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Emperatriz
Ni los sindicatos ni los empresarios granadinos permanecieron ayer impasibles tras conocer el drástico recorte social propuesto por el Gobierno. Aunque las reacciones de unos y otros son radicalmente opuestas. Mientras que los sindicatos mayoritarios, UGT, CCOO y Ustea acusaron al Ejecutivo de cambiar de discurso y cebarse "con los más débiles", los empresarios granadinos valoraron positivamente una batería de medidas "valiente" que se ajusta a sus reivindicaciones.
La secretaria general de UGT de Granada, Manuela Martínez, aseguró que las medidas anunciadas en el Congreso por José Luis Rodríguez Zapatero "confirman las peores preocupaciones" de los sindicatos. El recorte de los salarios de los funcionarios, que en Granada "es especialmente preocupante puesto que el 20% de los ocupados son empleados públicos", y la congelación de las pensiones "impedirán la recuperación del consumo interno y harán todavía más complicada la recuperación económica", indicó Martínez, que apuntó que "se ha perdido la oportunidad de tocar los flancos que nos han llevado a la crisis: el sistema financiero, el régimen retributivo, las Sicav y los paraísos fiscales".
Por su parte, el secretario general de CCOO, Ricardo Flores, calificó la medida de "inadmisible" y aseguró que está motivada por la cesión "a la presiones de los mercados financieros, que son los verdadero responsables de la crisis". El líder sindical indicó que "en lo que se tiene que centrar el Gobierno central es en controlar a los empresarios sin escrúpulos que están aprovechando la situación con empleados en la economía sumergida, sin derechos, sin prestaciones y sin cotizaciones sociales, en lugar de quitar poder adquisitivo a los trabajadores".
Los dos sindicatos mayoritarios, pese a la dureza de su reacción, aseguraron que aún es pronto para adelantar cómo se canalizará el conflicto social que ha generado el plan de choque del Gobierno. "Todavía hay que conocer en profundidad y oficialmente las medidas, pero podemos adelantar que reacción sí que va a haberla", apuntó Manuela Martínez.
La Unión de Sindicatos de Trabajadores de Andalucía (Ustea), al contrario que UGT y CCOO, fue más allá de las promesas de movilización. "Estas medidas anticrisis y las consecuencias y efectos de las mismas exigen una movilización social importante e inmediata", anunció la organización, que calificó la iniciativa como "una nueva provocación contra la clase trabajadora en la figura de los empleados públicos".
En el extremo opuesto a estas reacciones se situó la de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), que no dudó en dar la bienvenida al tijeretazo social. El presidente de la patronal, Gerardo Cuerva, apuntó que las nueve medidas propuestas "son las mismas que los empresarios vienen reivindicando desde hace mucho tiempo", aunque lamentó que "lleguen tarde, cuando la economía está ya sumamente debilitada". Cuerva recordó que la patronal ha abogado siempre por recortar el gasto social para acelerar la reducción del déficit público y felicitó al Gobierno por adoptar "medidas valientes". Eso sí, el presidente de la patronal insistió en que "no serán suficientes si no se aplican otras iniciativas como la externacionalización de la gestión de servicios públicos o la reforma estructural del mercado de trabajo".
En el terreno político la prudencia marcó la mayoría de las valoraciones. El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, prefirió no hacer ninguna estimación de la repercusión de los recortes en la capital granadina hasta que lo anunciado se concrete en "órdenes y decretos". En el mismo sentido se pronunció el concejal de Economía del Ayuntamiento, Juan Antonio Mérida, que sin embargo no ocultó su "temor" a que el recorte "lo acaben pagando las comunidades autónomas y los ayuntamientos", a los que se ha pedido un ahorro adicional de 1.200 millones de euros.
En el sector farmacéutico prevén adecuar el número de unidades de los envases de medicamentos para ajustarlo a la duración de los tratamientos, con lo que se podrán dispensar unidosis por el fraccionamiento de los envases, una iniciativa que no convence al sector. Según el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Manuel Fuentes, "o cambian la presentación de todos los fármacos que hay en el mercado o nosotros no vamos a estar cortando envases". Además se tendrán que fraccionar los precios para cobrar por unidosis. "En las farmacias no creo que funcione. No lo veo muy flexible", añadió.
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