Podemos-IU afea la "inexistencia" de la Policía de Barrio en Granada
Municipal
Lamentan que desde que se anunció en enero de 2020, no se ha cumplido
El grupo municipal de Podemos-IU e Independientes en el Ayuntamiento de Granada ha denunciado la inexistencia de policía de barrio y la intención de convertir a Granada en un Gran Hermano. “No se trata de colocar cámaras sino de que se implante, como se prometió y nosotros llevábamos en nuestro programa, una policía de barrio en todos los distritos”, sostiene la concejal Elisa Cabrerizo.
El concejal de Seguridad Ciudadana, César Díaz, anunció en enero de 2020 que nacía la policía de barrio. El ‘popular’ dijo literalmente que esa misma semana del 15 de enero estaría “cien por cien operativa y la formarán 98 agentes (72 propiamente adscritos a Policía de Barrio)” y el resto serían refuerzos. “Ha pasado más de un año y su medida, al final, no solo no se ha cumplido, si no que han inventado algo que vigila, no cuida”, añade la edil que mantiene que “lo único que realmente ha nacido ha sido una policía turística en Albaicín y Realejo que se hace llamar de barrio, pero solamente protege el turismo, no a los vecinos, y además, no se encuentra en ningún otro barrio de Granada. Cabrerizo explica que los agentes en los barrios citados “no están al servicio de la ciudadanía con un teléfono móvil que todos conozcan ni al que tengan acceso en cualquier momento, ni garantiza una actuación inmediata”.
La formación reprocha a Díaz que el único contacto directo que tiene la policía con los barrios es la reunión mensual en las Juntas Municipales de Distrito, donde toman nota de las denuncias de los vecinos y luego no se hace nada al respecto. En la Chana, por otro lado, han implantado un ‘trampantojo’ donde hay una pareja de agentes que hacen dos visitas de una o dos horas a la semana, “totalmente insuficiente”.
La concejala recuerda que tanto en el pleno de diciembre como en el de abril “dijimos que lo que se necesita es cuidado de la ciudad, buena iluminación y una policía de confianza, no muchos agentes patrullando solamente en las calles turísticas”. “Me siento segura cuando ando por calles donde no hay casas abandonadas, donde las plazas están llenas de actividad cultural y se cuida tanto a jóvenes como a mayores”, agrega.
“Esta ocurrencia de las cámaras de videovigilancia, tal como denunciamos en el pleno, no es más que una solución fácil que fiscaliza a toda la ciudadanía en lugar de hacerles sentir seguros y libres en sus vecindarios”, reitera Cabrerizo que vuelve a propone que se implante “una policía de barrio real, con efectivos suficientes para cubrir todos los turnos con un total de 48 agentes, y que éstos cuenten con un número de teléfono móvil operativo en cada guardia al que tuvieran acceso todos los vecinos del barrio”. De esta forma, y siendo siempre los mismos agentes, se cumpliría con el primer principio de este destacamento: “que se cree una relación de confianza entre la policía y los vecinos, que siempre haya quien responda a sus peticiones y, sobre todo, que estos agentes actúen de manera disuasoria para los delincuentes. Así se crea barrio y vecindad”, finaliza.
El portavoz de la formación, Antonio Cambril afea a César Díaz, sobre las 20 nuevas cámaras que estudian instalar, “que no intente engañar a los granadinos, no se trata de protegerlos y cuidarlos, se trata de reforzar ‘la seguridad’ solamente en los barrios turísticos que son el Albaicín y el Realejo”. El líder de la coalición insiste en que “el Bipartito no plantea actuar en el resto de barrios, donde los vecinos también sufren la inseguridad a diario, y casi en mayor medida que donde pretenden instalar las cámaras, tan solo les interesa cuidar del dinero, del turista, no de Granada ni de su convivencia”.
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