Una Navidad en la que los animales rejuvenecen

Una residencia de mayores de Motril pone en marcha una terapia en la que un pavo real convivirá con los internos en estas fechas

Un pavo es el nuevo inquilino en una residencia de mayores motrileña.
Rosa Fernández Motril

07 de diciembre 2013 - 01:00

Los usuarios del Centro Residencial Costa Nevada de Motril cuentan desde hace un par de días con un nuevo compañero: Paco. En el patio central le han hecho un hueco para que se aloje, han retirado las plantas y le han puesto paja para que duerma. Se trata de un pavo real, al que llevan unos 70 años -sólo tiene 6.

Natalia Domínguez, fisioterapeuta del centro, le presenta: "Se llama Paco y ha venido a pasar con nosotros la Navidad". La expectación era máxima. Todos los mayores querían conocer al nuevo inquilino y acercarse a él, algunos le llamaban, otros le daban de comer e incluso los más atrevidos le acariciaban.

Pronto afloraron en su memoría viejos recuerdos, como primer beneficio de esta actividad. Manuel rememoraba que en su casa tenían una granja de animales y, aunque no tenían pavos, sí había gallinas.

La experiencia de trabajar con animales como terapia para los mayores empezó en esta residencia este verano, cuando Natalia comenzó aquí su relación laboral y trasladó la experiencia de una granja escuela de Granada con niños especiales: "En septiembre me bajé una perrita, luego trajimos un conejito y ahora un pavo, al que pronto acompañaran un puñado de gallinas".

Incluso los mayores afectados, que permanecen en una silla de ruedas, podían observar a este vistoso animal a través de la cristalera y, aún así, sentirlo cerca. "A ellos también les llama la atención, se trata de evitar los pensamientos negativos, que su mente funcione y que esté alerta".

Natalia añade que es positivo "todo lo que para ellos sea un estímulo sensitivo, visual, auditivo". La idea es que tengan un contacto con la naturaleza dentro de esta instalación, que esto les evoca mucho de su infancia".

Y es que los animales dan mucho juego para evitar sentimientos de soledad o depresión porque su presencia permite liberar endorfinas, disminuye el nivel de cortisol con el estrés, los estados agitados de ansiedad o de inquietud se reducen. "Es algo innato y está probado científicamente que necesitamos relacionarnos, esta terapia es muy sencilla y muy importante para ellos", comenta la fisioterapeuta.

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