Pida un deseo al salir de La Fábula
El restaurante del Villa Oniria ofrece a sus clientes una carta de deseos en la que pueden elegir, además de otras sorpresas, un masaje, una vela con el olor del hotel, una clase de cocina o un desayuno
La Fábula es el único restaurante de Granada que ofrece cuatro cartas a sus clientes. Las tres primeras las ofrecen en todos: comida, vinos y postres... La cuarta es un lujo que sólo tiene este exquisito establecimiento situado en el bello edificio del Hotel Villa Oniria: una carta de deseos.
Esta sorprendente propuesta se ofrece a todos los clientes que realicen una reserva para almuerzo o cena para dos o más personas. Al finalizar la comida, el camarero acerca a la mesa la carta sorpresa para que elijan sus deseos. "Lo normal, si se trata de una pareja, es que ellos cedan el deseo a la mujer. Todos son muy caballerosos. Pero estos regalos también son frecuentes en las reuniones de empresa. Por ejemplo, es muy común que los laboratorios inviten a los médicos a almorzar aquí y que luego cada uno de ellos pueda elegir un deseo para él o su esposa", comenta la gerente del hotel, Rosa Jiménez.
Y, ¿cuáles son esos deseos que ofrece La Fábula a sus clientes? Los dos que tienen más éxito, según cuenta la gerente, son el aroma del hotel, una vela con esencia de vainilla. También tienen mucho tirón los masajes, sobre todo entre la gente más joven.
Pero claro, entre la docena de deseos que se puede elegir, hay para todos los gustos. Por ejemplo, el primero que puede leerse en la carta es la visita guiada al hotel, un deseo que tiene mucha aceptación entre los amantes de la decoración, porque el Villa Oniria está lleno de rincones con encanto.
Para los más románticos hay dos opciones muy originales: por un lado el hotel les ofrece la posibilidad de organizarles una cena íntima y privada ante la chimenea o en la azotea, y también asesoramiento para regalar a la pareja. El hotel no corre con los gastos de estos dispendios amorosos, pero ayuda a organizarlos, algo que por lo visto tiene mucho tirón entre los que van allí a celebrar su boda civil.
Para los que se hayan quedado impresionados con algunos de los platos que han degustado, el Villa Oniria les permite hacer realidad su deseo de recibir una clase de cocina para aprender a elaborarlo.
Pero la carta encierra hasta doce deseos. Quienes sientan la curiosidad por saber cuáles son los restantes, lo mejor es que se acerquen a comer y luego ya elijan el suyo.
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