Pisa 2012: ¿mejora España en competencia científica?
En España se ha evaluado a 25.313 alumnos de los 373.691 estudiantes de 15 años, edad a la que se realiza la prueba
Desde 2001, cada tres años los medios de comunicación hablan de los resultados de la evaluación PISA (acrónimo de "Program for International Student Assessment", "Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes" en español). Ha llegado el momento del informe de resultados de la evaluación realizada en 2012, en la que España ha subido 8 puntos en competencia científica respecto a la evaluación de 2006, según informan algunos medios. Buena noticia, ¿verdad? Pero la información proporcionada, para ser objetiva, debería tener en cuenta algunas variables a las que habitualmente no se hace alusión. Por ello he creído interesante presentar información sobre algunas de ellas, en un intento de que los lectores extraigan sus propias conclusiones.
Empezaré comentando que la evaluación PISA no pretende evaluar conocimientos, sino "competencias". Pero, ¿qué son las competencias? Podemos encontrar múltiples acepciones del término, cada una con sus matices pero coincidentes en algo: la aplicación de los saberes adquiridos en diferentes situaciones y contextos de nuestras vidas. Por poner un ejemplo, la competencia científica, según una de las acepciones de ámbito internacional (OCDE), sería "la capacidad de usar el conocimiento científico, identificar las cuestiones científicas y concluir con base en la evidencia para comprender y ayudar a tomar decisiones sobre el mundo natural y los cambios hechos a través de la actividad humana".
Y aquí empieza a surgir la primera de mis inquietudes: ¿es posible evaluar competencias con pruebas escritas que se han de responder sentados en un pupitre con los recursos habituales del aula? Aunque de este modo podamos recuperar los saberes adquiridos, ¿dónde están las diferentes situaciones y contextos?
Según investigaciones recientes -y no tan recientes-, una de las dificultades que han de superar los alumnos cuando se les enfrenta a la resolución de problemas reside en la comprensión de los enunciados, en ocasiones demasiado academicistas y sin relación con sus vidas cotidianas. De ahí que surjan propuestas relacionadas con la mejora de estos enunciados, en el sentido de contextualizar el problema y, claro está, utilizar un lenguaje accesible para la edad del destinatario. Esto se viene demandando desde hace tiempo, aunque no desde todas las etapas educativas se le ha prestado la misma atención (basta con ver las relaciones de problemas de algunas carreras de disciplinas científicas). Además, de este modo también se atiende otra de nuestras demandas: conectar los aprendizajes con la vida cotidiana; hacerlos significativos.
Y con esta estrategia parece que se salva la situación. Si revisamos las tareas propuestas en las pruebas PISA se observa que, a veces con más acierto y otras con menos, se enuncian de modo contextualizado y cercano al alumno. Pero, ¿realmente esto hace que se enfrenten a las situaciones y contextos planteados? ¿Deberíamos hablar de "contextos virtuales"? Las "diferentes situaciones y contextos" como requisito para evaluar competencias es un tema difícil de resolver en pruebas de ámbito internacional, dado el número de evaluados, pero hasta que no se haga no podremos asegurar que realmente se están evaluando competencias.
Pero no queda ahí la cosa. La prueba se diseña con una duración de dos horas, que se reparten entre tres competencias, a saber, la matemática, la científica y la lingüística. En cada edición la evaluación se centra principalmente en una de ellas, siendo la matemática en esta ocasión. A esta competencia principal se dedica una hora y veinte minutos, quedando cuarenta minutos que se reparten por igual entre las otras dos. En definitiva, que la prueba de ciencias de 2012 duró… ¡veinte minutos! Espero que compartan mi segunda inquietud: ¿se puede evaluar la competencia científica con una prueba (insisto, sentados en el pupitre de siempre, con el lápiz de siempre, y rellenando un cuadernillo como los de siempre) de veinte minutos de duración?
Siempre que pienso en la evaluación por competencias no puedo evitar pensar en una modalidad de prueba final de la policía científica, en la que, contratando un grupo teatral, se simula un "escenario del crimen", posiblemente con cadáveres, armas, vecinos, transeúntes, etcétera, y allí se propone a las personas a evaluar que, con el material habitual con el que trabajarán en un futuro, resuelvan la situación. Esto, a mi parecer, sí es una evaluación por competencias. Tendrán límite de tiempo, seguro, aunque superior a veinte minutos, también con seguridad. Cómo trasladar esta idea a nuestra situación tampoco es tarea fácil.
Por último, ningún medio habla del número de alumnos evaluados. Como su nombre indica, la prueba es internacional. En 2012 han participado 65 países y han sido evaluados 510.000 estudiantes de los 28.000.000 - un 1,8 %- que en ese momento tenían 15 años, la edad a la que se realiza la prueba. En España se ha evaluado a 25.313 de 373. 691 - un 6,7 %-. Es fácil encontrar estos datos, y muchos más, sin más que escribir "PISA 2012" en cualquier buscador de internet.
Así, creo que una forma más objetiva de dar la noticia sería, más que decir que España ha subido 8 puntos en competencia científica respecto a 2006, informar de que "en una prueba de 20 minutos de duración realizada a un 6,7 % del alumnado español de 15 años, se han obtenido 8 puntos más que en la evaluación de 2006 al enfrentarlos a tareas que, aunque pretendían evaluar la competencia científica, no lograron hacerlo al llevarse a cabo en contextos académicos habituales". Suena de otro modo, ¿no creen?
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