Las mariposas de Sierra Nevada, indicadoras del cambio climático

Biodiversidad

Un estudio del Observatorio de Cambio Global refleja que las comunidades de lepidópteros están llevando a cabo un ascenso altitudinal

Una mariposa apolo ('Parnassius apollo nevadensis') en Sierra Nevada / G. H.
J. Pascual

09 de noviembre 2019 - 21:13

Granada/El Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada cuenta con numerosos recursos medioambientales, entre ellos, las mariposas, que están sirviendo de indicador sobre los efectos del cambio climático en este territorio. Según la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, estos insectos son muy sensibles a las variables meteorológicas, a los cambios de usos del suelo o a la irrupción de especies invasoras, y mediante su estudio se están observando las modificaciones que está sufriendo su presencia en el parque.

El seguimiento realizado desde el Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada desde 2008 ha demostrado que está produciéndose un ascenso altitudinal de las comunidades. Las especies típicas de media montaña se empiezan a hacer patentes en las zonas de cumbres, mientras que aquellas especies estrechamente asociadas a las zonas más elevadas van perdiendo densidad y presencia.

El estudio de las comunidades de mariposas se realiza mediante tareas de seguimiento en un total de 21 zonas acotadas para realizar el censo, que se visitan una vez cada dos semanas entre los meses de marzo y septiembre. Cinco los realizan voluntarios, mientras que el resto los cubren técnicos de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (Amaya) en colaboración con personal del Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada.

Gracias al seguimiento, se ha podido determinar que la afección del cambio climático en las mariposas no sólo se observa a través de modificaciones en su distribución territorial en Sierra Nevada, sino también en una reducción del número de individuos presentes. Además, mediante el estudio se está demostrado que el incremento de las temperaturas está afectando al ciclo biológico de estos lepidópteros. Este es el caso de la 'mariposa apolo' de Sierra Nevada (Parnassius apollo nevadensis), uno de los emblemas de los paisajes nevadenses cuyos adultos comienzan a aparecer antes cada año.

Sierra Nevada cuenta con una amplia representación de mariposas, con más de 120 especies referenciadas. Entre ellas, algunas endémicas y amenazadas, convirtiendo este espacio en un enclave privilegiado para las mariposas diurnas en un contexto europeo.

Este espacio natural aglutina a más de la mitad de todas las que viven en la Península Ibérica, tres veces más que las existentes en el Reino Unido (59) y la mitad que en Francia (235) en un espacio considerablemente más reducido, lo que muestra la importancia biológica del macizo nevadense.

Sierra Nevada cuenta con más de 120 especies de mariposas referenciadas y aglutina casi la mitas de todas las que viven en en la Península Ibérica

La Consejería expone que la distribución de esta diversidad de ejemplares no es homogénea, sino que se concentra en áreas caracterizadas por unas condiciones de media-alta montaña, con altura en torno a los 1.500 a 1.900 metros sobre el nivel del mar. En total, se han identificado seis áreas de especial importancia para las mariposas diurnas en el conjunto de Sierra Nevada.

Son zonas en las que coincide una elevada diversidad con una numerosa presencia de lepidópteros. Es decir, se observa un gran número de individuos –hasta 200 mariposas por cada hectárea– y de multitud de especies diferentes.

El Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada tiene su origen en una iniciativa internacional impulsada en 2003 por la Unesco, que persigue el estudio de los efectos del cambio climático en las regiones de montaña.

Las montañas se constituyen como laboratorios naturales porque son muy sensibles a los cambios ambientales y están poco afectados por actividades antrópicas. En ellas, los cambios por afecciones ambientales se producen de forma más rápida y en menos distancia que en otros terrenos a menor altitud. En cuanto al parque granadino, Sierra Nevada es el único espacio de montaña español que participa en esta iniciativa internacional en la que están presentes otros 27 territorios.

Desde esta experiencia de base, la Junta de Andalucía, con el apoyo científico de la Universidad de Granada (UGR), sustenta los estudios de campo que desarrolla el Observatorio de Cambio Global en Sierra Nevada y que abarcan diversas facetas medioambientales: la evolución de la capa de nieve en el macizo, el seguimiento de las lagunas de alta montaña, la evolución de especies acuáticas como las truchas o los macroinvertebrados acuáticos, entre otros asuntos.

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