El Seprona certifica que los vertidos de la obra del AVE afectan al agua

Los resultados de las muestras tomadas por la Guardia Civil evidencian la presencia de un compuesto químico en mayor proporción de la permitida por ley · El informe se remitió al Juzgado y a la Junta

El Seprona certifica que los vertidos de la obra del AVE afectan al agua
Lola Quero / Granada

30 de marzo 2010 - 01:00

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha realizado un informe para el Juzgado en el que deja muy claro que las obras del AVE están afectando al medio ambiente en el término municipal de Loja. En concreto, señala que "existe una afección evidente en la calidad del agua".

Las denuncias y el temor que ha generado la presencia de lodos y espumas sobre varios parajes naturales de Loja está siendo objeto de una investigación judicial en el municipio. Los agentes del Seprona han realizado dos concluyentes informes, con muestras tomadas en la zona y análisis realizados en los laboratorios de la Junta de Andalucía. Según este Cuerpo de Seguridad, con competencias en la materia, las obras del AVE están originando el "vertido de sustancias peligrosas", que afectaría al agua del Arroyo La Viñuela (afluente del Río Frío, que a su vez lo es del Genil) y a los animales de granja que utilizan este agua para abrevar.

Según relata los hechos la Guardia Civil, el 30 de noviembre de 2009 la máquina que realiza el túnel por el que discurrirá el AVE en el tramo entre Arroyo de la Viñuela-Quejigares, "debió pinchar una balsa de agua subterránea, cuyo caudal fue imposible de retener" en las balsas que las empresas constructoras han construido para ello. Esto provocó un vertido de aguas y tierras en forma de lodo que discurrieron de forma natural por la pendiente del terreno hasta llegar al río Salado.

Las empresas concesionarias, Dragados y Tacsa, informaron al Seprona de que la composición de esos lodos era exclusivamente de tierra y roca mezclada con agua. Aquí acabó el trabajo del primer equipo de la Guardia Civil de Loja, que sólo constató que los lodos que se observaban eran consecuencia directa de las obras del AVE.

Pero la propia Guardia Civil de Loja pidió a la Comandancia de Granada que se personara en Loja un equipo del Seprona de la capital para tomar muestras del agua supuestamente afectada por los vertidos de las obras del AVE.

Este equipo redactó un segundo informe que resulta demoledor para los responsables de la obra del túnel del AVE.

Los agentes de la Guardia Civil pudieron constatar personalmente, mediante una visita en enero, que los camiones que transportan los materiales extraídos por la tuneladora del AVE depositan sobre el terreno una carga compuesta por tierra, agua y otros materiales triturados. Esos lodos discurren por una ladera y un barranco, que llega hasta el Arroyo La Viñuela. En esa misma zona hay también dos grandes tubos por donde sale agua que al caer aguas abajo provoca abundantes espumas.

El Seprona tomó muestras del agua, tanto en el mismo barranco donde van a parar directamente los vertidos, como en el arroyo (100 metros arriba de ese punto y 100 metros abajo, para comprobar la incidencia del vertido).

La conclusión del laboratorio es que en esa agua hay presencia de un tipo de sustancia química (tensioactivos aniónicos) que supera con creces el límite para la presencia de detergentes que establece la Ley de Aguas. "De la comparativa de los resultados analíticos se desprende que existe una afección evidente en la calidad del agua", concluye el informe del Seprona, que agrega después: "La presencia de este compuesto en el agua genera abundante espuma, cubriendo la parte superficial del agua del cauce afectado, con lo que se impide el normal intercambio de oxígeno entre este medio y la atmósfera e impidiendo la entrada de luz solar, pudiendo afectar a la fauna y la flora que pudiera existir en dicho medio".

La Guardia Civil también incluye en su informe para el Juzgado las averiguaciones obtenidas de las conversaciones mantenidas con responsables de las empresas que realizan las obras, a requerimiento de los agentes de seguridad.

Es el propio jefe de obras el que informa a los agentes que acuden a las instalaciones de la empresa el que informa de que el producto que se está utilizando es un compuesto denominado Meyco Fix SLF 30. Se trata de un producto lubricante que se echa para impedir que el lodo se adhiera a la cabeza de la tuneladora. De este compuesto se utilizan entre 3.000 y 4.000 litros diarios.

Aunque en un primer momento la empresa le comunica a los agentes que no dispone de la ficha de seguridad del producto, más tarde la pone a disposición de la Guardia Civil. En ella, el fabricante advierte de que se trata de un producto peligroso para cuyo manejo hay que tomar cautelas.

Aunque el fabricante asegura que se trata de un compuesto biodegradable, en su ficha técnica advierte reiteradamente que hay que "evitar que el producto se vierta en aguas superficiales o subterráneas o al suelo", que es lo que está ocurriendo en el término municipal de Loja.

En caso de vertido accidental, el fabricante establece: "No dejar que el producto entre en el sistema de alcantarillado, no contaminar agua de superficie, no debe liberarse en el medio ambiente, guardar en contenedores apropiados y cerrados para su eliminación, recoger y traspasar correctamente en contenedores etiquetados". También advierte de que el producto puede irritar ojos y piel y que su inhalación es dañina.

El jefe de Calidad y Medio Ambiente de la empresa negó a la Guardia Civil que la obra dispusiera de autorización de vertido y un estudio hidrogeológico para verter los lodos extraídos del túnel. En aquel momento, la concesionaria sólo contaba con una solicitud de licencia municipal para depositar sobre el terreno los materiales extraídos.

El Seprona ha informado también a la Agencia Andaluza del Agua de los hechos investigados "por carecer de la correspondiente autorización del vertido".

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