La Policía Local investiga la licencia de los perros agresivos de Cartuja

La Policía Local de Granada está recabando datos sobre la posible presencia de perros potencialmente peligrosos, al parecer de raza pitbull, sin licencia en la zona norte de la capital granadina, tras una denuncia presentada por los vecinos de la barriada, hecha público el pasado martes por Granada Hoy.

Así lo explicó un portavoz de la Policía, quien destacó que el control y la vigilancia de este tipo de animales es constante en la zona, donde han sido varias las denuncias presentadas al respecto.

De hecho, según las fuentes, antes de Navidad se detectaron en la barriada varios de estos canes que no cumplían las medidas preventivas para este tipo de animales, por lo que fueron trasladados a la perrera.

Los vecinos se han quejado de que son varios los jóvenes que poseen varios pitbull, a los que entrenan para atacar a otros animales y mascotas de la barriada, donde han sembrado el pánico ante las posibles consecuencias de la falta de control sobre éstos.

Los incidentes denunciados por los vecinos se centran principalmente en la calle Henríquez Jorquera y aledañas. Los animales, alentados por los chavales -según han denunciado los propios vecinos del barrio de Cartuja- han acabado ya con la vida de varias mascotas, además de haber causado heridas a otros muchos animales de compañía "que no pueden salir ni siquiera a la calle, ya que esta nueva diversión nos tiene atemorizados", según el portavoz de los vecinos, Daniel Morales. La situación, según la versión vecinal se repreoduce a diario, por lo que el grupo de afectados asegura haber interpuesto denuncias ante la policía en varias ocasiones.

El último de los capítulos conocidos protagonizado por estos animales tuvo lugar el pasado lunes. "Ha sido en nuestra presencia, cuando han matado a un gatito, mientras los menores lo golpeaban más y reían el salvaje acontecimiento delante de los vecinos que intentábamos evitarle la muerte al animal", explicó el portavoz vecinal.

Los testigos aseguran que la pandilla de jóvenes se pasa buena parte del día corriendo y adiestrando a los animales -ambos adultos- "para que causen el mayor daño posible". "Tienen prácticas como engancharlos a las motocicletas y tiran de ellos durante mucho rato. El barrio se ha convertido cada día en una cacería".