Un avión de Spanair vuelve a Granada a causa de un problema técnico

Poco después de despegar con rumbo a Barcelona un fallo técnico obligó a un avión de la compañía aérea implicada en la tragedia de Barajas a regresar de vuelta al aeropuerto Federico García Lorca

Un avión de Spanair vuelve a Granada a causa de un problema técnico
Un avión de Spanair vuelve a Granada a causa de un problema técnico
Philippe July / Granada

26 de agosto 2008 - 01:00

Un vuelo operado por la compañía aérea Spanair que cubría la ruta Granada-Barcelona tuvo que regresar ayer al aeropuerto Federico García Lorca después de que se detectara un problema de tipo técnico en pleno vuelo.

Todo empezó mal para los 158 pasajeros del vuelo JK661, con rumbo a la ciudad condal, que teóricamente tenía que despegar del aeropuerto granadino sobre las 12:30. "Salimos con casi una hora de retraso", explicó Gemma Claret, "y no se nos dió la menor explicación para justificar la demora".

El padre de un pasajero se quedó en las proximidades del aeropuerto para asegurarse de que el depegue se efectuaba sin incidencia. El hombre describió cómo los bomberos permanecían cerca del aparato y no quitaron la pista hasta que se cumplió la maniobra. "No creo que esto sea normal", añadió.

Tras unos veinte minutos de vuelo, Antonio Jesús González, que viaja frecuentemente por motivos profesionales, notó "turbulencias mucho más revueltas de lo normal". Segundos después, "el comandante del avión informó a través de los altavoces que, debido a un fallo técnico, el aparato tenía que volver al aeropuerto de Granada", comentó Antonio Villena.

La confusión entre los pasajeros hizo que se barajaran varias hipotesis respecto a la causa de este regreso forzado. Si para Rosario Valero, fue el sistema de localización el que falló, "prueba de ello es la luz que se encendió en el ala izquierda del aparato"; para otros, fue algún tipo de avería del motor que impidió que el vuelo siguiera con normalidad. En este sentido, el pasajero Miguel Trillo notó "una reducción de los motores" en el momento de dar la vuelta hacia Granada. Por su parte, Joan Claret y Maëva Bridoux notaron cómo, tras la maniobra, "el avión parecía tirar anormalmente por un lado, como desequilibrado". Lo cierto es que el conjunto de personas que embarcaron en el vuelo JK661 se quedaron perplejos ante la falta de información, "no nos dieron ninguna explicación", comentó Gemma. Este silencio no contribuyó a tranquilizar a los pasajeros.

"Imagínense, nos explican que volamos de regreso a Granada con un problema técnico, pero sin saber cuál, ni si era grave. Tras lo de la semana pasada, era previsible que la gente se pusiera nerviosa, incluso un par de chicas se pusieron histéricas", aclaró Manuel Folguera.

"Se notó mucho miedo, al principio nadie hablaba, no se escuchaba nada, sólo el silencio, algunos que otros lloros y el avión que hacía un ruido desagradable, fuera de lo normal" explicó Soledad Melguizo. "Poco a poco, los pasajeros se pusieron a usar y abusar del timbre" comentó Miguel Trilla; por su parte Gemma Claret explicó que "se podía palpar el malestar y la ansiedad entre los pasajeros, es muy normal después de lo de Barajas. La gente se puso nerviosa llamando sin parar a las azafatas para preguntar si se trataba de un fallo técnico grave o para pedir agua". "Los pasajeros se asustaron y este sentimiento no paró hasta que tocamos tierra firme" tal y como lo explicó Hortensia Ribera, antes de añadir que "el nerviosismo ya no tenía nada que ver con volver a Granada, sino con volver en buenas condiciones".

Después de aterrizar en la pista del aeropuerto de Granada, se dió a los 158 pasajeros que iban en el avión la opción de ser recolocados en otros vuelos de distintas compañías y con destino a Madrid para coger una conexión desde allí con Barcelona, o bien de devolvérsele el importe del billete.

Ismael Cruz y Carmen Morales se quedarán con un recuerdo especialmente amargo de este incidente. "Con toda esta historia, nos hemos perdido nuestro crucero de luna de miel y Spanair no nos hace ni caso. A ver qué solución se nos propone pero, de momento, nadie da la cara, sólo podemos poner una hoja de reclamación". Ismael añadió que "era la primera vez que montaba en avión, y ahora, con el susto que hemos pasado, ya nos han quitado la ganas de viajar".

stats