El Supremo avala el despido de la directora de un hotel de Riofrío por quedarse con dinero

La propietaria, al comprobar la diferencia entre lo percibido y lo que aparecía en la contabilidad, hace un llamamiento a quienes celebraron su boda en esas fechas para comprobar si hay más casos

La propietaria del hotel hace un llamamiento a las posibles víctimas de la ex directora.
La propietaria del hotel hace un llamamiento a las posibles víctimas de la ex directora.

En la primavera de 2009, la dueña del Hotel Almazara de Riofrío se dio cuenta de que las cuentas de su negocio no cuadraban. Un cliente pidió al establecimiento una factura a partir del recibo que le había dado la directora, A. J. M., cuando pagó la celebración de su enlace. La propietaria del hotel, Yolanda Souchet, reside en Francia y había dejado a cargo de su negocio a A.J.M., una directora con un currículum "impresionante". Entre sus experiencia laboral figuraba un hotel de cinco estrellas de la zona y entre sus habilidades, la de ser una gran negociadora: pactó con el hotel una cláusula de 150.000 euros de indemnización en caso de despido improcedente.

Sin embargo, cuando compararon la cantidad registrada en el recibo del cliente con el dinero ingresado en las arcas de la empresa, los propietarios comenzaron a sospechar de su empleada. Fuentes del Hotel Almazara aseguran que tras hablar con algunos clientes y con la contable del establecimiento, Souchet concluyó que la directora "había cobrado a los clientes un precio superior por los menús de bodas, bautizos o comuniones" y luego "había ingresado una cantidad inferior en la caja del hotel". Desde el hotel aseguran que el cálculo es estimativo, puesto que les ha sido imposible contactar con todos los clientes que tuvieron en esa época en diferentes tipos de eventos, pero que podrían estar hablando de un desfalco de "hasta 200.000 euros".

Después de pedirle explicaciones, la empleada fue despedida por motivos disciplinarios el 4 agosto de 2009. En su carta de despido, se ponían de manifiesto todas las actitudes de la ex empleada que habían motivado su despido. Entre ellas, destacaban las cifras de tres bodas celebradas en los jardines del hotel entre junio de 2008 y septiembre de 2009, en las que habían "desaparecido" alrededor de 7.000 euros. Además, la ex gerente había comprado un ordenador portátil que habría cargado a nombre de la empresa sin autorización. Según el hotel, la conducta de A.J.M. suponía "transgresión contractual, desobediencia y deslealtad" además de un "abuso de confianza" por parte de la ex directora, lo que consideraron motivo para efectuar su despido.

En agosto, Souchet denunció a su ya ex empleada ante la Policía Judicial de Loja por "apropiación indebida" y en septiembre, A.J.M. se querelló a su vez contra el hotel por despido improcedente. Para determinar qué pasó con el dinero de más que la ex gerente del hotel les cobró a los recién casados, y que el Hotel Almazara no llegó a ingresar, aún queda bastante tiempo. La posible infracción penal esta siendo investigada en el Juzgado de Instrucción número 1 de Loja.

Sin embargo, la denuncia por despido improcedente fue el juzgado de lo Social 4 de Granada y en noviembre de 2009 desestimó la demanda de A.J.M. en primera instancia. El juez consideró el despido como disciplinario, aduciendo que los motivos quedaban justificados, y absolvió a la empresa.

La empleada despedida recurrió ante la sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, quien en abril de 2010 desestimó el recurso, confirmando la sentencia del juzgado de lo Social 4. El Alto Tribunal Andaluz, además de mantener como probados todos los hechos que recogía la anterior sentencia, consideró que durante el juicio "había quedado acreditado que existía diferencia entre lo realmente percibido y lo que aparecía en la anotación contable". Además agrega que "en consecuencia, si la actora (la ex directora) tenía a su disposición esas cantidades por razón de su cargo, queda acreditado que las ha percibido en su patrimonio personal, con el consiguiente perjuicio económico para la empresa demandada".

A.J.M. recurrió también esta decisión ante el Tribunal Supremo, que en su auto del pasado 12 de enero, ni siquiera admitía el recurso. Por lo tanto, la sentencia ahora es firme y el despido disciplinario de la trabajadora ha quedado legalmente acreditado. Falta esperar a la resolución del caso penal, para determinar qué pasó con el dinero de las celebraciones.

Además, la propietaria del hotel hace un llamamiento a las personas que celebraron su boda en las fechas en las que la ex gerente se ocupaba de los enlaces para poder comprobar si se dieron más casos de diferencias en las cuentas.

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