparar una cena o un chocolate calentito, no estaría de más", dice Carmen Campos, y sus tres amigas afirman al unísono en una Plaza del Carmen abarrotada de personas de tercera edad y de taxistas muy generosos.
Los taxis de Granada se han repartido, este miércoles, en diferentes puntos de la ciudad para recoger a los mayores y pasearles en el coche, y así ver y disfrutar de las luces de Navidad. La idea principal es darle la oportunidad a cualquier persona de disfrutar de la magia de estas fechas sin coste alguno. Tras la recogida en los centros cívicos de los barrios granadinos, el paseo se ha llevado a cabo por Gran Vía, Fuente de las Batallas, rotonda de Congresos y se ha acabado en la Plaza del Carmen para ver el espectáculo de luces y sonido. Tras un rato de baile y cháchara, los taxistas han llevado a los mayores a sus casas. El año pasado, el acto de solidaridad tuvo lugar con las residencias más grandes Granada y, en 2023 se ha hecho con personas que cuentan con asistencia en casa por necesidad.
"Desde hace unos años, los taxistas de las ciudades españolas llevamos a cabo esta iniciativa que comenzó en Madrid y Barcelona. Nos parece algo bonito de hacer. La Navidad es también eso, compartir y tener algún gesto bonito con otras personas", explica José María Rodríguez, taxista del 260, como ellos mismos se distinguen.
"Nos intentamos poner de acuerdo todas las ciudades de España para darles este paseo a nuestros mayores. Salvo el año de la pandemia que no pudo hacerse por motivos obvios, todos los demás años sí se ha realizado sin problema. Se suele pedir cooperación a los ayuntamientos para que sean ellos los que designen a las personas mayores. Ellos organizan y nosotros, con todo nuestro cariño, los paseamos y les enseñamos su ciudad y esperamos que estén contentos", zanja José María.
Ángeles Caballero, de 80 años, Carmen Campos de 84 años, Nati García de 82 años y la última señora no revela su nombre pero sí su edad, 89 años, están hablando entre ellas sobre cualquier cosa que les pueda preocupar cuando, de pronto, Ángeles pide sin parar a cualquier transeúnte cambio de un billete de 20 euros. "No hay nadie que tenga cambio, por Dios. Queremos darle la mitad al taxista y no hay manera", replica Caballero.
"Es una idea increíble, estamos muy agradecidas de que nos paseen un rato porque estamos aburridísimas. Vaya, más aburridas que un pavo en Navidad", chilla Carmen Campos. Esta señora de 84 años tiene clarísimo que le encanta el plan que le han montado desde la gremial de taxistas, "pero esto tendría que haberlo montado el Ayuntamiento, ni un céntimo se llevan estos muchachos. Algo hay que darle, para un café, al menos, que está la vida muy cara", rechista con cara de pocos amigos la señora de 84 años.
La tercera en discordia, Nati García, ratifica todo lo que dicen sus amigas desde el asiento de copiloto de uno de los taxis. "Me ha dicho que puedo quedarme aquí porque hace frío, así espero sentada al espectáculo de luces", cuenta Nati. "La verdad que está la ciudad preciosa, más que el año pasado. Es que esto es una alegría de vivir", continúa la mujer de 82 años.
Y esperando las míticas canciones navideñas que suenan cada año en la plaza del Ayuntamiento, las cuatro mujeres hablan entre ellas de lo maravilloso que sería estar en una carroza en la cabalgata de Reyes Mayos. "Cuando salga la alcaldesa se lo voy a decir", dice convencida Ángeles. Y convence a las demás. "Y ya que estás, pídele una cena de Navidad para los mayores y una chocolotada", susurra con una sonrisa pícara Carmen Campos.
La cuarta señora de 89 años solo espera con ansias que la música suene y cantar algunas canciones. "A mí me encanta la Navidad y esto es una maravilla, que nos recojan, nos paseen al calentito y nos lleven a casa es algo que agradecemos de corazón".
Además, explica satisfecha que está todo muy bien organizado porque ya han "echado la tarde" y espera con ansias la quedada del jueves, que el centro cívico del Zaidín ha organizado, para tomar un mantecado con las amigas. "Al menos, tenemos cosas nuevas que contar", zanja la señora.
Suenan los villancicos en la Plaza del Carmen y bastón al viento se ponen a bailar. No hay nadie que se resista a tararear los villancicos y a mover las caderas "como pueden", como ellas mismas dicen. A la alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo, le piden un hueco en la cabalgata de este año, una cena organizada y pagada, y si cae la breva, una chocolatada.
"Venga, vámonos chicas ya a casa. Agarraos, que os perdéis", dice en voz alta Ángeles a sus tres amigas. Y ya está. Montadas en el taxi se despiden de todo el mundo con unos besos al aire e intentan darle "un aguinaldo" al taxista, que el hombre rechaza con una gran sonrisa en la cara.
"Ale, Feliz Navidad a todo el mundo", grita Carmen y todas cierran sus puertas.
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