Profesores ucranianos atrapados en Granada: "No hay fecha de regreso"
UGR
La Universidad organiza la lectura de un manifiesto y de un poema del escritr Serhiy Zhadan en un acto en el que participan miembros de la comunidad universitaria de Kiev que no han podido regresar a su país
Tres de los estudiantes de la UGR que permanecían en Rusia comunican su intención de regresar
Svitlana Fedoreko tiene los ojos enrojecidos. No puede reprimir las lágrimas a las puertas del Hospital Real, sede del Rectorado de la Universidad de Granada (UGR). Vino para una estancia de una semana dentro del programa Erasmus+ y un día antes de su regreso a Kiev su país, Ucrania, fue invadido por Rusia. La UGR se ha hecho cargo de su alojamiento en un colegio mayor y se trabaja para traer a su familia. Esta profesora de la Universidad Nacional Técnica de Kiev cuenta que "no hay fecha de regreso" a su país.
El vicedecano de Relaciones Internacionales de la Facultad de Filosofía y Letras, Simón Suárez, ejerce de traductor de los mensajes de agradecimiento "de corazón" de estos ucranianos con Granada y su Universidad. La guerra ha asaeteado la movilidad internacional. La UGR, tras la indicación del Ministerio de Asuntos Exteriores, no enviará más estudiantes a Rusia mientras se prolongue el conflicto. En Ucrania no queda ningún miembro de la comunidad universitaria de la UGR tras la salida en enero de una estudiante. De los cinco que quedan en Rusia, tres ya han comunicado su intención de regresar a Granada.
El conflicto armado "nos ha pillado aquí" a estos profesores universitarios, que llegaron entre el 20 y el 21 de febrero para una estancia de una semana. No pueden "volver y se les ha dado respuesta" desde la UGR. Uno de los docentes, Andrii Kravchenko, de la Universidad Nacional Tarás Shevchenko, había viajado hasta Granada con su hijo, David, de 10 años, para una estancia formativa que debía finalizara el día 25. El 24 comenzó la guerra. Cuenta que a las cuatro de la madrugada recibió la llamada de su esposa, Olha. Ella se había quedado en Kiev con su hija pequeña, Varvara, de dos años. Pudieron organizar la salida de las dos y 48 horas después del inicio del ataque ruso toda la familia se reencontraba en Granada. Andrii muestra en su móvil imágenes del metro de Kiev, convertido en refugio de centenares de personas. Enseña los edificios bombardeados, que asegura que son civiles. También señalan que se han bombardeado centros universitarios.
Desde la Universidad se trabaja ahora en atender a estos docentes y a sus familias, que en tres de los casos siguen allí. También se abordará la posibilidad de que regularicen su situación y, si así lo deciden, puedan quedarse en España como refugiados.
A las doce la Universidad había convocado un acto en todos sus centros y facultades en repulsa de la agresión militar y contra la guerra. La vicerrectora de Internacionalización, Dorothy Kelly, participó en el realizado en el Hospital Real, al que también asistió la rectora, Pilar Aranda, y buena parte del equipo de gobierno. Kelly indicó que también se presta ayuda a los 25 estudiantes rusos matriculados en Granada, y a los ocho nacionales ucranianos que realizan sus estudios de forma regular en la UGR. Sobre el estudiantado de movilidad que está en los países limítrofes (fundamentalmente Polonia), la vicerrectora expuso que algunos de ellos se han dirigido a sus centros para solicitar información, pero que por el momento sus destinos son lugares seguros. "Si alguno estuviera especialmente angustiado" por la situación en la zona, afirmó Kelly, se le da la opción de interrumpir la movilidad. En cualquier caso, insistió la vicerrectora, se está a lo que dispongan el Ministerio de Asuntos Exteriores y las embajadas.
Sobre las relaciones de la UGR con Rusia, Kelly indicó que se ha decidido no enviar a más estudiantes por el conflicto al país, pero que se mantienen en cualquier caso los acuerdos entre centros universitarios. "Trabajamos con socios universitarios rusos con actividades académicas y culturales", afirmó.
La lectura del manifiesto, realizado por la propia Kelly, estuvo acompañada por un poema del literato, activista y profesor Serhiy Zhadan, leído en ucraniano y español. El profesor Suárez se encargó de la parte en castellano, mientras que Mykola Prykhodho declamó en ucraniano. Su familia ha conseguido irse a una casa en el campo, alejada de las zonas más conflictivas en estos días. "En Kiev residen en una zona donde el río divide la ciudad, y al estar los puentes bloqueados", aclara el profesor, "hay problemas de abastecimiento". Al término del acto, Prykhodho aseguró que con Putin "no hay esperanza" y recordó que el dirigente ruso lleva 22 años en el poder. "En Ucrania sí hay democracia, en Rusia no".
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