El granadino Pablo Morales, premio al mejor investigador joven de la Sociedad Científica Informática y la Fundación BBVA
UGR
Ha sido reconocido por su contribución al campo de la Inteligencia Artificial
El científico de la Universidad de Granada (UGR) Pablo Morales Álvarez, perteneciente al departamento de Estadística e Investigación Operativa, ha recibido el premio al mejor joven investigador que otorgan la Sociedad Científica Informática de España (SCIE) y la Fundación BBVA.
El jurado de estos prestigiosos premios ha reconocido las excelentes contribuciones de Morales en el campo de la Inteligencia Artificial, concretamente en el aprendizaje automático profundo y sus aplicaciones al análisis de imágenes, publicadas en foros y revistas de máximo nivel, así como por el alto nivel de internacionalización.
En 2015, el observatorio LIGO en Estados Unidos logró uno de los grandes hitos científicos de las últimas décadas al conseguir la primera detección de ondas gravitacionales. La existencia de estas perturbaciones en el tejido del espacio-tiempo, producidas por acontecimientos muy violentos como la fusión de dos agujeros negros, era la última predicción realizada por Albert Einstein en la teoría de la relatividad general que no se había demostrado todavía de manera directa. “Son muy importantes”, explica Pablo Morales, “porque proporcionan toda una nueva manera de explorar el universo”.
“El objetivo de mi investigación es contribuir a la detección de ondas gravitacionales. Los algoritmos que he desarrollado nos permiten distinguirlas de otros patrones de ruido que se producen por movimientos de la tierra u otro tipo de fenómenos externos”, señala el investigador de la UGR.
La investigación doctoral de este joven científico ha aportado una contribución muy significativa al estudio de las ondas gravitacionales desde la informática.
El joven premiado define el objetivo de su investigación como “desarrollar programas informáticos que son capaces de detectar objetos y patrones en imágenes”. En concreto, aplica la técnica del aprendizaje profundo, que consiste en proporcionarle al ordenador una serie de ejemplos etiquetados para que sea capaz de procesar y clasificar los datos. Durante una estancia de investigación doctoral en la Universidad de Northwestern (EEUU), empezó a aplicar esta técnica a la detección de ondas gravitacionales, analizando los datos obtenidos por el observatorio LIGO.
El desafío era enorme, explica, porque “para detectar ondas gravitacionales, se necesita un conjunto de datos etiquetados muy grande, y como el flujo de datos era tan inmenso, un solo astrofísico experto no podía etiquetar todas”. Por ello, decidieron recurrir a un proyecto de ciencia ciudadana, que consistía en repartir el proceso de etiquetado entre muchos anotadores no expertos, con un curso de formación más básico. “Nuestro trabajo”, señala, “consistió en adaptar los algoritmos a este nuevo escenario para detectar ondas gravitacionales”.
Este método, además, no solo ha supuesto una importante contribución a la astrofísica. Morales está trabajando ahora para aplicarlo también a otros campos como el diagnóstico médico, por ejemplo, para detectar tumores en imágenes de biopsias, o el estudio del cambio climático, analizando imágenes de la superficie terrestre captadas por satélite para determinar los niveles de sequía.
Computación de altas prestaciones
La ceremonia de los Premios de Informática 2022 ha celebrado el poder transformador de tecnologías de vanguardia como la Inteligencia Artificial y la computación de altas prestaciones para impulsar grandes avances ante retos tan importantes de nuestro tiempo como el diagnóstico del cáncer y el desarrollo de nuevos medicamentos, así como los impactos del cambio climático, el ahorro de recursos naturales y la eficiencia energética.
Los galardones, otorgados por la Sociedad Científica Informática de España y la Fundación BBVA, han reconocido la excelencia de seis jóvenes científicos (entre ellos, Pablo Morales), las brillantes trayectorias de tres investigadores sénior y el trabajo de una ONG dedicada a promover la educación en ciencias de la computación como asignatura obligatoria en las escuelas de todo el mundo.
Estos galardones fueron creados en 2017 por la SCIE y la Fundación BBVA con el objetivo de reconocer la creatividad, originalidad y excelencia de los científicos que están impulsando la investigación de vanguardia en este campo tan fundamental de nuestro tiempo. Comprenden dos modalidades: los Premios Investigadores Jóvenes Informáticos, dotados con 5.000 euros cada uno, que reconocen anualmente a seis científicos menores de 30 años que trabajen en España, autores de las mejores tesis doctorales en el área; y los Premios Nacionales de Informática, concedidos por la SCIE desde 2005 y entregados conjuntamente con la Fundación BBVA desde 2018, que se otorgan a investigadores, entidades públicas y privadas que han dedicado su labor al estudio, fortalecimiento y divulgación de la informática.
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