Picaduras que curan

El joven cullero Sergio Guerrero triunfa en Andalucía oriental al poner en marcha la primera clínica de apiterapia En breve expandirá sus 'redes' a Córdoba y Murcia

1. Sergio Guerrero es un emprendedor de Cúllar Vega que ha tenido mucho éxito en el inicio de su proyecto empresarial. 2 y 3. Las abejas cuentan con un elevado protagonismo en la técnica empleada.
1. Sergio Guerrero es un emprendedor de Cúllar Vega que ha tenido mucho éxito en el inicio de su proyecto empresarial. 2 y 3. Las abejas cuentan con un elevado protagonismo en la técnica empleada.

Un joven emprendedor de Cúllar Vega ha puesto en marcha la primera clínica de apiterapia de la provincia de Granada, en la que se realiza un uso terapéutico del veneno de abeja para tratar el dolor, la inflamación y enfermedades autoinmunes. Sergio Guerrero, de 41 años y vecino del municipio ubicado en el Área Metropolitana, es apicultor y abrió hace solo unos meses en Cúllar Vega una clínica llamada 'La Colmena Sanadora', donde emplea con sus pacientes el veneno de las abejas para tratar afecciones relacionadas con el dolor y la inflamación (desde hernias hasta artrosis o artritis, pasando por depresión o migraña) y enfermedades autoinmunes (como la fibromialgia o la esclerosis múltiple).

En menos de siete meses, este joven emprendedor cullero ha abierto otras cuatro clínicas más en Jaén, Málaga, Almería y Loja -esta última lo hará en solo unos días-, convirtiendo 'La Colmena Sanadora' en la que se supone como la primera franquicia de apiterapia de toda España. Además, su empresa tiene previsto seguir creciendo con nuevas aperturas en provincias cercanas como pueden ser Córdoba y Murcia.

El secreto de las propiedades curativas del veneno de abeja está en el poder inmunocorrector de la melitina, uno de los 40 elementos biológicamente activos que componen la apitoxina o veneno de abeja. Para poder aplicarlo, Sergio Guerrero se formó en la Escuela Internacional de Apiterapia Bee Natura, en Chile, la más prestigiosa que existe a nivel mundial.

"La idea de emplear la apitoxina para calmar el dolor me vino porque padecí el síndrome del túnel carpiano, y fue lo que me llevó a informarme sobre los beneficios de la apiterapia y a formarme para poder aplicarla", explica este joven.

En las sesiones de apiterapia, Guerrero coge las abejas con unas pinzas, y las coloca sobre la piel del paciente en la zona que se quiere tratar para que le pique e inyecte su veneno. "Son necesarias un mínimo de ocho sesiones, una vez a la semana, para notar los beneficios de la apitoxina", señala este emprendedor granadino.

El alcalde de Cúllar Vega, Jorge Sánchez, destaca "el excelente trabajo que está llevando este joven cullero, que supone un verdadero espejo en el que mirarnos y un ejemplo de cómo es posible crear empleo e innovar a la vez que ayudamos a muchos pacientes con problemas de dolor". Unas palabras con las que también se anima al resto de vecinos con ideas únicas que también pueden derivar en oportunidades de negocio, incluso en otras áreas. Una opción con la que dar un 'empujón' al PIB provincial para dejar atrás la crisis.

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