Mujeres en la carrera 'top'

Doble grado de Física y Matemáticas en la UGR

Mónica Tapia y Carmen García estudian el doble grado de Física y Matemáticas, la carrera con la nota de corte más alta de la Universidad de Granada

Carmen García y Mónica Tapia, en la Facultad de Ciencias. / Álex Cámara

Cuando termina la entrevista Carmen le pregunta a Mónica sobre si se ha ido de Erasmus. Le ronda en la cabeza plantearse una estancia en una universidad extranjera. Mónica le contesta que no, que quizás cuando curse el máster. Las dos se enganchan en un diálogo ágil. Mónica le da consejos. Confiesa que entró por la Física pero que ahora lo que de verdad le ‘tira’ son las Matemáticas. La culpa la tiene uno de sus profesores, Antonio Rodríguez Garzón. Si todo sale bien, el próximo curso Mónica Tapia del Moral formará parte de la primera promoción de egresados del doble grado de Física y Matemáticas, una apuesta formativa sobre la que hay muchas expectativas y que, desde el primer año, se mantiene como el título con la nota de corte más alta. Los 20 que entraron hace cuatro años tuvieron, como mínimo, un 12,769. En 2019, esa nota de corte se quedó en 13,250. Entraron 21. En la primera adjudicación se dio la circunstancia de que no había ninguna mujer. Carmen García, natural de la ciudad murciana de Cartagena, se encargó de arreglarlo.

“En verano no sabía qué hacer”, reconoce la murciana. Se debatía entre Ingeniería Ambiental, Ciencias Políticas... Al final se matriculó en Física en Madrid, una titulación bilingüe que dejó por Granada. “Me llamaron de aquí y pensé que era una oportunidad”. Carmen vino a romper la dura estadística. El 100% de los estudiantes admitidos eran varones. “Llegué dos semanas y media después” de que comenzaran las clases. “Fue un choque. Me ha costado muchas lágrimas y no dormir”, cuenta entre risas.

La Oficina de Datos, Información y Prospectiva de la UGR indica que el pasado curso, de los 64 matriculados en este doble título 18 eran mujeres. Cuatro de ellas se matricularon el primer año que se ofertó este doble grado en Granada. Y Mónica fue una de esas cuatro pioneras. “Muchos me dicen que éste era su sueño, que lo tenían superclaro... Yo, para nada. En segundo de Bachillerato tenía que elegir y no sabía qué hacer”.

Mónica eligió sin demasiada convicción, pero se reconoce muy satisfecha con sus estudios. “La vocación se puede forjar durante la carrera”, afirma. “El fallo es que en segundo [de Bachillerato] hay que tener las cosas clarísimas”. Mónica reconoce que lo que ha visto en la carrera poco o nada tiene que ver con las Matemáticas y la Física del instituto.

No son las únicas mujeres en el doble grado, pero existe desequilibrio, como demuestra la estadística de la Oficina de Datos. “En otros cursos hay más, por ejemplo en segundo”, apunta Mónica sobre el hecho de que Carmen sea la única en primero. “Creo que son carreras que si ellas no tienen interés en eso... no es cuestión de género, es de gusto”, defiende Carmen.

Mónica desarrolla la cuestión. “Es cierto que la mayoría de teorías que estudiamos las han hecho hombres, pero ese es otro tema que puede analizarse”. En cualquier caso, para esta estudiante, plantear aumentar las vocaciones científicas en segundo de Bachillerato “no tiene sentido”. Para Mónica es algo que tiene que hacerse “desde que los alumnos son pequeñitos”. En su caso, apunta, cuenta con referentes familiares –tanto mujeres como hombres– dedicados a la ciencia.

“Mis amigas no me han sorprendido nunca” de su elección por el doble grado, señala la granadina. Eso sí, en su entorno ellas eligieron estudiar en Ciencias de la Educación o Fisioterapia, “pero también tengo amigas que hacen Caminos o Teleco”.

En la Facultad de Ciencias, según los datos del pasado curso, estudian 2624 mujeres y 2776 hombres. En Biología ellas son mayoría (621 por 415). En Bioquímica y Biotecnología se da la misma situación. En Física, por contra, hay 145 alumnas por 399 alumnos. En Ingeniería Electrónica Industrial son 45 mujeres por 265 hombres.

Sobre su futuro cuando salgan de la Facultad, Carmen apunta que su interés es investigar algo relacionado con el medio ambiente. “No quiero cerrarme”, apunta. Mónica, por su parte, reconoce que “ojalá lo tuviera tan claro”. “La investigación me gusta mucho, pero es difícil quedarse... aunque cuando termine el doble grado espero seguir estudiando”.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último