Manolé murió como Manolete
ayer y hoy
De familia modesta, mantenía a su madre y costeaba a su hermano la carrera de Magisterio
Corneado en Almería, el novillero granadino no llegó a ser Manolete y se quedó en Manolé
Granada/La noticia de la muerte de Manolé conmocionó a la Granada taurina. El 1 de junio de hace 93 años murió de una tremenda cornada. Trágica novillada en Almería con resultado fatídico. Un novillero muerto y otro gravemente herido. Alternaban en la corrida tres jóvenes andaluces: el sevillano Eduardo Gordillo, el debutante Niño de la Corona y el granadino Manuel Sánchez 'Manolé'. Diez años después, en 1934, moriría igualmente corneado otro de nuestros más llorados novilleros, Miguel Morilla 'Atarfeño', en la plaza de toros de Granada. Y poco después, en 1947, Manolete en Linares. Son las consecuencias de esta reliquia llamada 'fiesta de los toros', la lucha del hombre frente a la bestia que resulta tan popular por rastrear precisamente en los instintos más primarios y ancestrales.
Lejos queda esta otra desgraciada crónica taurina. Manuel Sánchez 'Manolé' tal vez nunca hubiera llegado a ser Manolete pero sí que fue uno de esos valientes novilleros que se fue dejando la vida a jirones por la plazas de Andalucía. Manolé murió en Almería, ciudad que esperaba con ilusión a este novillero que además había triunfado recientemente en la plaza madrileña de Vista Alegre. El quinto toro de la ganadería de Sánchez Tardío acabó con este otro Sánchez tras un desafortunado quite por revolera. Tuvo lugar en junio de 1924 cuando el novillero contaba con 27 años de edad y, según dicen sus biógrafos, de sus modestos ingresos dependían su madre y tres hermanos menores. El ABC de la época hablaba de "tremenda cornada en el vientre…con graves destrozos en los intestinos… ingresó ya cadáver en la enfermería. La corrida hubo de ser suspendida y atendido por crisis de ansiedad un hermano del torero muerto que presenciaba la desgracia". Hubo quien puso en entredicho la legalidad de la corrida por el peso y la edad de los toros presentados. Según la prensa eran morlacos desproporcionados para ser anunciados como novillos. En El Defensor leemos que "el toro metió el asta por el vientre zarandeándolo de manera horrible". Igualmente quedó gravísimamente herido el debutante Niño de la Corona. Curiosamente y a pesar de estar España enfrascada en la cansina Guerra de África (la desastrosa batalla de Annual fue en 1921), el nombre del novillero Manolé era muy sonado y aplaudido en las plazas africanas de Ceuta y Tetuán e igualmente conocido desde Algeciras y Cádiz hasta Almería y Jaén.
Fueron muchos los aficionados que se desplazaron hasta Almería y otros muchos los que se ofrecieron económicamente en el traslado del cadáver a Granada y en ayudar a la modesta familia del novillero granadino. Manolé le estaba costeando la carrera de Magisterio a uno de sus hermanos. Al final el nicho con los restos quedó en Almería financiado por el periodista y crítico taurino 'Caireles'. Los toreros granadinos amigos de Manolé organizaron una corrida benéfica en la que se volcó Granada entera agotándose rápidamente todas las entradas. Muchos fueron los pésames, muchas las condolencias; al final un muchacho que muere en la plaza, una familia destrozada y en la miseria; y una calle en Granada que recuerda el nombre del joven torero muerto, situada entre las calles de los ilustres maestros Arruza, El Guerra, Gallito y Pepe Hillo ¿A quién le importa que a este joven novillero lo matara un toro? ¿A quién le importa que su hermano viera truncada su carrera de maestro? La intrahistoria de una ciudad también tiene sus capítulos más humildes. ¿Por qué recordar solo a los ilustres de relumbrón? Pues vaya hoy este modesto recuerdo para que por lo menos los que viven en el barrio de los toreros sepan algo del granadino referido en el rótulo que da nombre a la calle de un novillero modesto que no pudo llegar a ser Manolete y se quedó en Manolé.
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