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Emperatriz
Las numerosas autoridades que iban llegando a Plaza Nueva en sus flamantes coches oficiales tuvieron que soportar un auténtico chaparrón en una mañana, por contra, soleada. Los sindicatos de Justicia organizaron una tremenda pitada-cacerolada para dar la bienvenida a los invitados, que en algunos casos abandonaron sus vehículos sin mirar ni siquiera de reojo a los manifestantes.
La concentración contó además con una especie de parodia en la que dos de los participantes, vestidos con chaqueta para la ocasión, cubrieron sus rostros con caretas de Mariano Rajoy y Alberto Ruiz-Gallardón, a fin de que ambos políticos soportaran 'en persona' los gritos de los manifestantes.
Los sindicatos que portaron pancartas y carteles -STAJ, SPJ-USO y CCOO- corearon consignas pidiendo la dimisión del consejero de Justicia e Interior de la Junta, Emilio de Llera, y le dirigieron reproches como el siguiente: "¡Consejero, ¿para esto es el dinero?!.
Además, uno de los manifestantes, que cubrió su cumbre con una cabeza de cerdo de plástico, dio las gracias, altavoz en mano, a Rajoy y Gallardón por ser verdaderos "ases de los recortes".
Uno de los momentos álgidos de la protesta, que motivó un amplio despliegue policial para evitar incidentes, se vivió cuando el consejero de Justicia e Interior llegó a Plaza Nueva. Fue recibido con sonoros abucheos y, mientras le llovían las quejas a ritmo de latas y tambor, no dudó en escuchar a uno de los sindicalistas que se le acercó para dejar clara la postura de los funcionarios ante sus decisiones y las del Gobierno Central.
El otro momento de gran tensión ocurrió a la llegada de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que fue rápidamente conducida al interior de la Real Chancillería, donde la aguardaban las principales autoridades de la ciudad. Entre ellas, estaban el alcalde, José Torres Hurtado (PP); el presidente de la Diputación, Sebastián Pérez; la delegada del Gobierno en Granada, Sandra García; y el presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano Bueso.
La protesta de los sindicatos, en la que participaron unas 70 personas, culminó después de que se repartiera a los viandantes, periodistas y curiosos que permanecieron atentos a su 'actuación', una hoja informativa sobre el motivo de tan solemne pitada.
En el documento se recuerda que "sin Justicia no hay derechos" y se dice no "a los recortes, a las tasas judiciales y a la privatización". En él los sindicatos denuncian que se hayan impuesto tasas "para pleitear y pagos por notificaciones, practicadas sin control", así como que se "regale" a los notarios y registradores de la propiedad los actos de divorcio, jurisdicción voluntaria y "otros que tendremos que pagar los ciudadanos".
Alertan además de que "van a cerrar juzgados, sobre todo en zonas rurales" y critican que "no" se cubran plazas vacantes en los juzgados ni se convoquen oposiciones.
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