La app Radar Covid, "necesaria" para entrar en las salas de estudio de la Universidad de Granada

Estudiar en la UGR

Facultades como la de Ciencias determinan que su descarga es “obligatoria”

Imagen de archivo del Colegio Máximo, donde se ubican las facultades de Documentación y Comunicación y Odontología.
Imagen de archivo del Colegio Máximo, donde se ubican las facultades de Documentación y Comunicación y Odontología. / R. G.

Toma de temperatura y la app Radar Covid descargada en el móvil. Son dos de las pautas que la Universidad de Granada (UGR) determina como “necesarias” para hacer uso de las salas de estudio de sus centros y facultades en este curso académico, marcado por la nueva normalidad y la necesidad de tomar medidas sanitarias para evitar la expansión del coronavirus. Las medidas –entre las que está la necesidad de descargar la aplicación oficial– aparecen especificadas en la información del Vicerrectorado de Estudiantes de la institución académica sobre la reapertura de este servicio con el inicio del curso académico, el pasado 21 de septiembre.

La app Radar Covid también es “obligatoria” en facultades como la de Ciencias, con 5.310 estudiantes según la última memoria académica de la UGR. En el comunicado que la vicedecana de Actividades Culturales, Deportes y Estudiantes, Irene Ortiz, ha hecho público para informar a alumnos de primero y de cursos sucesivos de la importancia de las medidas sanitarias, se indica que “el uso de la aplicación Radar Covid va a ser obligatorio para todos los miembros de la UGR” en este centro.

Ortiz explicó a este diario que “se trata de una recomendación” que se ha incluido entre las medidas para la reanudación de las clases tras las reuniones mantenidas entre el equipo de gobierno de la UGR y los equipos decanales. “Es una cuestión de responsabilidad”, razonó la vicedecana sobre el uso de esta aplicación móvil. Sobre la obligatoriedad de la descarga Ortiz reconoció que “no vamos a estar detrás de la gente” para controlar quién se la ha descargado y quién no.

Media docena de docentes de la Universidad han suscrito el manifiesto manifiestoque reclama más información sobre esta aplicación tecnológica. El escrito, que reconoce la utilidad de la herramienta como medida de control de la pandemia, cuenta con la adhesión de Juani Bermejo (Electromagnetismo y Física de la Materia), María Bermúdez Edo (Lenguajes y Sistemas Informáticos), Agustín Ruiz Robledo (Derecho Constitucional), Juan Julián Melero (Arquitectura y Tecnología de Computadores) y José Luis Verdegay (Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial). El manifiesto reclama la liberalización del código de la app y además reclama que “la involucración de entidades privadas, y su rol y sus responsabilidades en el proyecto se identifiquen de manera clara”.

El profesor Melero añade que la aplicación debería poder emplearse en distintos tipos de dispositivos (no sólo móviles) que permitan informar de la posibilidad de contacto con afectados de Covid por zonas “no por personas”. Sobre la transparencia de la app, indicó que se han dado pasos (Termise ha publicado el código fuente), pero que “queda camino por recorrer”. Por su parte, el profesor Verdegay alabó los pasos que se han dado desde el equipo de gobierno de la institución en este inicio de curso y su “plena confianza” en las medidas adoptadas desde el Rectorado.

Móviles que intercambian información

Según se explica en la web del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital la aplicación utiliza la conexión Bluetooth del terminal," a través de la cual los móviles emiten y observan identificadores anónimos de otros teléfonos que cambian periódicamente". Cuando dos terminales han estado próximos durante 15 minutos o más a dos metros o menos de distancia ambos guardan el identificador anónimo emitido por el otro, señala la explicación de cómo funciona esta aplicación móvil. Si una persona fuera positiva confirmada por PCR puede dar su consentimiento para que, a través del sistema de salud, se pueda enviar una notificación anónima. "De esta forma, los móviles que hubieran estado en contacto con el paciente recibirían un aviso". El pasado 20 de agosto se puso en marcha en Andalucía en periodo de prueba.

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