Un primer vuelo a Madrid que fue suspendido y se recuperó gracias al adelanto y al diálogo

Turismo

Iberia, empresa que opera la conexión, solicitó el adelanto de horario a AENA, y el Ayuntamiento y la Diputación negociaron su continuidad

Un avión de Iberia con las rampas de acceso en la pista del aeropuerto de Granada
Un avión de Air Europa con las rampas de acceso en la pista del aeropuerto de Granada / G. H.
Salva Rodríguez

08 de septiembre 2019 - 07:00

Granada/El adelanto de horario de la primera conexión aérea de Granada con Madrid fue la solución para mantener este trayecto con la capital de España, que estuvo suspendido a finales de 2018 y principios de año.

Esta modificación horaria fue una petición de Iberia, la aerolínea que opera este vuelo. Solicitó adelantar la apertura del aeródromo de Chauchina para poder así plantearse salvar esta conexión, petición a la que accedió AENA y el Ministerio de Fomento meses después.

Un turista toma un selfie antes de subir a su avión
Un turista toma un selfie antes de subir a su avión / G. H.

También tuvieron que ver las instituciones para poder conservar esta conexión. Concretamente el Ayuntamiento de Granada y la Diputación provincial, quienes mantuvieron diversas reuniones con Iberia hasta que el 21 de febrero confirmaron que se mantendría la primera conexión de las 07:00 de la mañana, que meses después se adelantaría.

Al final el tiempo ha dado la razón, y mantener esta linea ha sido beneficioso, sobre todo teniendo en cuenta que la llegada del AVE a Granada no ha reducido los pasajeros, sino todo lo contrario.

Durante el primer mes en el que convivieron ambos, los viajeros en avión aumentaron en más de 1.000 personas, pasajeros que hicieron cerrar julio en el Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén con un total de 110.835 viajeros en lo que va de 2019, lo que supone una subida del 14,4% respecto a la misma fecha del pasado año.

Quizá una de las razones de este aumento de viajeros llegados por aire sea la reducción del precio de los pasajes de Iberia, que bajó hasta una diferencia de casi 100 euros el coste total de los billetes, para poder así competir en precios con los del tren de alta velocidad.

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