Nueva tala de árboles en la calle Arabial de Granada
Municipal
El Ayuntamiento defiende que es por su mal estado y por seguridad y UP denuncia la tala indiscriminada
Un informe realizado por expertos a petición de UP recogía que estos árboles estaban sanos y que se replantarán especies desaconsejadas por la propia Junta
Estos días atrás los vecinos de la calle Arabial se han levantado con una nueva tala de árboles dentro de la zona de remodelación del eje Palencia-Arabial. Algo que no es nuevo y que ya ha pasado en fases anteriores, concretamente hace un año con la segunda fase de esta intervención de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. Una actuación que está generando discrepancias sobre la actuación llevada a cabo en el proyecto por el Ayuntamiento en materia de arbolado con las denuncias de vecinos y oposición de la tala masiva de árboles desde el inicio de la obra en la calle Palencia. Mientras el Consistorio defiende que todas las actuaciones en este eje están debidas al mal estado de salud de los árboles y por seguridad hacia los peatones, desde UP han denunciado en varias ocasiones esta tala indiscriminada y la asociación Árboles contra el Cambio Climático también está en contra de esta actuación municipal y su previsión.
Desde UP, Elisa Cabrerizo, que ha visitado la zona estos días, lamenta la actuación municipal y la modificación del proyecto para cortar estos nuevos árboles, a la vez que pide más zonas verdes en un momento especialmente importante en lo que al clima se refiere con un verano histórico de olas de calor. Y señala que Arabial ha subido ocho grados con la eliminación de arbolado. Pero el Ayuntamiento asegura que sigue los informes técnicos y que actúa por seguridad ante el estado de los árboles.
La presidenta de la asociación Árboles contra el Cambio Climático, la bióloga Lola Ortega, ha mostrado a Granada Hoy su extrañeza porque se han talado nueve árboles en la acera del Parque Lorca sobre los que había acuerdo municipal de respetarlos en el proyecto de obras analizado en un informe que en su día encargó Unidas Podemos y realizado por el ingeniero agrónomo Rogelio Nogales y la propia Ortega sobre el estado de vitalidad de los árboles afectados por las obras de esta tercera fase.
Pero finalmente se han talado pese a que en ese informe se constataba por parte de los expertos que estaban "saludables" y por eso se respetaban en el primer proyecto presentado por el Ayuntamiento. Además, no generaban ningún conflicto con las viviendas, motivo por el que se cortaron otros ejemplares durante anteriores fases de la obra, al estar junto al parque y exentos.
Ortega explica que los nueve árboles talados son olmos de unos 40 años, ejemplares jóvenes para la vida de un olmo. Y detalla el problema que hace que estos árboles se deterioren y acaben enfermando y por tanto talándose: la política "anticuada" de jardines. Según Ortega, se está funcionando con una actuación "basada en el desmoche y no en pequeñas podas" y ahí el problema. Cuando los desmochas, la herida que dejas es lugar de entrada de bacterias y hongos, lo que hace que las ramas se vuelvan quebradizas y que puedan caer, de ahí el problema de seguridad.
Y hay otro problema. La sustitución de estos árboles se está realizando en mayor medida con otra especie, la conocida como roble australiano, "pese a que en un estudio de la Junta de Andalucía se decía que no se recomendaba plantarlos a menos de nueve metros de estructuras de viviendas y en este caso se va a plantar a tres metros". El problema además es que es una especie que "crece rápido y al estar demasiado cerca de los edificios va a haber el mismo problema dentro de unos años" y habrá que volver a cortar.
En algunos alcorques sí se han plantado olmos, que espera la experta que sean de una variedad residente a la grafiosis, una enfermedad que afecta a esta especie y que ya en su día terminó con decenas de ejemplares en la Alhambra.
Ortega asegura que se deberían plantar otras especies propias del terreno que además permita que insectos se alimenten de los árboles. Porque los árboles alóctonos no contribuyen a una mejora del ecosistema local.
En el informe se da cuenta también de que los alcorques que se están dejando en la remodelación del eje son muy pequeños. Deberían ser alargados, de un metro y medio por dos metros o tres y estar además plantados con el árbol rodeado de arbustos para crear una masa verde. Arbustos tipo acebuche o romero. "Los que se están dejando son muy justos" para el crecimiento del tronco, lo que acaba afectando al desarrollo del árbol. Otro punto es que se están poniendo muy espaciados, a 20 o 25 metros cuando debería haber cada diez "para que las copas se junten y den un espacio de sombra cuando el árbol es adulto a los 10 0 15 años". "El proyecto, en definitiva, deja mucho que desear y no se adapta a la crisis climática que hace que se necesiten más zonas verdes que den frescor".
El Ayuntamiento argumenta problemas de seguridad y mal estado de los árboles
Desde el Ayuntamiento de Granada argumentan que los olmos presentes en la calle, y que representa la especie mayoritaria, "han sufrido severas podas a lo largo de los años debido a su porte y desarrollo". Cada dos o tres años se han tenido que podar para disminuir su copa y reducir los riesgos para los peatones.
"Los olmos son especies muy sensibles a los cambios que afectan a su entorno ya que presentan un sistema radicular muy superficial debido a que no se han desarrollado en un medio favorable. En cuanto se descubran las raíces al levantar el pavimento de alrededor, se corre un serio riesgo de que los árboles vayan cayendo, especialmente los días lluviosos y en los que sople el viento con moderada fuerza.
Ejemplos claros en la ciudad de Granada han sido los casos de olmos de Avenida de la Constitución, que durante las obras de remodelación fueron cayendo. De los últimos sucesos de caída de árbol de esta especie sucedió hace un par de veranos cuando en este mismo tramo de la calle Arabial, en el paso de peatones del cruce con la calle San Isidoro, se cayó un olmo y afortunadamente no afectó a ningún peatón. Como consecuencia de la caída del árbol se quedaron cortados los tres carriles de la calle", explican.
Además, aseguran que el ensanche de las aceras que supone el proyecto conlleva aumentar el número de árboles existentes en la actualidad, además de alejarlos de las fachadas, en los casos que así ocurre, como piden los vecinos. "Hemos logrado modificar el proyecto para incluir más árboles en zonas donde no había contemplado ninguno. Habrá más árboles después de las obras que antes".
El problema que reconoce el Ayuntamiento es que estos árboles no podrían ser trasplantados en otros espacios de la ciudad, de ahí tener que talarlos directamente, porque cuando se intentó en otras ocasiones, la mayoría que se sacaban del cepellón para su traslado se partían porque estaba muy mal. Son árboles de gran porte que se han desarrollado en un medio urbano, rodeado de servicios e infraestructuras, por lo que es imposible obtener un sistema radicular que permita sobrevivir al árbol y la probabilidad de éxito del trasplante, realizado incluso en su época favorable, es casi nula.
El área de Mantenimiento se ampara en los informes técnicos, que "no dan opción a la duda". Hasta ahora, se tenían que reducir las estructuras al máximo cada dos años, para evitar el peso de los ejes y que pudieran desgajarse, pero "ya estamos en situación de riesgo".
Con todo, el Ayuntamiento aclara que su compromiso con la ampliación del arbolado en la ciudad está fuera de toda duda, recordando que en la zona va a haber al final más número de árboles que los que había antes, y que en los nuevos presupuestos se contemplan partidas acordadas con UP para plantar nuevo arbolado en 400 alcorques vacíos de la ciudad, convertir parques duros en plazas blandas (empezando por la Caleta), crear zonas urbanas verdes e incrementar el arbolado en jardines. Esto se suma al gran proyecto Granada Respira que afecta a la Azulejera, Parque de la Cooperación, La Bobadilla y en Camino las Vacas, que cuenta con 3,2 millones concedidos por fondos Next Generation.
UP: el 75% de esas calles carece de arbolado
El Grupo Municipal de Unidas Podemos e Independientes denuncia esta nueva tala masiva, que "supone disminuir el oxígeno de la ciudad" y el aumento de las temperaturas, es decir, que vamos a empeorar nuestras vidas en el verano más fresco del resto de nuestro presente y futuro, según han recogido expertos del CSIC.
La concejala de la confluencia Elisa Cabrerizo, quien ayer realizó una visita al tramo donde se están produciendo las talas junto a la presidenta de la asociación Árboles Contra el Cambio Climático, Lola Ortega, mantiene que “las razones de la tala indiscriminada no obedecen a razones de medio ambiente, de cuidado de la ciudad, de mejora del clima, de cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible…Nada de eso". "En esta última fase del proyecto sólo hay un árbol con la inscripción NO en el borde del alcorque, un almez joven. Incluso árboles que estaban en el proyecto inicial como árboles a no talar, están talados o llamados a serlo, rodeados de una cinta roja y blanca que los protege del aparcamiento de un coche pero no de una sierra mecánica".
Según explica, de la misma manera que en la anterior fase se iban a salvar el 25% según el proyecto
y se salvaron el 3%, ahora los árboles etiquetados con los números 3-9-16-23-24-25-26-27-31 no se iban a talar y "ya están talados o señalados para la tala". "Sólo salvan el pequeño y joven Almez; o sea, sólo salvan un árbol", denuncia.
Para Cabrerizo, "si un proyecto puede modificarse, cómo no lo han hecho hacia la salvaguarda de estos
árboles y además de aquellos que también se vieron claramente sanos, como los numerados como 1-3-4-6-7-8-9-10-12-16-20-21-23-24-25-26-27-29-30-31, por parte de la Asociación Arboles Contra el Cambio Climático, otras asociaciones ecologistas y urbanistas e incluso, seguro, el propio personal técnico de este Ayuntamiento". "Pareciera que nuestra Administración no conoce que 22 árboles talados en Arabial le
han quitado el Oxígeno diario a una persona y que Arabial sin árboles ha subido su temperatura hasta en 8 grados y esas aceras soleadas y sin sombra suben la temperatura al doble. O no conoce de que esos árboles nos estaban quitando el CO2 y los demás contaminantes que el incesante tráfico deja en esa calle. Y si lo conocen y no lo tienen en cuenta, peor".
"Mantener una masa de sombra en una calle como Arabial que permita que las vecinas y vecinos podamos usar las aceras para ir a la compra, al trabajo, para el paseo, para tener una movilidad agradable y saludable, significa que todo lo salvable se salve (resulta extraño que, de pronto, todos los árboles menos el pequeño almez, tengan hongos, heridas…que no se aprecian) requiere también que las podas y talas se hagan en la época adecuada (otoño-invierno) y no en pleno verano, de esta manera, se deja que el árbol muera solo", asegura.
UP denuncia que se está actuando en un entorno en el que el 75% de las calles carecen de arbolado o
zonas verdes y en un periodo de tiempo en el que vivimos un verano histórico en olas de calor. Y señalan ejemplos como París, donde la tala o poda ya está prohibida. "Puestas a soñar, soñemos con esas realidades que de verdad hacen una ciudad que cuida a su gente y hacen que su gente cuide la ciudad", dice Cabrerizo.
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