Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Pactos Alcaldía de Granada
La reunión ayer en Madrid entre PP y Cs para cerrar los detalles del acuerdo de la Alcaldía de Granada fue difícil y complicada, tanto que siguen sin conocerse los detalles del pacto. Esto ha generado una situación insólita y evidencia la debilidad del acuerdo que ha dado el bastón de mando a Luis Salvador y que Granada se está convirtiendo en un escollo difícil de solucionar para los partidos que han generado la “alcaldía del cambio”. Una situación de crisis que está en el aire desde incluso la negociación previa, llena de hermetismo y tiras y aflojas.
A última hora de la noche de ayer este periódico pudo confirmar que se llegó a un acuerdo y que se tendrá que tratar ahora en un equipo de trabajo a nivel provincial la estructura de gobierno de Granada. Eso casi 72 horas después de la elección del alcalde.
El hecho de crear un equipo de trabajo a nivel local sería en respuesta a las críticas que han rodeado el acuerdo, cerrado en Madrid, y para dar ahora más autonomía a los partidos en Granada.
Sobre el resto de detalles, sigue el hermetismo en el gobierno de la “transparencia” que anunció Salvador en su discurso de investidura.
El encuentro fue a cuatro entre los líderes nacionales de PP y Cs, Teodoro García Egea y Fran Hervías, y los líderes locales Sebastián Pérez y Luis Salvador. El principal escollo de la negociación son los años de gobierno ya que Ciudadanos confirmaba los 4 para Salvador desde el primer momento y el PP quería sacar un 2+2. De hecho, esa era la principal baza que iba a jugar Sebastián Pérez en Madrid después de haber dado sus 7 votos a Salvador y no ostentar la Alcaldía como segunda fuerza.
Desde el PP ya aseguraron que no iba a haber declaraciones sobre la reunión y no se han pronunciado. De hecho, desde el pleno de investidura del sábado no hay declaraciones oficiales. Desde Cs a última hora tampoco confirmaron más detalles del pacto en Granada, pese a que se anunciaba un comunicado. Sólo confirmaron el acuerdo y el equipo de trabajo.
Precisamente, el alcalde emplazaba el lunes a esta reunión para escribir la letra pequeña de este acuerdo y hacer públicos los detalles del nuevo gobierno: si será a 4 años como ha reiterado Ciudadanos o 2 y 2 compartido con el PP como defienden los populares; y cómo se conformará el equipo de Gobierno, del que Salvador sólo ha avanzado hasta ahora que tendrá una vicealcaldía para el PP.
En esta reunión se trataba de perfilar los detalles del pacto cerrado entre Ciudadanos y PP para dar la Alcaldía el pasado sábado al candidato de Cs, Luis Salvador. Un acuerdo cerrado en el último minuto con el paso atrás de Sebastián Pérez y el PP y que desde el principio ha arrojado la duda de los detalles que llevaba implícitos y que no se aclararon en el pleno de nombramiento de Salvador.
La fórmula de gobierno ha enfrentado a PP y Cs desde el primer momento, ya que ambos partidos han dicho que lo acordaron era una cosa distinta: Ciudadanos que 4 años y PP, que 2. Una división que mostrada hasta ayer mismo. El vicepresidente de la Junta y líder Andaluz de Cs, Juan Marín, volvió a repetir que el acuerdo, que calificó de “sólido”, contemplaba que Salvador “va a estar cuatro años al frente de la corporación municipal”, asegurando que lo que “otras formaciones puedan decir tendrán que explicarlo”. Además, desafió al PP asegurando que “los acuerdos se firman para cumplirlos”.
Por su parte, la secretaria general del PP-A, Loles López, dijo también ayer que lo que se acordó eran dos años para Cs y dos para el PP: “Y después hemos escuchado lo de los cuatro años, habrá que aclararlo en estos días”. En el mismo pleno de constitución, el portavoz popular César Díaz dijo que era un alcalde para cuatro años. Salvador también lo ha mantenido.
Otra cuestión a la que tiene que hacer frente Salvador ese a la crisis con Vox, que también enfrenta posiciones sobre la entrada en el equipo de gobierno de la formación de Santiago Abascal. Un tema que hace que planee la moción de censura sobre el recién creado gobierno local y que saltó ayer 48 horas después del nombramiento. El alcalde, Luis Salvador, ha negado que vayan a entrar en el equipo de Gobierno y Vox mantiene que lo pactado era eso, lo que hizo que la diputada nacional por Granada Macarena Olona amenazara con la moción de censura y devolver la Alcaldía a los socialistas.
Ayer mismo volvió a preguntar si Granada tenía “un alcalde, medio alcalde o cualquier otro sucedáneo”, en relación a la fórmula de gobierno con el PP, y advertía que “de los 9 concejales para constituir la junta de gobierno local, sólo tienen 4”, por lo que volvió a pedir “cumplir lo acordado y permitir que Granada recupere su normalidad institucional”.
Desde Cs, Juan Marín alejó ayer más la posibilidad de que Vox entre en el Gobierno aunque amenaza con esa moción de censura y dijo que el acuerdo de Cs es con el PP, no con Vox. “No se si Vox tiene algún acuerdo con el PP”, que tendrán que cumplir “ambas formaciones, pero Cs no va a estar vinculado a documentos que no ha firmado”, en alusión a los acuerdos PP-Vox en otras ciudades. De hecho, la situación que se está dando en Madrid puede extrapolarse a Granada.
En el PSOE, que perdió la Alcaldía pese a ganar las elecciones con 10 concejales y conseguir 13 votos en el pleno de constitución (con el apoyo de Podemos-IU-Adelante), lanzan mensajes de rabia e incredulidad por la situación. El exalcalde y concejal Paco Cuenca se pronunció ayer vía twitter: “Es intolerable el mercadeo que Cs y PP están llevando a cabo con mi #Granada, con nuestra ciudad. Deciden por nosotros en Madrid; nos canjean por otras ciudades; nos faltan al respeto. Siento mucha rabia. Esto es intolerable”.
Horas antes, y tras conocerse que de nuevo una reunión en Madrid decidiría los detalles del pacto y hasta la composición del equipo de gobierno local, el PSOE de la capital volvió a criticar la “tutela” de Madrid a la que han sometido a Granada Ciudadanos y PP. La concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Granada, Ana Muñoz, dijo que es “obsceno y humillante”. El PSOE considera esta situación y los pactos “un ejercicio de oscurantismo político sin precedentes”. Además, dicen que las “consecuencias” de este “espectáculo” van a causar “daños irreparables para la credibilidad de la ciudad y de su Ayuntamiento, con un alcalde débil, ambicioso y traidor que no cuenta con el respeto ni de sus supuestos socios de gobierno”.
Muñoz lamentó “la irresponsabilidad de Salvador y Pérez”, a los que acusa de “entregar las llaves de la ciudad a sus líderes nacionales y a VOX, unos líderes a los que no les ha temblado el pulso para cambiar ciudades y provincias como si fueran cromos, con el único objetivo de esconder los varapalos electorales que han sufrido en las urnas en las dos últimas citas electorales”.
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