San Miguel Bajo: nueva víctima del 'spray'
La pintada en la fachada del templo agudiza el debate sobre la necesidad de ponerle freno al grafiti
¿Qué está pasando en esta ciudad con los grafitis? Esta pregunta que lanza al aire el hermano mayor de la cofradía de la Aurora, Juan Calvo, es la que se hacen la mayor parte de los granadinos, que no comprenden cómo una ciudad que presume de patrimonio y de turismo de primera está perdiendo todas las batallas contra los aerosoles que la ensucian y, sobre todo, con quienes los activan. Quizás porque todavía se piensa que ganar esta guerra es posible, el sentimiento general es de que la denuncia de pintadas como la que apareció ayer en la fachada de San Miguel Bajo puede "servir de toque de atención a los que lo hacen y a los que tienen que cogerlos". Es la opinión del hermano mayor de la Aurora, que consideró "una doble ofensa" el comentario de 12 de octubre, nosotras no celebramos homicidios con el que amaneció la pared principal de San Miguel Bajo.
"Es doblemente ofensivo porque va en contra de un monumento referente en recuperación histórica y de una institución como la Iglesia", criticó Calvo, quien aseguró que la cofradía se encargará de limpiar el grafiti lo antes posible. Además, el hermano mayor de la Aurora indicó que el objetivo de su organización ha sido recuperar el patrimonio del templo de San Miguel Bajo para compartirlo con todos los granadinos. "Ya está bien de grafitis en la ciudad", lamentó.
Esta pintada surge en medio de un debate profundo sobre los grafitis que ha llevado al Ayuntamiento a plantear la posibilidad de instalar cámaras en zonas con patrimonio histórico. Aunque la decisión de autorizar la videovigilancia en el Albaicín dependerá del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que se encuentra a la espera de recibir la propuesta formal por parte de la capital.
Mientras se estudia la incorporación de un sistema de vigilancia por cámaras de seguridad, lo que sí está preparando el Ayuntamiento es la creación de una brigada de limpieza contra los grafitis. En concreto, la concejal de Medio Ambiente, Telesfora Ruiz, señaló que la intención es contratar a 23 desempleados a través del programa PIMAS para distribuirlos como pintores en los tres barrios más "castigados" por las pintadas: Albaicín-Sacromonte, Realejo y Centro-Sagrario. Este equipo de trabajo estará dirigido por un arquitecto técnico e integrará a albañiles por si hay que hacer otras pequeñas reformas en edificios. Además, está previsto que Inagra adquiera una máquina especial para el limpiado pétreo de las fachadas.
Telesfora se reunirá esta tarde con los tres presidentes de los barrios afectados para exponerles el programa que contempla la limpieza de más de 900 pintadas en la ciudad. Lo que pretende el Ayuntamiento es que haya colaboración vecinal y, además, se una un fiscal especializado en la materia y una persona de Cultura de la Junta.
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