Pole dance: la nueva moda para ponerse a punto
El deporte puede dejar de ser aburrido con esta técnica que se practica en una barra fija Además del ejercicio físico, mejora la autoestima.
HABLAN de 'Pole' como de algo que les ha salvado la vida, que les ha hecho ganar confianza en sí mismos liberándolos de complejos y depresiones. Algunos de los 'adictos' a esta disciplina la llaman "mi religión".
Una barra metálica y el propio cuerpo son las únicas herramientas que se necesitan a la hora de practicar Pole Dance o baile en barra, en nuestro idioma. Para los no iniciados parece casi imposible que a base de práctica se consiga, no sólo estar suspendido a varios metros del suelo, sino hacer figuras, bailar o ponerse boca abajo. Como en las películas y video clips. Al más puro estilo Kate Moss.
Loly Bustos, directora de la Escuela Oficial de Pole Fitness Granada es una deportista nata y una gran amante de cualquier experiencia que ayude a potenciar cuerpo y mente. Fundó su escuela hace un año y medio en la calle Santa Clotilde, 5. No había nada en Granada dedicado a este deporte que cuenta con millones de seguidores a nivel internacional. Un ejemplo, Lauren Lynn Manzano, una joven de Los Angeles que ha venido a pasar un mes de vacaciones a nuestra ciudad y no ha querido dejar de entrenar. "Todo empezó hace cuatro años, a causa del estrés del trabajo engordé mucho. Practicando Pole aprendí una manera de controlar mis emociones, de descubrir la belleza del cuerpo femenino, por eso para mí es una terapia, mi religión. En Estados Unidos arrasa, pero también en países como Corea", explica.
Loly Bustos, directora de la escuela, asegura que cada día comprueba en los alumnos beneficios tremendos a nivel psicológico, emocional y de autoestima. "Lo primero que ves al llegar a clase es un espejo que ocupa toda la pared. Luego cuesta quedarse en camiseta y pantalón corto. Poco a poco se vencen las timideces, en dos meses el cuerpo se va definiendo, lo que parecía imposible se empieza a conseguir. Gente con problemas de espalda hartas de ir al fisio han notado mejora con el Pole. Se trabajan por igual los dos lados del cuerpo, es muy satisfactorio", comenta.
Aunque la mayoría son mujeres, algún hombre que otro también disfruta subiendo a la barra, como Jorge Siles, de 25 años. "Lo descubrí al pasar por la puerta de la Escuela, por casualidad, el pasado mes de mayo. Probé y me ha enganchado, quiero avanzar, ponerme metas, aprender trucos. He dejado otras cosas por venir a Pole", explica. Su compañera Sonia Linares, de 34 años, está de acuerdo. Hace dos años se dejó arrastrar por las fotos que le mandaba una amiga suya, brasileña, y decidió probar. "Nunca me he sentido mejor a nivel físico ni tan segura de mí misma".
Productos que facilitan el agarre o controlan el sudor, es prácticamente lo único necesario para lanzarse a hacer Pole. Requisitos, ninguno. No importan los kilos de más ni la edad. "En la escuela tenemos desde gente que viene de gimnasia rítmica, de acrobacia o de circo a gente que no se ha levantado de la silla en la vida", explica Loly Bustos. "Chicas con depresión de repente se aceptan, les cambia el chip, quieren salir y aceptan el mundo".
El próximo 12 de febrero la Escuela celebra una jornada de puertas abiertas para recaudar fondos y apoyar a las chicas que van al I Campeonato Nacional de Pole Sport que tendrá lugar en Tarragona, organizado por la Federación Española de Pole Sport.
3 PoleFitness Granada. Tlf 653 331 527. Calle Santa Clotilde, nº 5, 18.003 Granada. polefitnessgranada@gmail.com
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