Rodríguez Méndez, el sabio granadino humillado en Barcelona
Ayer y hoy
Se cumple el centenario de la muerte del doctor Rodríguez Méndez, insigne rector de la Universidad de Barcelona, humillado allí y desconocido aquí. De las crónicas de ayer deberíamos aprender hoy
Granada/Con este catedrático granadino se cometió una de las más grandes humillaciones hacia un docente tras su jubilación forzosa. Tal vez porque no le gustaba doblar el espinazo ante la autoridad ni urdir estratagemas rufianescas para buscar influencias. Fue hace años y en Barcelona, pero ni fue el único caso ni será el último.
Nació don Rafael en Granada en octubre de 1845; estudió en el Instituto y se licenció en Medicina con un expediente cuajado de sobresalientes, alcanzando en 1874 con 29 años la cátedra de Higiene de la Universidad de Barcelona; desde entonces es considerado como uno de los más importantes higienistas del mundo; como tantos y tantos granadinos aquí formados desarrollan su magnífica labor fuera de nuestra tierra. Así de listos y generosos somos en Granada; aquí sembramos, criamos y luego regalamos el producto.
Era bajito de cuerpo pero de cabeza erguida y muy bien amueblada; ojos azules, sonrisa permanente, nada que ver con la llamada "malafollá granaína" (expresión que yo aborrezco y que ya hacía falta ir desterrando).
Sus biógrafos lo califican como "hombre pródigo de su ciencia y su bondad…sincero, sin dobleces y generoso con sus alumnos a cuya dedicación puso siempre toda su inteligencia". A pesar de que cuando llegó a tomar posesión de su cátedra hubo cierto movimiento estudiantil catalanista con el mandato de "hundir al nuevo catedrático castellano" para aburrirle y dejar la plaza libre a un catalán.
Sin embargo fue luego reconocido como gran especialista en enfermedades mentales, llegó a ser director del Manicomio de San Baudilio de Llobregat en 1878, además de fundador de la revista quincenal Gaceta Médica Catalana de la que fue director hasta su muerte; rector de la Universidad de Barcelona en 1901 y Diputado por el Partido Republicano Radical en 1905 (aunque no llegó a tomar posesión).
No debía ser muy torpe don Rafael. Al final supo granjearse el cariño y el respeto de sus compañeros. A sus clases no solo acudían sus alumnos, sino también médicos, abogados, arquitectos, etcétera; personas que disfrutaban con sus clases y con su brillante oratoria.
Para los amantes del fútbol diremos, como dato curioso, que su hijo Ángel Rodríguez fue socio fundador y primer presidente del Real Club Deportivo Español.
Un tajante e inoportuno Real Decreto de 2 de mayo de 1918 obligaba a la jubilación forzosa a los 70 años; fue el que podó de ilustres profesores a toda la Universidad española estando en plena actividad.
Estas medidas que tanto daño ocasionaron ayer siguen sonando hoy. Rodríguez Méndez fue el impulsor de la Extensión Universitaria en Barcelona; ese intento de llevar, de extender, la ciencia y la cultura al pueblo; aunque algunos no vieron con buenos ojos eso de mezclar togas y birretes con gorras de obreros; eso de ir pueblo a pueblo, de Ateneo en Ateneo dando conferencias a los trabajadores.
En una manifestación de apoyo al rector Rodríguez Méndez se congregaron en la Rambla de Cataluña más de 40.000 personas, en presencia del alcalde Rómulo Bosch Alsina que cerró el acto con un encendido discurso de apoyo al médico granadino.
Pero la injusticia de la administración insensible y cicatera vino después. El decreto de jubilación coincidió con las fechas de exámenes; el ministro Santiago Alba prohibió que Rodríguez Méndez pudiera examinar a sus propios alumnos por tan solo unos días; empezaron los exámenes el 19 de septiembre de 1918 y lo cesaron al día siguiente con el resto de sus alumnos aún sin examinar.
“¡Cuanta diligencia!…Nos han echado como a criados odiosos…”, se lamentaba el sabio profesor. Justo al año siguiente murió. Granada Hoy se acuerda del sabio granadino con este modesto recuerdo en el centenario de su muerte.
También te puede interesar
Lo último
Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
La tribuna
Los muertos de diciembre
Érase una vez
Agustín Martínez
Masoquismo andaluz
¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
El himno a violín
Contenido ofrecido por Caja Rural de Granada