Primeras multas a los puestos a los puestos de Calderería por invadir la calle
Ante las reiteradas quejas vecinales y la pasividad de algunos comerciantes a la hora de cumplir la normativa, la Policía ha denunciado y retirado mercancía de algunas tiendas

En ocasiones, lo que es estético y llamativo para unos es todo un incordio para otros y cuando esto ocurre hay que tomar medidas. En la popular calle de la Calderería, conocida tradicionalmente como la calle de las teterías, la Policía Local ha tenido que intervenir, denunciando y retirando mercancía a los comerciantes de la zona debido a esta dicotomía.
Fuentes municipales confirman que todo parte de las quejas de algunos vecinos del Bajo Albaicín que de un tiempo a esta parte veían como los tenderetes de los comercios estaban invadiendo la calle de tal manera "que no se podía andar y, en algunos casos, casi ni entrar en sus casas". El problema, según ellos, fue el aumento de estas instalaciones y ante la pasividad de las advertencias de los tenderos de ajustarse a la normativa se ha optado por sancionar. "Se han hecho siete u ocho batidas por la zona y hemos retirado algunos productos", explican desde el gabinete de la Policía Local.
El responsable comenta que todo vendedor tiene que cumplir las normas y tener su licenciar oportuna de ocupación de vía pública; "el no tenerla supone una multa que puede rondar los 200 euros". Además, se da la circunstancia que no sólo se exponían productos en los stands a pie de puerta sino que también se utilizaban ventanas y voladizos para colgar ropa, lámparas u otros utensilios que impedían a muchos residentes hasta abrir sus propias ventanas.
Desde la Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín se corrobora que, efectivamente, la calle ha visto reducidas sus dimensiones de manera importante desde hace algún tiempo. "No sólo por los comerciantes sino porque también se han comenzado a instalar terrazas y puestos de hostelería que antes no existían". Los portavoces vecinales exponen que lo único que piden es que se cumpla la normativa "y para todos igual, no sólo en Calderería sino también en Plaza Nueva y calle Elvira, aunque nuestra intención no es ir denunciando a la ligera".
No es la primera vez que el Ayuntamiento, bien por voluntad propia o a petición de los vecinos, realiza controles exhaustivos en este tipo de zonas turísticas y comerciales.
Hace poco menos de un año le tocó el turno a la Alcaicería. Su reforma nada tiene que ver con lo que está pasando en la Calderería -ya que la rehabilitación del antiguo zoco del centro era un plan municipal- pero el papel comercial sí es parecido.
En ambos espacios los productos de procedencia árabe son el mayor atractivo y, ambas calles reciben numerosas visitas, precisamente, por este valor comercial y hostelero típico de esa cultura. La retirada o modificación de su estética podría ser un aspecto negativo en ese sentido pero ni vecinos ni Ayuntamiento están dispuestos a permitir más irregularidades, así que dejan claro que si se tienen los permisos no habrá mayor problema pero que si no se tienen, las medidas de control se mantendrán.
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