Mexuar de la Alhambra: Obras “prioritarias” para salvar las cubiertas

Un proyecto para atajar el “deficiente estado de conservación” y el “daño” que ocasionan las filtraciones. El Patronato de la Alhambra y Generalife ha dado el primer paso para licitar la restauración de las cubiertas del Mexuar y los Palacios Nazaríes de en la Alhambra. El valor estimado del contrato ahora licitado es de 286.343,05 euros y plazo de ejecución de 30 meses, que se destinarán a una intervención que se califica como “prioritaria” en el pliego ya publicado para la contratación del servicio de redacción de la documentación técnica y la dirección facultativa de la obra.

Ésta se prevé de una especial “complejidad”. El documento del pliego así lo expresa. “Concurren especiales causas relativas a su magnitud, complejidad y plazo de ejecución”, por lo que es necesario un anteproyecto. LA superficie en la que se actuará es de 983,24 metros cuadrados y el presupuesto de ejecución material asciende a 1,4 millones de euros.

“A lo largo de la historia del monumento, las cubiertas entendidas como elementos de protección de los edificios han sufrido numerosas intervenciones”, reseña el documento con el que se comienza gestar la intervención en las cubiertas de los Palacios. Se reconoce que las anteriores intervenciones han tenido “mayor o menor grado de acierto” y apostilla que en cada intervención –bien por la reparación de desperfectos o por la necesidad de adecuar el espacio a nuevas necesidades– ha habido “pequeñas y grandes modificaciones de los edificios que conforman la ciudad palatina”.

La “preocupación constante” que conlleva el mantenimiento del monumento lleva a que cada año se realice, por parte del Departamento de Obras yMantenimiento, un plan específico para inspeccionar los tejados y en el caso de que fuera necesario, abordar reparaciones puntuales. En 2014 se “detectó la necesidad” de que el diagnóstico fuera “general” para “determinar los lugares en que “necesitaban la restauración global de cubiertas” –no arreglos puntuales– y programar las actuaciones “según la prioridad”. Así, en 2017 se intervino en la cubierta de la galería sur del Patio de los Leones y las galerías este y oeste en su mitad sur. Se realizó, además, un estudio “detallado” de los tejados del Mexuar y el Palacio de los Leones. “Para la elaboración de este documento se realizaron catas en todas las cubiertas” de la zona. Ahí se determinaron las patologías visibles, las características de la estructura y los detalles de la zona. “Como consecuencia de esta inspección se han detectado cubiertas en zonas cuya intervención se clasifica como prioritaria por su deficiente estado a nivel estructural o por el daño que están ocasionando las filtraciones de agua u otras causas”, recoge el documento elaborado por el Patronato.

Tras el diagnóstico se determinó esa necesidad de intervenir. Se hará en la zona del Mexuar –zona de entrada a los Palacios, la zona de consejería, Mexuar y Oratorio, Cuarto Dorado y Patio– y de la Torre de Comares, en concreto en la zona de acceso.

El documento especifica que el desarrollo de las obras “debe compatibilizar” los trabajos con “distintos usos, especialmente el de visita pública”. Eso sí, el transporte de material y montaje de andamios se hará siempre fuera del horario de la visita pública. Se pide que la reforma se haga “de forma coherente y afectando lo menos posible al funcionamiento del monumento”. Para ello, se puede parcelar la zona de actuación para “minimizar” la incidencia.

Sobre la intervención que se acometerá en la Alhambra, se requiere desde el Patronato que se respete el “valor histórico” se conserve la “estética” y la “funcionalidad compatible con los elementos y valores originales del inmueble y de sus pervivencias”. Los materiales que se empleen deben ser de “integración, conservación, preservación de valores materiales e inmateriales”. Así, se exige que se eviten “soluciones contrastantes” con lo que ya existe. Se considerará especialmente la integración de la propuesta con el entorno y se recuerda la obligación de cumplir con la normativa vigente.

La intervención en los tejados debe respetar las aportaciones que se hayan hecho anteriormente. No se podrán eliminar las pátinas. La eliminación de alguna de ellas se autorizará si está fundamentado. “Los métodos constructivos y los materiales a utilizar deberán ser compatibles con la tradición constructiva del bien”. Se requiere además que se eviten los “intentos de reconstrucción”.

La intervención que se acometerá en los tejados de esta zona de la Alhambra será prácticamente una cirugía de precisión. No sólo se pide el máximo respeto al edificio, también se requiere proteger los setos de boj, árboles u otros elementos vegetales. “Cualquier intervención deberá partir del mayor respeto a la obra”, se especifica en el pliego, que exige un “criterio de mínima intervención”. Además, los materiales que se empleen deben estar justificados y experimentados y ser compatibles con los originales. Todo lo que se haga en los 30 meses que dure la reforma debe quedar documentado, con información sobre el técnico que realice la intervención, la metodología, los productos e incluso las proporciones.

Intervenir en las cubiertas requerirá de un “especial cuidado” en lo relacionado con alejar el agua que discurre por los canales del tejado. Se debe evitar que chorree por las fachada.

Se prevé incluso la intervención en los reversos de techos decorativos. “Se deberá colocar estructuras auxiliares de protección para los reversos de estas armaduras” que permitan que se pueda trabajar “sin pisar ni apoyar nada en su superficie”. Todo lo que esté bajo las cubiertas deberá quedar protegido antes de desmontar el tejado. Antes de intervenir en los anversos decorados se debe requerir la aprobación del Departamento de Restauración.

Los elementos en los aleros que tengan talla o policromía que requieran intervención deberán contar con restauradores. El pliego también detalla qué se debe hacer en el caso de que se den hallazgos casuales, objetos o restos que pueden tener un valor histórico o artístico. En cualquier caso, debe ser comunicado “en el plazo máximo de 24 horas” al responsable del contrato del Patronato y, en su caso, trasladar la información a la Delegación de Cultura. Ésta podrá interrumpir de forma inmediata los trabajos.

La colocación de los andamios tiene sus propias exigencias. Deben cubrirse con mallas “nuevas y de tono claro”, serigrafiarse con la imagen que tapan “si se estima necesario”. “Se vigilará especialmente que no se produzcan daños por posibles roces provocados por movimientos de la estructura. Se debe adaptar al máximo a la forma de los espacios y ser cerrado en el primer piso, para evitar “accesos inadecuados”.