Macarena Olona: “Si se diera el caso exigiría la Consejería de Familias”
Diputada de Vox por Granada
La diputada de Vox por Granada asegura tener mensajes escritos de dirigentes del PP en el que certifican que se llegó a un pacto de 2+2 en la Alcaldía
Granada/Macarena Olona ni confirma ni desmiente que vaya a ser la candidata de Vox en las próximas elecciones a la Junta de Andalucía. Cuando sean. Eso sí, la actual diputada por Granada no puede parar la rumorología e incluso la reciente encuesta de la Fundación Centro de Estudios Andaluces, dependiente de la Consejería de Presidencia, pregunta por ella como una de las posibles candidatas a la Presidencia de la comunidad.
–Está muy presente en Andalucía en los últimos meses. ¿Está tomando posiciones para ser la candidata de Vox a la Junta?
–Esa lectura no responde a mis visitas a Andalucía. Los medios de comunicación me llaman cunera, un término que tuve que buscar en el diccionario. Siempre tenga en mi boca y mi corazón a Granada porque, aunque llegué como paracaidista, como se dice, se me ha acogido como una más y siempre defiendo los intereses de esta tierra en el Congreso. El oro día tuve una entrevista con Federico Jiménez Losantos y le llevé una bandeja con productos de la tierra. Es una forma de hacer patria. Yo prometí que no iba a hacer como otros políticos que sí son oriundos de Granada, pero que en cuanto cruzan Despeñaperros se olvidan de los intereses de la provincia. Estoy escandalizada de las medidas que está tomando la Junta para intervenir Granada, caso del Palacio de Congresos, como ya se ha hecho con la Alhambra o Sierra Nevada. Puedo asegurar y aseguro que traer a Granada la gestión de la Alhambra y la Sierra serán de las primeras medidas que tomaremos cuando tengamos fuerza parlamentaria suficientes.
–El “puedo asegurar y aseguro” ha sonado al “puedo prometer y prometo” de Adolfo Suárez... Si Vox entrara en un Gobierno andaluz, ¿qué consejerías serían fundamentales para ustedes?
–Sobre la mesa no hay nada, obviamente, estamos volcados con Rocío Monasterio en Madrid. Sí tengo claro que, si se diera ese escenario, yo exigiría las responsabilidades que responden a las necesidades reales de los españoles, como la Consejería de Familias, proteger a la maternidad... La familia es el pilar de la sociedad y está olvidada, como la educación, donde se está inoculando el odio a todo lo que tenga que ver con España en los colegios de Cataluña, por ejemplo.
–Partiendo de que un adelanto electoral en Andalucía tendría mucho que ver con el resultado en Madrid, ¿por qué cree que Juanma Moreno debería convocar elecciones?
–Lo que venimos denunciando se ha confirmado. Cs no es un socio confiable, cuando lo calificamos como la veleta naranja es porque su interés no está en las necesidades de la ciudadanía, es electoralista, por eso pacta a derecha e izquierda porque sólo piensa en las poltronas. ¿Quién se iba a imaginar que un partido se iba a hacer una automoción de censura como en Murcia? Afortunadamente la señora Ayuso convocó elecciones, algo que nosotros veníamos reclamando porque el señor Aguado estaba dinamitando el Gobierno. Por eso le reclamo elecciones al señor Moreno, esto no va de que tenga buena relación con el señor Marín, va de que con solo cinco parlamentarios de Cs se saca adelante una moción de censura, y es muy fácil comprarlos como hemos visto.
–¿Qué opinión le merece la gestión de la pandemia en Andalucía?
–No se han tomado las medidas necesarias por falta de valentía. La Junta ha adoptado medidas que atentan contra los derechos fundamentales de los andaluces, dándoles a elegir entre la salud y la economía. Cuando tengamos la fuerza necesaria tenemos muy claro que no obligaremos entre llevar un plato de comida a su mesa y la salud, mientras los políticos no se bajan un solo euro de su sueldo. Han obligado al sector de la hostelería a morir de hambre, es un insulto cuando el Gobierno dice que no van a dejar a nadie atrás.
–Pero sí es incuestionable que cuando se abre la movilidad y los horarios suben los contagios y las medidas que se están adaptando son las mismas que en el resto de Europa...
–Denunciamos que las medidas sanitarias que se deberían adoptar no se están tomando ni por el Gobierno ni por las comunidades. El Gobierno ha delegado la adquisición de las vacunas y estamos viendo el retraso que hay en la vacunación. La lucha contra la pandemia no puede suponer una degradación de nuestra democracia. Se está luchando contra una pandemia del siglo XXI con medidas del siglo XVI. El confinamiento y el toque de queda es el fracaso de la gestión pública, han olvidado medidas que hemos propuesto como que se incorporen a la lucha contra la pandemia veterinarios o médicos jubilados para avanzar en la vacunación. No se entiende que el Gobierno andaluz imponga una limitación de aforo en la Maestranza de Sevilla con un metro y medio entre los asistentes cuando en el Congreso no se respeta esa distancia y nos somos burbuja de convivencia. ¿Por qué llevan a la ruina al sector de la tauromaquia con medidas que ellos no cumplen?
–¿Puede ser una contradicción que denuncien el estado de las autonomías pero se presenten a las elecciones autonómicas?
–Cuando se inició el proceso autonómico nadie le dijo a los andaluces que lo que estaban votando era el inicio de un estado de las autonomía que sólo iba a beneficiar a los políticos y a sus agencias de colocación de las grandes baronías territoriales. Vox sólo tiene una voz, algo que no pasa en el PP o en el PSOE. Tenemos claro que hay una parte del electorado que no va a votar a Vox y seguirá votando al PP, por eso las disputas que hemos visto en Sevilla entre el candidato impuesto por Génova y el designado legítimamente no es lo que necesitan los andaluces. La bandera que tiene que unirnos es la española. El PSOE-A y la señora Teresa Rodríguez mostraron un gran racismo hacia mí cuando se especuló con mi candidatura a la Junta, refiriéndose a mí como “esa señora alicantina”. Defendemos que no puede haber 17 reinos de taifas, pero no voy a permitir que se asimile ese concepto con un odio a las señas de identidad de los andaluces, nuestra historia, nuestras tradiciones, nuestro acento maravilloso, nuestro sabor... ¿Quién puede pensar que Vox pretende diluir eso? Amo Andalucía, pero España es nuestra patria común.
–En su última visita a Granada hubo cierta resaca y se le criticaron sus declaraciones sobre la comunidad rumana en La Chana. ¿No cree que puede alimentar la xenofobia al señalar directamente a una comunidad?
–No me da miedo ser objeto de críticas. Los vecinos me llevaron a todas y cada una de las casas ocupadas de ciudadanos rumanos. Eso es así. Yo no señalo por xenofobia, para solucionar los problemas primero hay que hacer un diagnóstico de la realidad. Vox niega este buenismo que lo que hace es olvidar las necesidades reales. Hablo de algo que he visto personalmente, de señoras que no pueden salir a la calle y que conviven con una casa ocupada por 18 personas. Me hablan de un problema de convivencia, porque tienen a menores sin escolarizar y dedican los bancos a apilar la chatarra y la suciedad de manera irregular, lo que es peligroso para los vecinos. Le puedo asegurar que cualquier ciudadano que se integre en nuestra sociedad y cumpla la ley y el orden será bienvenido.
–¿No cree que cualquier persona perseguida o que esté en la mayor de las pobrezas es normal que intente mejorar su vida atraído por las luces de neón de Europa?
–Por supuesto que hay que atender a razones humanitarias, pero de forma ordenada y responsable. En cualquier estado su primera obligación es defender lo suyo, lo nuestro lo primero. Tenemos población extranjera que hace patria a nuestro lado, tenemos a nuestros hermanos iberoamericanos, muchos llegados por la miseria que generan los gobiernos comunistas, y trabajan y pagan sus impuestos y contribuyen a levantar el país. Hay medidas propagandísticas como el ingreso mínimo vital que llega a 190.000 familias cuando se prometió que llegaría a tres millones. En esta situación hay que dar ayudas directas a los que han levantado el país, a los españoles que no pueden trabajar por la pandemia o que están en paro. Esta debería ser la prioridad.
–La capital está a vueltas con el 2+2 en la Alcaldía. ¿Podrían llegar a apoyar a Sebastián Pérez como alcalde?
–¿Qué va a pasar en junio? Sólo espero que Granada no se vea sometida a otro bochorno público, porque ahora mismo las cuentas son las que son. Yo soy una señora y me comporto con lealtad, no voy a desvelar quién del equipo del PP me mandó un mensaje antes de la investidura en la que me informaba de que se había llegado a un acuerdo de 2+2. Y fui yo quien tuvo que comunicar al PP que les habían vendido. En un mercadeo indigno vendieron Granada. Yo tuve el honor de estar en la mesa de negociación de todos los ayuntamientos y comunidades con Cs y el PP, y siempre mantuve que Granada no se rendía porque el señor Fran Hervías tenía un gran interés en dar la Alcaldía a Luis Salvador. Finalmente se llegó a este acuerdo de madrugada porque al PP le interesó el cambio de cromos. Luis Salvador es un alcalde ilegítimo y pido prudencia al PP de Granada porque yo no miento. Yo era muy consciente de la representación que nos habían dado los granadinos y no íbamos a permitir que se configurara un gobierno de PSOE y Podemos en la capital, por lo que pusimos sobre la mesa diez medidas de regeneración que aceptaron. Por la tarde el alcalde era Sebastián Pérez y Granada se rindió de madrugada.
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