Sierra Nevada espera hacer su agosto en verano
Los telesillas pueden limitarse a sólo dos personas y los telecabinas a grupos familiares
La pandemia de coronavirus amenaza a la mayoría de la industria del turismo a las puertas de la temporada estival, pero algún sector es capaz de abrir rendijas por las que asome el optimismo y las estaciones de esquí que ya trabajaban el mercado de verano esperan hacer su "agosto" en los meses de calor. Y Sierra Nevada no es una excepción.
Si algo comparten los profesionales que se dedican a acoger visitantes es que, este 2020, el cliente al que dirigirse es el local y que el distanciamiento social estará en la cabeza de todos.
Después del confinamiento estricto, la gente quiere pasear y la montaña está en la mente de muchos como espacio idílico de aire puro, alimentación sana y deporte al aire libre. Allí, las estaciones de esquí tienen mucho que decir con su oferta especializada en turismo familiar y años y años de picar piedra para desestacionalizar su actividad.
La pandemia se puede convertir en oportunidad para este sector y, allá por noviembre, Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC), la empresa que gestiona seis de las diez estaciones de esquí alpino de esa parte del Pirineo, tuvo una visión.
Su presidente, Ricard Font, y su director de Turismo y Montaña, Toni Sanmartí, presentaban por entonces la campaña invernal, pero advertían de que los esquís se quedaban fuera de toda imagen promocional, porque sus espacios venderían naturaleza 365 días.
Font subraya ahora que "la normalidad no llegará hasta que aparezca una vacuna", que el turista será en consecuencia "muy local" y que la estrategia por la que habían apostado bajo el lema "Respira Naturaleza" será algo "que la gente necesitará".
Tanto o más entusiasmado con este panorama se muestra Toni Sanmartí, convencido de que este verano la mayoría de personas "querrá caminar y sacarse de la cabeza todo lo que ahora se denomina efecto psicológico de la pandemia".
Otra voz autorizada del sector es la del presidente de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem) y consejero delegado de Cetursa Sierra Nevada (Granada), Jesús Ibáñez, que coincide en esa visión y destaca que los valles españoles son "destinos muy apetecibles, ya que evitan las aglomeraciones".
"Los telesillas pueden limitarse a sólo dos personas y los telecabinas a grupos familiares", aventura Ibáñez, quien suma a actividades como senderismo y ciclismo otras como "la visualización de estrellas y salidas de sol o atardeceres, que no son en ningún caso propuestas masivas.
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