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La inexperiencia, pero sobre todo la falta de tacto al tratar temas tan sensibles para la sociedad como la Memoria Histórica, podrían haber sido los factores que han llevado a la concejal de Unión, Progreso y Democracia en el Ayuntamiento de Granada, Mayte Olalla, a tener que retractarse por dos causas distintas tras su segunda comparecencia ante los medios de comunicación después de que se hiciera por sorpresa con una concejalía en las últimas elecciones locales.
Lamañana de autos, aprovechando la conmemoración del 75 aniversario del inicio de la Guerra Civil española, Olalla vertió unas "desafortunadas" declaraciones acerca de la Memoria Histórica en las que aseguraba que "sólo sirve para remover la mierda". Pero no conforme con haber prendido la mecha de la polémica, la edil lanzó unas incendiarias declaraciones contra el equipo de Gobierno local a causa de la supresión de las asignaciones fijas a los grupos políticos y que supone que la formación deje de ingresar la cantidad de 69.000 euros. "Los peperos españoles pervierten la palabra austeridad como si la ciudadanía fuera imbécil y plantean supuestos recortes que casualmente no les perjudica a ellos y sí al resto de los partidos", afirmó.
Pero el rizo completó el bucle cuando la concejal acusó de manera infundada de "malgastar y malversar nuestro dinero", para terminar llamando al Partido Popular "mafiosos de guante blanco".
Tal magnitud alcanzó la actuación de la dirigente de UPyD que la edil se vio ayer obligada a rectificar por escrito los improperios y acusaciones que profirió en la mañana del pasado lunes. "La concejal retira la imputación de malversación por entender que no ha sido acertado, puesto que el mismo supone la certeza de una acción que si se diese se tendría que dirimir en un juzgado y por tanto no se debe de afirmar sin pruebas", reza el escueto comunicado al que ha tenido acceso este periódico. En esta misma misiva, el grupo quiso matizar el uso del calificativo mafioso, aludiendo a que Olalla lo habría usado haciendo referencia a la tercera acepción del término según la Real Academia de la Lengua Española: "Grupo organizado que trata de defender sus intereses". No obstante, la edil reconoce que "la palabra puede no haber sido la más acertada a la hora de expresarse".
La carta hace especial hincapié en el malestar que la edil ha sentido por las personas que se hayan podido sentir ofendidas con sus palabras acerca del monolito de Primo de Rivera y asegura que "vino a decir que entiende que estos temas remueven heridas que nos costó mucho cerrar y que divide de nuevo a la población española sin necesidad alguna". De este modo, retira "la expresión coloquial remover la mierda, que fue desafortunada".
Esta notificación fue difundida por el grupo municipal después de que Olalla no acudiera a la cita que tenía prevista con los medios de comunicación en la mañana de ayer y de que PSOE e IU se negaran a acompañarla en una segunda convocatoria conjunta que había sido anunciada y que finalmente no se llevó a cabo.
Las reacciones en cadena no pararon de sucederse durante toda la jornada y, por una vez, el resto de grupos políticos coincidieron en censurar la actitud de la edil. El grupo municipal socialista ha sido el más duro a la hora de juzgar la acción de Olalla y se apresuró a pedir responsabilidades, que a juicio de Francisco Cuenca debería pasar por su dimisión. El portavoz del PSOE calificó de "penoso" que una representante democrática se exprese en esos términos por la "falta de respeto que supone para las víctimas que exigen justicia". Además, el concejal señaló a Rosa Díez como la máxima responsable del partido y le ha instado a que su formación política "pida perdón a las personas agraviadas en una época de la historia de España lamentable para ambos bandos". Pero Cuenca fue más allá y aseguró que la rectificación "no nos vale porque ni dice claramente que se ha equivocado ni pide perdón".
El Partido Popular, representado en la figura de Juan García Montero, expresó su desacuerdo al asegurar que "es la última genialidad que se le habrá ocurrido", al tiempo que tachaba de "oportunista" reavivar el debate sobre la Memoria Histórica. En relación a las acusaciones por la supresión de las asignaciones fijas, García Montero dijo no dar crédito a las palabras de Olalla ya que "ella es la primera en pedir más".
Izquierda Unida fue el primero en comunicar que no se sentaría en rueda de prensa con ella, mientras que la asociación por la Memoria Histórica dedicó su "más enérgica condena" al discurso de la edil.
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